Un ingeniero propone una nueva teoría sobre cómo se levantaron
Las Pirámides fueron construidas de adentro hacia afuera. No se
usaron grandes rampas sino andamios y cuerdas. El interior de los
templos está realmente formado por escombros, adobe y pequeñas piedras.
Los grandes bloques se utilizaron para la estructura y la parte
exterior. Y el revestimiento de piedra caliza se fue cayendo no tanto
por la avaricia de los ladrones, sino por la acción implacable del dios
Ra: las grandes oscilaciones térmicas del desierto en cuanto el sol se
hunde en el horizonte.
Hasta aquí, las revolucionarias teorías de Peter James, apodado como
el Indiana Jones galés por su aire aventurero. Aunque en realidad no es
un arqueólogo, y ahí le duele. Su profesión es ingeniero
estructural y lleva más de 20 años trabajando en la restauración de los
templos de Egipto e intentando desentrañar su último misterio.
¿Cómo fueron realmente construidas las pirámides hace más de 4.600 años?
¿Cómo se pudieron levantar en el tiempo récord de cinco lustros?
¿Hicieron falta legiones de esclavos o fueron realmente obra de
constructores experimentados? A falta de documentos que ilustren el
proceso de construcción de las pirámides, todo han sido hasta el momento
teorías. A Heródoto, el primer cronista mundial, le contaron los
sacerdotes que los templos se construyeron por gradas y usando ingenios
de madera.
Perspectiva de ingeniero
Las interpretaciones más extendidas hasta la fecha han sido, sin embargo, el uso de la rampa incrementada (que iba aumentando en altura según crecía la pirámide) o las rampas múltiples (en las que las piedras eran levantadas sobra cada hilada para alcanzar el siguiente nivel). Pero Peter James ha lanzado por tierra estas dos últimas teorías.
Su perspectiva de ingeniero y su experiencia como restaurador (con la
pirámide escalonada de Zoser, la acodada y la roja de Dashur) le han
llevado a las controvertidas conclusiones, publicadas por la revista Structure y anticipadas por el diario británico The Times.
Los arqueólogos no han tardado en replicar y los faraones llevan ya
varios días removiéndose en sus tumbas. «Soy básicamente un constructor y
no un arqueólogo», advierte el experto galés, al frente de la compañía
Cintec International, que trabajó intensamente en Egipto para restaurar
los templos milenarios afectados por el terremoto de 1992. «He afrontado el problema como un ingeniero, intentando usar sólo los materiales disponibles en el Antiguo Egipto.
Los arqueólogos han asumido que las pirámides están construidas con
el mismo tipo de bloques usados en la parte exterior», asegura James.
«Eso no puede ser correcto, porque para producir los dos millones de
grandes bloques que se supone se necesitaron para construir la Gran
Pirámide de Giza en 25 años, habría hecho falta sacar un nuevo bloque de
la cantera cada tres minutos».
James derriba también la teoría de las rampas exteriores para transportar los enormes bloques,
por otra razón: «Para poder transportar los bloques en un ángulo
manejable, las rampas tendrían que haber sido tan grandes como la propia
pirámide y haber alcanzado el cuarto de milla de longitud (400 metros).
Si hubieran existido rampas tan grandes, quedaría algún vestigio de
ellas, pero no queda nada de nada alrededor de las pirámides».
Debdentro a fuera
El ingeniero galés sostiene que los templos, aprovechando
precisamente el experimento fallido de la pirámide acodada de Dashur,
tuvieron que ser construidos necesariamente desde dentro, con pequeñas
rampas interiores que fueron creciendo, y utilizando escombros,
materiales de relleno y piedras notablemente más que pequeñas que las
usadas para la estructura y la parte exterior.
Según James, se empezó a construir desde la base por las esquinas, y
se dejaron abiertas secciones en el centro para seguir subiendo en
altura y construyendo los corredores y las cámaras internas, usando
sobre todo granito. Para la construcción externa, y en esto coincide con
el inmortal Heródoto, el ingeniero sostiene que se usaron los andamios
de madera y la cuerda.
Sin quitarse el sombrero, el Indiana Jones galés asegura haber
resuelto de paso el misterio de por qué se deprendieron los
revestimientos de piedra caliza de las pirámides. Los saqueos y los
robos eran hasta ahora la teoría más extendida. James sostiene sin
embargo que las piezas cayeron como costras y se fueron acumulando en la
base (antes a la acción de los "ladrones") por simple "expansión
termal".
«Las grandes oscilaciones de temperatura en el desierto fueron la auténtica causa»,
sostiene James, sin miedo a que le tachen de irreverente. «Las
pirámides fueron construidas en honor a Ra, el dios del Sol, y al final
fue el propio Ra quien acabó afeándolas».
En la Pirámide Acodada de Dashur, según James, «los daños parecen
haber sido causados por un gigante cuya mano se hubiese extendido a
través de la cara de la pirámide con una enorme energía, aspirando la
frente y dejando las cuencas vacías". El ingeniero que el deterioro se
debe sin más a los espectaculares saltos del termómetro (40 grados
durante el día y tres por la noche) que él mismo ha experimentado
durante más de dos décadas en carne propia.
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