viernes, 4 de octubre de 2013

Expansionismo europeo


Unidad temática Nro. 3: EXPANSIONISMO EUROPEO

Trabajo Práctico Nº  16 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: Los primeros reinos centralizados
Hacia la formación del Estado moderno    
     A medida que las crisis padecidas durante la Edad Media fueron extendiéndose en el tiempo y el espacio, fueron surgiendo nuevas ideas políticas. Las regiones estaban muy divididas, ya que en lugar de haber un poder unificado, cada señor feudal controlaba sus propias tierras, por esa razón existían numerosas unidades político-legales en el interior de un mismo reino.
     Entre los siglos XIV (catorce) y XV (quince), los reyes decidieron modificar esa situación y concentrar más poder. Esto sucedió de modo diferente en cada una de las regiones europeas, pero se encuentran rasgos comunes en casi todas, lo que hace pensar que todo esto fuera parte de un proceso de cambio de larga duración.
     Para lograr sus objetivos, los reyes se apoyaron en una nueva clase social que era relativamente nueva y que contaba con una fuerza creciente: la burguesía[1]. Los señores feudales estaban en contra de la nueva forma de organización que proponía el rey, ya que perderían influencia política y poder económico. Sin embargo, en algunos casos se establecieron alianzas y convenios, en los que estas elites[2] locales (nobles) se ponían a las órdenes de la corona, a cambio de nuevos privilegios. No obstante, muchos señores feudales no llegaron a un acuerdo, y numerosas guerras se entablaron a lo largo de todo el continente europeo. Así se dio inicio al proceso de formación de los primeros reinos centralizados[3]. Finalmente, el nuevo modelo de concentración de poder en la figura del rey fue cobrando vigor y terminó por imponerse en prácticamente todos los territorios, siempre con características específicas.

Características del Estado moderno 
     El Estado[4] moderno, tal como se lo conoce en la actualidad, se caracterizaba por la búsqueda de una identidad homogénea[5], una organización burocrática y una estructura formal, además de la centralización política. Cada Estado buscaba el reconocimiento de los demás, por lo que necesitaban un sistema diplomático que se encargara de negociar todo tipo de cuestiones, desde los pequeños detalles administrativos hasta los asuntos de límites o fronteras entre un Estado y otro.
     En algunos casos, las elites locales fueron más fuertes que el rey, resultando más complicado y tardío, el proceso de unificación.[6]  
     Otra de las características del Estado moderno fue la formación  de un ejército estatal, que pasó a depender de los fondos del Estado y no de las ciudades. Esto era fundamental, ya que si cada señor feudal hubiera mantenido sus propias tropas armadas, las guerras civiles habrían sido permanentes. Para cubrir estos gastos, los reyes establecieron sistemas de impuestos dirigidos a toda la población, necesitando a su vez de un sistema burocrático y administrativo que se ocupara de ello.
     Gracias a la imposición del rey, el feudalismo fue decayendo. Con el correr de los años, esta centralización política favoreció la implantación de nuevas medidas económicas, fortaleciendo aún más la figura del Estado. Primero, las monarquías feudales se transformaron en monarquías autoritarias y, más tarde, en monarquías absolutas. La monarquía absoluta, como forma de gobierno, se basa en el principio de que el monarca (rey, emperador, zar, etc.) tiene el poder político  absoluto y total; esto quiere decir que no existe una división de poderes -sobre todo el ejecutivo y legislativo- ya que la fuente y origen de estos poderes es el propio rey[7]. En algunos Estados, como en Francia, estas formas políticas prosperaron durante mucho tiempo; en otros, sin embargo, fueron cambiados por otras formas, como la monarquía parlamentaria[8], tal como sucedió en Inglaterra.
     Mientras los diferentes Estados se iban consolidando, aparecía lentamente un nuevo concepto fundamental para entender la Modernidad: el nacionalismo.  No hay que confundir las ideas de Nación y Estado. Mientras que el Estado es una estructura formal, organizada, compuesta por hombres e instituciones, la Nación hace referencia a un sentimiento de pertenencia cultural, que puede tener relación con un Estado, pero también con la etnia, pueblo o idea política.
     El nacionalismo era necesario para que los Estados pudieran consolidarse, ya que el apoyo social era imprescindible para enfrentar contratiempos políticos, económicos o religiosos. Se recurría al nacionalismo, por ejemplo, para lograr el apoyo social durante las guerras, como sucedía con los enfrentamientos entre Inglaterra y Francia. También aparecía cuando un rey le pedía paciencia a su pueblo frente a la falta de alimentos, o cuando existían enfrentamientos entre un Estado y la Iglesia, como ocurrió cuando Inglaterra se separó de la Iglesia Católica y fundó la Iglesia Anglicana. Para afianzar estas ideas, se otorgó mucha importancia a los símbolos, como las banderas, los idiomas y los himnos, entre otros.  





Actividad:
1)- ¿Cuál era la situación política previa a la formación de los primeros reinos centralizados o monarquías autoritarias?
2)-¿Qué tipo de estrategias y alianzas llevaron adelante las monarquías para conformar los primeros reinos centralizados?
3)- ¿Qué tipo de conflictos comenzaban a manifestarse entre la burguesía y los señores feudales?
4)- Mencione y explique en que consistían, en general y en particular, cada una de las características propias de los Estados modernos
5)- ¿Qué diferentes tipos de monarquías siguieron, en el proceso de maduración del Estado, a las monarquías feudales?
6)- ¿qué características posee una monarquía absoluta?
7)- ¿Explique por qué no son sinónimos “Estado” y “Nación”?
8)- ¿Cuáles solían ser los motivos que justificaban, por parte de los Estados, recurrir al  nacionalismo de la población?



Trabajo Práctico Nº  17 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: El Santo Oficio de la Inquisición
     Hacia el año 1250, en el sur de Francia, más precisamente en Languedoc, la Iglesia había iniciado la lucha contra la herejía cátara[9] (principalmente) y valdense con la ayuda de una fuerza más eficaz que la de los ejércitos cruzados, que se movían más por apetitos materiales que por intereses espirituales: los tribunales de la Inquisición. Su origen puede encontrarse en la bula Ad abolendam del papa Lucio III, en 1184, denominada como Inquisición episcopal, es decir administrada por los obispos locales de cada diócesis, aunque esta habrá de fracasar en la contención y supresión de la herejía. El canon 3 del concilio de Letrán de 1215, obligaba a los fieles, entre otras medidas, a denunciar a los sospechosos de herejía[10] (cátara, valdense, humiliati extremista, espiritualista, averroísta, etc.). Resultará fundamental el apoyo que Federico II[11] concede al Papa para terminar con la herejía, después de su coronación en 1220, inaugurando la colaboración de la Iglesia y los poderes públicos (”el brazo secular”), que será esencial para el funcionamiento de la Inquisición. El Papa Gregorio IX, en 1231, codifica el procedimiento inquisitorial y, en 1252, el Papa Inocencio IV lo resume y lo agrava en la bula Ad extirpanda, que instaura la tortura; a esta Inquisición se la denominará “pontificia” o monacal, ya que la herejía será perseguida por jueces especiales nombrados por Roma o inquisidores especiales y ya no a cargo de los obispos como anteriormente había sido prevista y se consideró poco eficaz.
    Los manuales de los inquisidores[12] desempeñaron un papel ambiguo. Aunque por una parte ayudaron a la persecución, por otra permitieron, gracias a sus preguntas, que pudieran distinguirse mejor a los herejes de los que no lo eran, que se discerniera mejor la naturaleza de la herejía y que los inquisidores honestos pudieran no equivocarse.
     La inquisición continuaba, a comienzos del siglo XIV, tanto porque seguían existiendo cátaros y valdenses como porque habían aparecido otras herejías que la Inquisición, por sí misma no lograba hacer desaparecer.

La inquisición española
     Esta magistratura española no debe confundirse con la que se había implantado a comienzos del siglo XIII, en toda la cristiandad occidental. La Iglesia teme por la fe de sus fieles, ya que las herejías amenazan al mundo, y con mayor razón a España, penetrada de espíritu judío y moro[13]. La Inquisición ibérica fue instituida en 1478 por el papa Sixto IV, a petición de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, para reprimir el criptojudaísmo (es decir, judíos conversos sospechosos de no haber abandonado su anterior credo) de los conversos. El nuevo tribunal eclesiástico se distinguió del anterior -cuyos miembros eran, por lo menos indirectamente, de nombramiento pontificio- por el hecho de que los soberanos hispánicos obtuvieron el poder de efectuar por sí mismos el nombramiento de los inquisidores. Como era de esperar, y como Fernando e Isabel deseaban evidentemente, aquella magistratura ejerció no solo una función “religiosa”, sino, sobre todo, una función político-social, y lo hizo desde el principio, con procedimientos drásticos, que provocaron las protestas del mismo papa Sixto IV. A pesar de esto y las tentativas para suavizar y limitar las consecuencias de su propia concesión, el papa se vio obligado a ceder  ante la dura actitud del  rey Fernando, dispuesto incluso a la ruptura con tal de no dejarse escapar de las manos el formidable instrumento de poder recién conquistado. Lo cierto es que la inquisición española constituyó la primera institución de la España unida y que fue utilizada por la Monarquía como instrumento político de control ideológico.
          La inquisición española constituye un tribunal de excepción creado por la Monarquía (española), con legitimación eclesiástica, para reprimir severamente la disidencia religiosa -herejía- en tiempos en que la religión tenía categoría de principio organizador de la sociedad, es decir, tiempos en que nadie se atrevía a seleccionar creencias alternativas a la aceptación integra de la fe[14], un delito de lesa majestad, el más grave de los que se podían cometer, ya que atentaba contra Dios, fuente misma del poder , por lo que afectaba también al Estado.
     La tradición ha unido el nombre del dominico Tomás de Torquemada al de la terrible magistratura, de cuyo consejo supremo, fue presidente - o inquisidor general- durante quince años (1483-1498). Aunque fue, sin duda, más que rudo, inexorable en nombre de un dogma sin concesiones, el fraile debe ser considerado, sin embargo, como un instrumento, aunque consciente, de la política despiadada e inhumana del soberano español.
     En principio, la Inquisición española atravesó un período de gran actividad persecutoria, dirigida fundamentalmente contra los judíos conversos sospechosos. Luego de varios intentos de conversiones forzosas y la aplicación de leyes fuertemente discriminatorias, 1492 los judíos serán expulsados en masa de España; en tanto los moros, mayoritariamente radicados en el sur (en la zona de Granada), también serán obligados a la conversión (no sin violentas sublevaciones fuertemente reprimidas) y no dejarán de ser considerados como una especie de sospechosa  minoría étnica indeseada a ser combatida desde lo cultural, lo social, lo religioso e incluso lo jurídico, bajo la acusación de ejercer el criptoislamismo. En este complejo marco, la Inquisición aparecerá, aún dentro de su lógica interna como una pieza al servicio de la unidad religiosa impulsada por la Corona.
     El siglo XIX se inicia con las victorias de Napoleón quien corona a su hermano José en el trono de España. En diciembre de 1808 decreta la extinción del Tribunal de la Inquisición. Las cortes españolas que se oponen militarmente a Napoleón dictan una constitución liberal y en 1813 decretan la abolición de la Inquisición. En 1814, derrotado Napoleón y vuelto al trono el rey Frenado VII, restablece el Tribunal. Muerto Fernando VII, su sucesora, la regente María Cristina elimina el Tribunal de la Inquisición en el año 1834.
    
El proceso inquisitorial
     El funcionamiento procesal de la Inquisición se iniciaba con la aceptación de denuncias secretas, siguiendo con la detención preventiva del acusado, la confiscación de sus bienes, el juicio a puerta cerrada y la sentencia, absolutoria o condenatoria. La condena era leída en una solemne ceremonia, denominada, auto de fe, dónde se detallaban las penas, las más graves de las cuales eran los azotes,  la prisión perpetua, el servicio forzado en galeras y, en último extremo, la entrega del reo a la justicia civil para su ejecución en la hoguera, tanto si el condenado estaba presente como si estaba ausente y era quemado solamente en efigie[15].
     Un procedimiento de este tipo llegó a crear naturalmente una atmósfera de miedo constante ante una denuncia secreta que podía conllevar a la miseria, la infamia, y la muerte en la hoguera. Ante esta realidad, las alegaciones a su favor aducen la existencia de ciertas cautelas (la posibilidad de aportar testigos o de señalar enemigos como presuntos delatores), la actuación conforme al derecho natural y al derecho canónico (que implicaban una norma y un control), la aceptación social (atestiguada por la organización de una red de colaboradores voluntarios conocidos como familiares del Santo Oficio) y el número relativamente moderado de los procesos[16] (ciento cincuenta mil para todo el período de vigencia del tribunal, más de tres siglos); aunque el conjunto de atenuantes apenas si corrigen la imagen de un instrumento represivo  al servicio de la intolerancia, que en determinadas circunstancias, actuó con excesiva libertad y autonomía, no ofreció a los inculpados y generó un sentimiento de alerta permanente y de temor difuso en el conjunto de la sociedad[17].  
     Sin embargo también cabe indicar que el Santo Oficio en España y América nunca tuvo un considerable grado de fuerza e independencia de las otras estructuras sociales y políticas. Los Tribunales Inquisitoriales siempre entraban en funciones después del establecimiento de otras instituciones como: consejos municipales, obispados o cancillerías. Sin embargo ni las instituciones eclesiásticas ni las civiles aceptaron con agrado la intromisión de la Inquisición, ya que consideraban a ésta, como una suplantación de sus propias funciones y, por consiguiente un ataque a sus derechos, a la vez de una intromisión en sus jurisdicciones.





Actividad:
1)- ¿Cuál fue el origen y finalidad de la Inquisición?
2)- ¿Qué es la herejía?
3)- ¿Qué diferencias existieron entre la Inquisición Episcopal y la Inquisición Pontificia?
4)- ¿Cuál era la función, naturaleza y características de la Inquisición española?
5)-¿Cómo relacionaría el accionar de la Inquisición con el objetivo de los Reyes de España, de lograr la unidad religiosa?
6)- ¿En que año y contexto es eliminada la Inquisición en España?
7)- Detalle los pasos que debía cumplir el proceso inquisitorial.
8)- ¿Tuvo la Inquisición en España y América la suficiente autonomía como para imponerse a otras instituciones políticas eclesiásticas, civiles, etc.? ¿Por qué?



Trabajo Práctico Nº  18 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: El Renacimiento, Humanismo y descubrimientos tecnológicos
     A comienzos del siglo XIV (catorce) comenzaron a declinar las instituciones y los ideales que caracterizaron a la Edad Media: el feudalismo, la caballería el predominio universal del Papa, la filosofía escolástica[18] y el sistema corporativo de gremios aplicado a la industria artesanal y al comercio.
     En su reemplazo, y en forma paulatina, se produjeron una serie de transformaciones que caracterizaron al mundo moderno. Estos cambios afectaron no solo las instituciones, sino también la cultura.

El Renacimiento
     El Renacimiento es la primera etapa de la Modernidad. Su nombre proviene del notorio interés mostrado por las sociedades de los siglos  XV (quince) y XVI (dieciséis)  por retomar y revalorizar la cultura grecorromana, que había sido relegada durante muchos años a causa de las ideas políticas y religiosas de la época. Este movimiento, que se originó en Italia, donde tuvo su mayor crecimiento y desarrollo, se expandió rápidamente por toda Europa occidental, tomando características particulares de cada región.
     El Renacimiento coincidió con la época en que se desarrollaron grandes descubrimientos, tanto geográficos como científicos y tecnológicos. Tuvo además una relación muy estrecha con el Humanismo, del que fue en parte causa y consecuencia. Se generó entonces un movimiento muy importante, en el que se abrían nuevas posibilidades, tanto intelectuales como religiosas, ideológicas y científicas, que los europeos comenzaron a desarrollar progresivamente.
     Los artistas, que hasta ese momento habían permanecido en el anonimato, tomaron conciencia de su individualidad y estilo, e iniciaron uno de los grandes saltos cualitativos en la historia del arte. Sedientos de saber buscaron nuevas técnicas, estudiaron la anatomía humana, el naturalismo, el claroscuro, la perspectiva y reelaboraron nuevas formas arquitectónicas. Aparecieron entonces grandes figuras como Filipo Brunelleschi, Leonardo Da Vinci, Rafael Sanzio, Miguel Ángel Buonarroti y Sandro Botticelli, entre otros.

El Humanismo
     El clima de ideas surgido en Italia y existente entre los siglos XV (quince) y XVI (dieciséis) del Renacimiento permitió que se desarrollaran renovados y nuevos pensamientos y  formas de concebir al hombre y las realidades que lo rodeaban, dando primacía a lo humano. Surgía así, una nueva cosmovisión denominada “Humanismo”.
     Recibe el nombre de Humanismo el estudio de la cultura clásica; y humanistas (del latín humanus: pulido, cultivado) a los escritores, coleccionistas y eruditos.
     El inicio del humanismo tiene su explicación en la suma de dos factores importantes que solo aparecen en Italia: la brillante situación socio-económica de sus ciudades y la herencia greco-latina que no había quedado oculta por completo, la que se sometió a estudios ya que todos los aspectos clásicos despertaron interés.
    Los pensadores humanistas fueron muy críticos con respecto a las ideas imperantes durante la Edad Media. Se opusieron a los conceptos dogmáticos y a las verdades absolutas, dando prioridad a la razón, la capacidad  crítica y la necesidad de experimentar para poder conocer. Este cambio generó un conflicto entre los pensadores y la Iglesia, defensora tradicional de los antiguos valores. Sin embargo, los humanistas no estaban en contra de los preceptos religiosos (como sí ocurriría con el período denominado “Ilustración”, en el siglo XVIII -diecisiete- europeo), sino que para ellos era el Hombre quien ocupaba un lugar central (antropocentrismo) y no Dios (teocentrismo) en la nueva visión de la realidad del mundo.
     Otro legado importante de los humanistas fue que se rescataron ciertos valores que se habían despreciado hasta ese momento: la fama, la riqueza, el prestigio personal, el poder, el lujo o el goce. Y fue en parte debido a esto, que surgieron importantes nombres, como se ha señalado en el ámbito del arte, que en épocas anteriores nunca hubieran trascendido[19]. La obra humanista tuvo pensadores y/o escritores muy importantes, sus principales impulsores fueron Dante Alighieri (1265-1321), Francisco Petrarca (1304-1374) y Juan Boccaccio (1313-1357); en el terreno literario, que conocían las obras de los escritores griegos y romanos antiguos, como Platón, Homero, Cicerón, Virgilio, Horacio y que exaltaron la belleza de sus obras. Desde el siglo XV (quince), los humanistas contaron con la imprenta de tipos móviles para la rápida difusión de su pensamiento en Europa. Con el paso de los años el humanismo asume particularidades y presenta referentes, como Erasmo de Rotterdam (en los Países Bajos), Tomás Moro (Inglaterra), Nicolás Maquiavelo (Florencia, -Italia-), Martín Lutero (Alemania), Michel de Montaigne (Francia), Nicolás Copérnico (Polonia), entre otros.

Los descubrimientos tecnológicos
     En la época moderna, entre el Renacimiento y la Revolución Industrial, hubo una multitud de nuevas invenciones y conocimientos que sacudieron los modos habituales de realizar ciertas tareas y generaron nuevas prácticas. Las creaciones del período fueron innumerables, e incluyen ejemplos tales como el telescopio o la perspectiva. Sin embargo, tres inventos llamaron rápidamente la atención de los contemporáneos: la imprenta, la pólvora y la brújula. Estos descubrimientos permitieron que la humanidad mirara con entusiasmo hacia el futuro y confiara en sus capacidades.
     Entonces muchos pensaban, con bastante razón, que la imprenta tipográfica había inaugurado una nueva época de conocimientos ampliados, pues gracias a ella  los libros se habían vuelto más claros, baratos, rápidos de confeccionar, fáciles de reproducir, de portar, de multiplicar en número (difundir), y más confiables. Muchos de los inconvenientes de la copia manuscrita se resolvían de esa forma. La imprenta contribuyó decisivamente a la difusión de las nuevas ideas en Europa y luego en el resto del mundo conocido.
     La invención de la pólvora cambió para siempre las formas de enfrentamiento militar en todo el mundo. Hasta entonces, la mayoría de los conflictos se resolvían con batallas cuerpo a cuerpo. El nuevo invento, combinado con los avances en la metalurgia, permitió que se inventaran el cañón y otras armas de fuego[20], más fácilmente transportables. Estas nuevas armas modificaron la dinámica misma de la guerra. Por ejemplo, durante la conquista de América, la pólvora no solo fue útil a los europeos por su poder destructivo, sino que, además, el estruendo que acompañaba al disparo de un arma de fuego producía, muchas veces, la fuga de los asustados indígenas, quienes desconocían este artificio.
     Las mejoras logradas en materia de navegación contribuyo en gran medida al impulso de las travesías de ultramar. La orientación de las naves en alta mar, presentaba en la antigüedad y en el medioevo dificultades insalvables que convertían en riesgosa aventura toda exploración más allá de la vista de la costa. La brújula[21](bussola: cajita, en italiano), basada en los principios del magnetismo terrestre, por su parte, revolucionó la navegación al permitir que los navegantes conocieran su posición en el mar y encontraran su rumbo también durante la noche, de modo que favoreció los primeros viajes transoceánicos de descubrimiento.
     También en el campo de las técnicas de navegación, junto con la brújula, la invención del astrolabio permitió medir la altura de los astros con relación al horizonte y fijar así la latitud de un lugar. Los portugueses lo utilizaron a partir del siglo XIV (catorce). Luego fue reemplazado por el sextante.
     La construcción de navíos experimentó mejoras, el uso de la carabela y (en menor medida) la nao, fueron los tipos utilizados. Los primeros en utilizar las carabelas fueron los portugueses en sus viajes al África. Era considerada como una nave de las más grandes y con mayor capacidad de carga de entonces, con unos 20 metros de longitud, la proa afilada y dos o tres palos como mástiles, no más de veinte tripulantes en las naves más pequeñas; sus ventajas radicaban en la mayor velocidad por ser más liviana y por su limitado calado[22] , lo que le permitía la navegación por ríos y mares de poca profundidad.
     La ciencia geográfica había realizado grandes avances. Se contaba con portulanos[23] relativamente precisos donde se registraban los resultados en las exploraciones precedentes (como las del viajante Marco Polo[24] y los viajeros árabes).


 





Actividad:
1)- ¿Por qué se denomina “Renacimiento” a la primera etapa de la Modernidad y cuáles fueron sus características?
2)- ¿Cuál fue la nueva actitud de los artistas y sus nuevas técnicas y aportes?
3)- ¿Cuáles eran las características de los pensadores humanistas respecto al orden anterior y a la nueva cosmovisión?
4)- ¿Qué diferencia la cosmovisión antropocéntrica de la teocéntrica?
5)- ¿qué valores exalta la nueva cosmovisión humanista y qué tipo de escritores tenían como referencia o inspiración?
6)- ¿Qué ventajas y cambios generaron la imprenta de tipográfica y el uso de la pólvora?
7)- ¿Qué inventos, o mejoras y/o nuevas técnicas facilitaron la expansión de ultramar europea?



Trabajo Práctico Nº  19 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: Proyectos europeos de expansión
Cambio de balance de fuerzas entre Oriente y Occidente: Con la proa hacia ultramar
     Hacia el año 1400, para la mayoría de los europeos, el mundo estaba reducido a su aldea o su ciudad y la zona vecina. Sólo unos pocos habían viajado a otras regiones del continente y, en el mejor de los casos, conocían lo que ocurría en otros lugares del mundo por relatos, muchas veces fantasiosos, de comerciantes y viajeros. Lo mismo podía decirse de los habitantes de América, que ignoraban la existencia de Europa tanto como los europeos, la de los americanos. Navegantes chinos habían recorrido la costa oriental de África y algunos comerciantes de Oriente Medio tenían vínculos con Asia y con Europa, pero no mucho más. En los dos siglos siguientes, ese panorama se modificó por completo.
     En efecto, entre los siglos XV (quince) y XVIII (dieciocho), varios países de Europa protagonizaron uno de los procesos de expansión comercial y territorial más importantes de la historia de la humanidad, que los llevó a todos los rincones de la Tierra. La exploración y el comercio, seguidos por la conquista y la colonización, cambiaron el aspecto de Europa y del mundo. Varios fueron los motivos de esta expansión.
     Una de las causas más importantes era comercial. Durante siglos, los europeos habían mantenido vínculos comerciales con el Lejano Oriente[25], mediante los que obtenían productos de lujo, como la seda o el marfil, y también especias. Por entonces, se llamaba especias a las sustancias que se empleaban para cocinar y para conservar los alimentos (canela, alcanfor, azafrán, clavo de olor, etc.), a las medicinas y a los perfumes; por todas ellas Europa pagaba verdaderas fortunas. Para obtener esos productos, los europeos recurrían a varios intermediarios, sobre todo, a mercaderes árabes.  En el siglo XIV (catorce), el Imperio Otomano inició un proceso expansivo, que se transformó en una amenaza directa para Europa en 1453, cuando los turcos otomanos tomaron la ciudad de Constantinopla, ciudad clave para el comercio en el mar Mediterráneo en la ruta comercial entre Europa y el Lejano Oriente. Los turcos comenzaron a cobrar altos impuestos a los comerciantes europeos[26], lo cual encarecía muchos los productos. Los europeos, entonces, se vieron obligados a buscar rutas alternativas para obtener los productos orientales[27].
      Además, tras un período de grave crisis en el siglo XIV (catorce), Europa comenzaba una etapa de expansión económica. Al aumentar la producción, los europeos también se lanzaron a ocupar territorios, pues necesitaban cultivar más tierras para proporcionar alimentos a una población que estaba aumentando. En cierto modo, la expansión ultramarina fue la continuación de este proceso en el resto del mundo. Por otra parte, estaba cambiando la estructura de muchos Estados europeos, y eso demandaba recursos para pagar ejércitos, funcionarios y el lujo de las cortes. Los monarcas europeos promovieron, entonces, los viajes de exploración ultramarina: buscaban metales preciosos y otros bienes, que necesitaban para financiar sus Estados.
     En el siglo XVI (dieciséis), el imperio otomano era territorialmente uno de los más grandes del mundo. Ocupaba desde las regiones orientales de Europa, como Polonia hacia el norte y Turquía al sur, hasta Egipto y Argelia, en África. Cuando las nuevas rutas descubiertas por los portugueses lograron el intercambio directo con zonas orientales, el imperio perdió parte de su poderío.
    Sin embargo, los europeos no lograron dominar a los turcos hasta el siglo XX (veinte)[28].

La expansión ibérica
     Los pioneros de la expansión europea fueron dos Estados de la península ibérica: Portugal y España. Existen varias razones que explican por qué los españoles y los portugueses fueron los primeros en lanzarse a la exploración intercontinental. En primer lugar, la península estaba en una posición geográfica privilegiada, que facilitaba la salida al Atlántico y el acceso a un grupo de islas que se podían emplear como postas antes de iniciar el viaje en alta mar. En segundo lugar, tanto los españoles como los portugueses tenían una larga tradición marítima, relacionada con actividades como la pesca y el comercio.
     En tercer lugar, existían motivaciones religiosas y culturales. En el siglo VIII (octavo), gran parte de la península había sido invadida por los árabes. Los portugueses y los españoles iniciaron un proceso de recuperación de sus territorios -conocido como Reconquista-, que concluyó con éxito en el siglo XIII (trece) en Portugal y en el siglo XV (quince) en España. Muchos católicos pensaban que existía una continuidad entre la expulsión de los árabes y la expansión hacia el resto del mundo, que permitiría difundir el cristianismo en toda la Tierra. Para ellos, la conquista del mundo era tanto militar como espiritual. Esta idea se reforzó con una conciencia de sucesos: en 1492 los españoles se aseguraron el control de su territorio y Colón realizó su primer viaje a América.
     Varias décadas después de las primeras y tímidas exploraciones, se había conformado un imperio marítimo ibérico, con asentamientos en África, Asia y América. 

Los viajes portugueses
     Portugal no contaba con las posibilidades de concretar una expansión terrestre en Europa, dado que estaba rodeado por la poderosa España; esto lo condujo a ser el primer país europeo que decidió explorar territorios alejados. Durante todo el siglo XV (quince) los portugueses hicieron viajes bordeando la costa occidental de África y explorando diversas islas, como las de Cabo Verde. Todos estos viajes consolidaron una experiencia importante en la navegación de grandes distancias adquirida por los navegantes del período.
     Hasta fines del siglo XV (quince), el comercio con Oriente se hacía a través de los territorios de una importante organización política, el imperio Otomano, que actuaba como intermediario comercial entre Oriente y Occidente. Este hecho favorecía a los comerciantes otomanos que, imponían un monopolio en sus rutas comerciales generando para sí, importantes ganancias.
     En 1487, los portugueses llegaron al Cabo de Buena Esperanza[29], por el que se podía acceder a Oriente bordeando la costa este del África hacia el océano Indico. El establecimiento de esta nueva ruta comercial fue importante para Portugal dado que, al ser el primer país que llegaba a estos territorios, tenían ventaja sobre sus competidores europeos en la exploración y el establecimiento de tratados y pactos comerciales con las poblaciones nativas de las zonas contactadas. Esta nueva ruta descubierta evitaba la intermediación de los comerciantes otomanos.
     En 1497, una nueva expedición al mando del marino portugués Vasco da Gama llegó dos años después a Calicut[30], India, uno de los principales centros del comercio de especias, que eran muy apreciadas en Europa ya que se utilizaban para la conservación de alimentos.
     Desde ese momento, se fueron asentando pequeñas colonias portuguesas en Oriente. En uno de esos viajes, hacia el año 1500, Pedro Álvares Cabral, descendiendo hacia el sur de África, realizó una maniobra muy amplia hacia el oeste y llegó, por casualidad, a las costas del Brasil, sobre un territorio que llamó Vera Cruz. La expansión se consolidó de dos maneras distintas. Cuando los portugueses se encontraban con una sociedad organizada que contaba con un poder central, intentaba establecer alianzas comerciales con las personas influyentes y poderosas; sin embargo, cuando se encontraban con una sociedad débil y consideraban que era posible disolver los poderes existentes, los funcionarios portugueses se apoderaban de los nuevos territorios y los administraban a su antojo y conveniencia.



Actividad:
1)- Describa el contexto y las dificultades comerciales entre Occidente (Europa) y Oriente producto de la expansión del Islam.
2)- ¿Qué causas provocaron la expansión ultramarina europea?
3)- ¿Por qué españoles y portugueses fueron los primeros en lanzarse a la exploración ultramarina?
4)- ¿Cuál era el carácter que representaba, para los católicos, la conquista del mundo para como continuidad de la expulsión de los árabes de la península ibérica? ¿en qué contexto y cuando se refuerza esta idea?
5)- ¿Por qué Portugal debió iniciar su expansión por vía marítima y qué estrategia adoptó?
6)- ¿Cuál fue el papel del imperio Otomano en la relación comercial entre Occidente (Europa) y Oriente y en que afectó al comercio occidental?
7)- ¿Qué diferentes consecuencias produjo en beneficio de Portugal, el haber llegado a Calicut en 1497?
8)- ¿Cuándo y cómo llegan los portugueses al actual Brasil y que métodos de expansión establecieron con las sociedades halladas?




Trabajo Práctico Nº  20 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: El descubrimiento de América.
La España del descubrimiento
     Durante la Edad Media, la península hispánica estuvo dividida en varios reinos, independientes entre sí. A fines del siglo XV una alianza matrimonial entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón posibilitó la unión de casi toda España, a excepción del reino de Granada, que estaban ocupados por los moros, y de Navarra. 
     En el siglo XV, la lucha contra los musulmanes fortificados en la zona de Granada, su último reducto luego de una ocupación de ocho siglos.
     Desde 1474, los dos reinos principales aparecen unidos por el matrimonio de Isabel -que asumió el trono de Castilla- y Fernando, rey de Aragón, que tenía como posesiones las islas Baleares, Cerdeña y Sicilia y mantenía buenas relaciones con Génova y Nápoles. La flamante monarquía unificada por el matrimonio, se había propuesto convertir a España en un Estado moderno. Con la economía básicamente campesina, era la más atrasada de las potencias europeas y parte de su territorio aún estaba en poder de los musulmanes. Además, atravesaba una grave crisis económica y mantenía una disputa con Francia por la posesión del reino de Nápoles, en Italia. La tierra estaba concentrada en manos de la nobleza y eran recurrentes las hambrunas y las epidemias. Las ciudades españolas apenas participaban en las redes mercantiles europeas, excepto por la exportación de lana a Flandes.
     En suma, en 1490, España requería una fuente de riqueza adicional, que le permitiera superar la crisis. La expansión ultramarina portuguesa y la explotación de las riquezas africanas eran, para los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, un modelo para imitar.
     En 1492, tras la toma de Granada y libres del problema musulmán, pudieron lanzarse a nuevas empresas. Durante ese reinado se iniciaron los viajes transatlánticos, que terminaron en la conquista de continente americano.

Las motivaciones personales de la reina Isabel de Castilla y de Colón
     El proyecto de Colón se basaba en un cálculo erróneo del tamaño de la Tierra y, por consiguiente, de la distancia entre las Indias y Europa. Por eso, el viaje que Colón había imaginado era mucho más corto y posible de lo que se pensaba entonces, y así lo presentó a la reina Isabel de Castilla. Por otro lado, los reyes españoles tenían sus propios intereses para probar una ruta a las Indias por el oeste: los portugueses los habían aventajado en la exploración de África y un tratado firmado en 1479 prohibía a España emprender exploraciones en esa dirección[31].
     Por su parte, Colón presentó su proyecto[32] de navegar hacia el oeste ante los reyes españoles en 1486. Por llegar a las Indias Orientales exigía ser nombrado virrey, gobernador y adelantado de las tierras descubiertas, y almirante del Mar Océano, un título casi nobiliario. Además, pedía, a perpetuidad. El 10% de todas las riquezas que llegaran por la ruta que él descubriera. Sus objetivos personales eran obtener riquezas, ascender socialmente y disponer de un título que sustentara su nueva posición.
     Colón persistió en este objetivo aún después de los cuatro viajes realizados a América. Según el historiador Ruggiero Romano, “toda su vida siguiente se esterilizará en dos ideas (…): por un lado, la búsqueda de las Indias  y de Cipango (Japón); por el otro, el deseo de que el acuerdo estipulado por los soberanos de España (…) sea respetado y cumplido al pie de la letra”.
Los primeros asentamientos
     Después del exitoso viaje de Vasco da Gama, los portugueses lograron dominar la navegación por el océano Índico y monopolizaron el comercio de los productos orientales. Los españoles habían quedado en desventaja. Por su parte, siete años antes del viaje de Vasco da Gama; el navegante genovés Cristóbal Colón pensaba que una nueva ruta hacia Oriente se podría encontrar navegando desde Europa hacia el oeste. Con esta idea firme, consiguió a fuerza de insistencia, el apoyo de los Reyes Católicos.
     Colón reunió cien tripulantes y, al mando de una nao y dos carabelas, zarpó del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492. Navegó por más de dos meses hacia el oeste sin divisar tierra firme. Cuando su tripulación, mermada por la muerte y las enfermedades, alcanzaba el extremo de la desesperación, el 12 de octubre las naves llegaron a territorio americano, aunque Colón nunca lo supo. Cuando murió en 1506, después de realizar cuatro viajes a América, aún creía que había llegado a China[33].
     En 1496 los españoles fundaron la ciudad de Santo Domingo. Desde allí comenzaron las expediciones hacia otras islas centroamericanas, en las que dominaron a las poblaciones nativas y fundaron varias ciudades. Posteriormente, los españoles emprendieron expediciones por el continente para buscar oro e indígenas que pudieran extraerlo de las minas.
     Los conquistadores pronto aprendieron que el mejor método para conquistar las poblaciones nativas era entablar negociaciones con los jefes de estas sociedades, los caciques o curacas. En muchas ocasiones, las poblaciones indígenas mantenían conflictos con otras o estaban sometidas a poderes más grandes, y los caciques se aliaban a los españoles. De este modo, esperaban hacer frente a sus adversarios o a sus dominadores; sin embargo, los españoles no solían cumplir con los términos de tales acuerdos. Esta estrategia fue aprovechada durante toda la conquista de América.

La llegada de los españoles a América
     Mientras los incas y los aztecas expandían sus imperios en América, los europeos exploraban nuevas tierras con objetivos económicos, políticos e incluso religiosos. A fines del siglo XV (quince), los españoles llegaron a América e iniciaron una conquista militar y una dominación política que duró siglos. 
    
El Tratado de Tordesillas
     Durante el siglo XV (quince), los portugueses fueron expertos navegantes. En 1456, el Papa Calixto III concedió a Portugal la propiedad de los nuevos territorios que se descubrieran. De acuerdo con esta medida, España al lanzarse, también, a la exploración de ultramar actuaba de forma ilegítima, ya que todos los territorios descubiertos por los españoles y los asentamientos en America Central (a partir de 1492), deberían supuestamente pertenecer a Portugal. Los españoles, disgustados, presionaron al Papado para que revisara esa orden, y consiguieron que se firmara una nueva disposición. En 1494, el Tratado de Tordesillas, avalado por el papa Alejandro VI, concedió a España los territorios situados a partir de las 370 leguas -unos 2000 kilómetros- al oeste de las islas de Cabo Verde, y a Portugal aquellos que se encontrasen al este de esa línea imaginaria.
     La línea imaginaria presentaba serias dificultades para ser demarcada, no se especificaba la línea en grados de meridiano ni identificaba, puntualmente, la isla desde la que debían contarse las 370 leguas, ni tampoco la longitud definitiva de la legua. El tratado declaraba que esas cuestiones serían establecidas por una expedición conjunta entre ambos reinos que nunca se llevó a cabo. A esto debemos sumar la dificultad del desconocimiento del tamaño del planeta, que tornaba más imprecisa la ubicación de dichos puntos de referencia.
     En el aspecto diplomático, este tratado suponía que por orden de la Iglesia, los únicos países que tenían derecho a explorar y conquistar el continente americano eran España y Portugal, países con monarquías cuya fidelidad a la Iglesia era inobjetable. La justificación de esta medida era que los reyes de ambos reinos se comprometían a expandir la religión Católica en las nuevas tierras adquiridas. Los monarcas de Francia e Inglaterra decidieron que ellos también emprenderían expediciones al Nuevo Mundo, de este modo comenzaron los viajes de exploración hacia América del Norte, sin tener en cuenta lo que había establecido el Papa.
     Partiendo desde las islas del Caribe, los españoles ocuparon América Central. Luego, siguieron su marcha hacia el norte y conquistaron México. Hacia el sur, la conquista se centró en la región andina, desde los territorios actuales de Venezuela, Colombia y Perú -centro del imperio inca- hasta Chile y la Argentina. Por su parte, los portugueses concentraron sus asentamientos en el actual Brasil, especialmente en las costas, donde fundaron las principales ciudades. Sin embargo, la búsqueda de metales preciosos y diamantes los llevó a aventurarse tierra adentro, aprovechando a su favor, las imprecisiones en la demarcación definitiva de la línea imaginaria que establecía el Tratado.




Vasco Núñez de Balboa: descubrimiento del mar del Sur
     Vasco Núñez de Balboa se dispuso a confirmar las insistentes versiones indígenas que hablaban de “la existencia de un gran mar al otro lado de las montañas”. En septiembre de 1513 saló de la región de Darién[34] al frente de 190 hombres y un millar de indígenas.
     Luego de 25 días de marcha, en los cuales debió atravesar regiones selváticas, vencer tribus hostiles y ascender las cumbres de la cordillera, Balboa alcanzó su objetivo: desde la cima pudo observar el océano Pacífico. Inició luego el descenso hacia sus costas hasta internarse en las aguas  a las que llamó mar del Sur. A partir de entonces, se tuvo la confirmación absoluta de que “las Indias” integraban un nuevo continente.
    
El nombre de “América”: una injusticia histórica
     El nombre de América impuesto a nuestro continente no inmortaliza a su descubridor, Cristóbal Colón, sino que hace referencia a un marino florentino. Este navegante realizó dos viajes al Nuevo Mundo: uno al servicio de España y otro a las órdenes de Portugal. Uno de sus trabajos cartográficos fue traducido con el nombre de Mundus Novus (1507), éste incluía un mapa del cartógrafo alemán Waldseemüller donde se recogían sus relatos, este navegante florentino llamado Américo Vespucio  (o Amerigo Vespucci, o Americus Vesputius), afirmaba que los descubrimientos hechos tras 1492 no eran tierras asiáticas sino un nuevo continente. En ese mapa de 1507 las nuevas tierras aparecen denominadas como América en su honor. De esta manera quedó claramente expuesto que existía una masa continental distinta de Asia. Posteriormente un grupo de geógrafos alemanes publicó la geografía de Ptolomeo seguida de las noticias de Vespucio, en el cual, por primera vez, se hacía referencia a una raza americana. Así, el uso consagraría el nombre de América[35], aunque España prefirió denominar a sus tierras Indias Orientales.

 



Actividad:
1)- ¿Cómo se relacionan la unificación de las coronas de Castilla y Aragón, la expulsión musulmana de la península ibérica y la crisis de la economía española en torno al modelo expansionista portugués?
2)-  Explique brevemente los proyectos expansionistas de Portugal y España.
3)- ¿Qué motivaciones tenían la Reina Isabel de Castilla y Cristóbal Colón, respecto a explorar una ruta hacia las Indias por el Oeste?
5)- ¿Qué partes intervinieron en el Tratado de Tordesillas y qué disponía el mismo?
6)- ¿Fue efectiva la aplicación del Tratado de Tordesillas? ¿Por qué?
7)- ¿Qué suponía en el aspecto diplomático, este tratado y cuál era el compromiso de los reinos ibéricos?
8)- ¿Cuál fue la actitud de países como Francia e Inglaterra ante lo dispuesto por el Papa?
9)- ¿Qué europeo descubre el océano Pacífico, en qué región de América, cómo se lo llamaba y que afirmación contribuyó a confirmar la existencia de dicho océano?
10)- ¿Por qué se dice que el nombre del continente, “América”; forma parte de una injusticia histórica?


[1]Burguesía: Grupo o clase de carácter urbano (su denominación proviene de “burgo”: ciudad), surgió en Europa en la Baja Edad Media, dedicada a actividades no agrarias y que supuso un elemento distorsionador del esquema estamental formado por nobles, clérigos y campesinos (principalmente, siervos). Constituido originariamente por mercaderes, grandes maestros artesanos y profesionales (médicos, abogados y notarios) y, más tarde, por propietarios acomodados de establecimientos industriales, banqueros y comerciantes. Su posterior consolidación y desarrollo se vincula directamente con la evolución del capitalismo moderno, hasta conseguir imponerse en el terreno político tras la Revolución Francesa  y el triunfo de los sistemas liberales en el siglo XIX (diecinueve).
[2] Elite: sinónimo de minoría rectora. Grupo minoritario dentro de una sociedad, que posee ciertos privilegios por sobre los demás. Para algunos sociólogos, la acción social viene explicada por la pugna entre estas minorías y las masas.
[3] Proceso encabezado principalmente por España, Francia, e Inglaterra.
[4] Estado: Es un conjunto de instituciones del orden político que tienen soberanía o jurisdicción sobre un determinado territorio en el que vive cierta población. La idea de Estado fue acuñada por el político e historiador Nicolás Maquiavelo (1469-1527), que propuso la unificación de las ciudades italianas a partir de un poder coactivo del príncipe.
[5] Homogénea: Que tiene una composición uniforme, es de un mismo género o posee elementos iguales.
[6] Italia, por ejemplo, contaba con numerosas ciudades que sobrepasaban el poder de un rey. Por eso su unificación no fue posible hasta 1861, y aún hoy pueden verse las marcadas diferencias políticas internas.
[7] Durante el siglo XVII (diecisiete) surgió la teoría acerca de que el soberano deriva su derecho a gobernar de la voluntad de Dios, y no de ninguna autoridad temporal, ni siquiera de la voluntad de sus súbditos ni de ningún estamento o grupo social. Elegido por Dios, un monarca sólo es responsable ante él, y sólo debe responder por sus acciones ante Dios.; a esta argumentación se la llamó, Teoría del Derecho Divino.
[8] Monarquía parlamentaria: en ella el rey está sujeto en su actuación al Parlamento., que es la expresión de la soberanía y fuente del poder. La revolución inglesa (siglo XVII - diecisiete-) consagró el primer ejemplo de de este tipo monarquía. 
[9] Cátaros: Herejía extendida desde mediados del siglo XII (doce), sobre todo por el sur de Francia, dónde se los denominaba albigenses. Pretendían una pureza absoluta de costumbres, negaban que se perdonara los pecados a los que se arrepentían; declaraban adúlteras a las viudas que volvían a casarse, se proclamaban más puros que los demás  y llegaron a contar con una auténtica organización eclesiástica.
[10] Herejía: Proviene del verbo griego Aíresis, elegir, optar. Los autores latinos han propuesto innumerables etimologías. En su primitiva acepción, el concepto herejía no tenía nada infamante: eran herejes los que simplemente reivindicaban una escuela filosófica.  Empero, desde que se impuso en el Bajo Imperio la interpretación de la Iglesia Católica, el concepto pasó a asimilarse a error, a quienes creen o enseñan cosas contrarias a la fe de Cristo y de su Iglesia. La herejía fue vista incluso como un crimen peor que otros crímenes, aún que la alta traición; para la sociedad de esa época era lo que llamamos anarquía. Por lo tanto la severidad con la cual el hereje fue tratado por la autoridad secular ocurría de hecho mucho antes de lo que la inquisición fue establecida.
[11] Federico II, emperador del Sacro Imperio.
[12]Manual de Inquisidores: Se trataba del "Directorium Inquisitorum", un tratado donde se recopiló las leyes y normas esenciales para realizar correctamente la labor del inquisidor y que llegó a ser la obra más utilizada por todos los inquisidores posteriores. En él desgrana tanto la naturaleza y la razón de ser de la fe cristiana así como la perversión que radicaba en toda herejía, presunta o verdadera, al sustentarse contra la verdad y la recta doctrina, y especialmente aborda la práctica inquisitorial: quién puede remover a un inquisidor de su oficio, si expira su potestad una vez que fallece el Papa, si cabe proceder contra los reyes, si se debe juzgar por herejía a los ya muertos, si el inquisidor tiene derecho a disponer de tropa armada, qué hacer en caso de disconformidad del obispo del lugar, e incluso trata sobre las cárceles, los testigos, los interrogatorios, los tormentos, etc.
[13] Moro: Se trata de un término que históricamente se ha utilizado en España para designar a los musulmanes; en tanto que morisco (palabra que deriva de moro) fueron denominados los musulmanes españoles bautizados tras la pragmática de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502.
[14] salvo, naturalmente, los herejes.
[15] Efigie: Imagen, representación de una persona.
[16] Investigaciones recientes demuestran que de un total de 44.647 procesos, entre 1540 y 1700, solamente 826 personas (el 1,8% recibieron pena de muerte). Por los tribunales hispanoamericanos de un total de 2.825 procesos, unos 50 fueron condenados a muerte, es decir, 1,76%.
[17] Para algunos, las prácticas jurídicas tendientes a contener la herejía deben valorarse simplemente como signos de otros tiempos en los que la crueldad y la violencia se encontraban institucionalizadas, incluso en el derecho común. A esta postura revisionista no le parece razonable exigir al Santo Oficio el respeto de recaudos y garantías que la humanidad tardó en descubrir hasta la general aceptación del pensamiento de la Ilustración, es decir, prácticamente a partir del siglo XIX (diecinueve). Desde otro punto de vista, historiadores acerca de la Inquisición, como el británico  Arthur Stanley Turberville, sostiene que “no es que el Santo Oficio fuese peor que los tribunales seculares, sino que hubiese podido ser mejor. Es una horrible incongruencia que semejante sistema haya sido aplicado por ministros de Cristo y en Su nombre”. En esta línea de pensamiento y a partir de una actitud autocrítica, el Papa Juan Pablo II pidió perdón - entre otras faltas de la Iglesia- por los excesos y torturas de la Inquisición, en su documento “Memoria y reconciliación”, del 12 de enero de 2000.
[18] Escolástica: Perteneciente o relativo a las escuelas medievales o a quienes estudiaban en ellas. Filosofía de la Edad Media, cristiana, arábiga y judaica, en la que domina la enseñanza de las doctrinas de Aristóteles, concertada con las respectivas doctrinas religiosas.
[19] Los humanistas italianos se volcaron a su estudio y contaron con el decisivo apoyo de grandes señores - denominados luego mecenas-, de ricos burgueses y de los Papas romanos, que, impregnados del espíritu de la época llevaron a muchos de esos estudiosos, de Florencia y Venecia,  a Roma.
[20] Por ejemplo: la culebrina de mano, se trataba de un cañón de poco calibre, portátil y el arcabuz, antecesor del fusil.
[21] No puede afirmarse con certeza si fueron los chinos o los árabes los primeros que conocieron la propiedad que tiene la aguja imantada de señalar la aproximación al Polo Norte, cuando se mueve libremente.
[22] Calado: Profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de un barco.
[23] Portulanos: Colección de planos de varios puertos, encuadernada en forma de atlas.
[24] Marco Polo fue un mercader y explorador veneciano que viajó al Oriente en el siglo XIV (catorce), permaneciendo largo tiempo al servicio del emperador de China. Cuando regresó a Italia, escribió un libreo sobre sus experiencias en estos territorios. Hasta que se concretaron los viajes portugueses, los escritos de Marco Polo fueron la única fuente de información sobre el Lejano Oriente.
[25] Países del denominado Lejano Oriente como India, China, Japón y la Malasia, tenían fama, ya en la Edad Media, de ser inmensamente ricos, no solo por sus especias, también se decía que en ellos abundaba el oro, la plata, el marfil, la seda y la porcelana.
[26] Generalmente se trataba de comerciantes y/o marinos genoveses o venecianos que compraban mercaderías para llevarlas a puertos europeos, principalmente Lisboa (Portugal) y Amberes (Países Bajos españoles -hoy Bélgica-) desde dónde se distribuían por el resto de Europa, con gran recargo de precio.
[27] Hasta la segunda mitad del siglo XVI (dieciséis), solo llegaba de regreso a Portugal la mitad de los barcos que partían con fines comerciales. El poderío de los turcos indica que los europeos  no siempre lograron el dominio de los nuevos territorios sobre los que querían expandirse. En muchas oportunidades debieron contentarse con establecer alianzas diplomáticas y comerciales
[28] Más precisamente como una de las consecuencias directas de la Primera Gurra Mundial.
[29] Con la expedición al mando de Bartolomeu Días.
[30] Actual Kozhikode, en la India.
[31] Colón no fue el primero en proponer que se podía llegar a las Indias navegando hacia el oeste. En 1459, el matemático Paolo Toscanelli había presentado al rey Alfonso V (quinto) de Portugal un proyecto similar al suyo. Portugal no aceptó viajar hacia el oeste ni internarse en el mar desconocido, por tres motivos: la falta de tecnología adecuada hacía mucho más prudente navegar a la par de la línea de costa; las distancias calculadas entre las Indias y Occidente eran inmensas, lo que impedían un abastecimiento de provisiones suficientes para tal travesía; hacia 1470, Portugal dominaba todo el litoral atlántico africano y el rey creía que pronto hallarían, en la misma dirección, la nueva ruta hacia Oriente.  
[32] Los términos de este contrato entre la Corona Española y Colón pasarían a constar en las llamadas “Capitulaciones de Santa Fé
[33] Morirá en Valladolid en 1506 sin haber conseguido su objetivo, desposeído de sus cargos y sin saber que había descubierto para los europeos el “Nuevo Mundo”, convencido de haber encontrado una nueva vía marítima que comunicara con la India.
[34] Darién es una provincia de la República de Panamá. Está ubicada en el extremo oriental del país y limita al norte con la Provincia de Panamá y la Comarca de Kuna Yala. Al sur limita con el Océano Pacífico y la República de Colombia. Al este limita con la República de Colombia, y al oeste limita con el Océano Pacífico y la Provincia de Panamá.
[35] el nuevo nombre se hizo pronto muy popular en el resto de los países europeos.

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