Trabajo Práctico Nº de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: La caída de Roma
Desde el siglo IV
(cuarto) después de Cristo, el proceso de disolución del Imperio Romano se
aceleró. La ruina del comercio entre la Europa mediterránea y Oriente, iniciada el siglo
anterior; la anarquía militar producto del permanente ejercicio del poder
político por quienes detentaban el mayor poder militar; la crisis de la antigua
religión y la fusión del cristianismo; la
entrada de pueblos bárbaros; la inseguridad en las comunicaciones,
contribuyeron a la disolución definitiva.
El
mundo romano entró en crisis entre los siglos III y V de nuestra era, debido a
un conjunto de factores internos y externos:
·
Su economía
estaba en decadencia ya que consumía mucho más de lo que producía.
·
El ejército se
había transformado en una maquinaria muy costosa de mantener.
·
Las luchas por
las sucesiones al trono generaban una gran inestabilidad política y una
ausencia completa de administración.
·
La corrupción
involucraba a todo el Estado y la pobreza se generalizaba entre los ciudadanos.
·
Los germanos,
un conjunto de pueblos que los romanos llamaban bárbaros, comenzaron a
asentarse en los límites del Imperio a partir del siglo II. Progresivamente, se
incorporaron al ejército y a la vida romana, hasta que en el año 476 [1]atacaron
Roma y destituyeron al emperador.
Trabajo Práctico
Nº 1 de Historia y Geografía del 1er
Ciclo
Tema: Transición hacia el feudalismo
Los
procesos de cambios históricos pueden ser bruscos o lentos. Con determinados hechos,
como por ejemplo las revoluciones, los tiempos se aceleran y los cambios son
rápidos. En otras etapas, la sociedad se va transformando lentamente y, aunque
pareciera que todo se mantiene igual, muchas cosas van cambiando, hasta que un
día la sociedad ya no es la misma.
Cuando
se producen transformaciones lentas pero progresivas, que tienen por resultado
el paso de un tipo de sociedad a otra totalmente diferente, hablamos de un proceso
de transición.
Ruptura
del mundo Mediterráneo
Esto
ocurrió con el mundo del Mediterráneo a partir del siglo VI. Todas las características
de la sociedad del Imperio Romano -la vida urbana, la centralización política,
la esclavitud- fueron cambiando con el paso del tiempo.
Hacia
el siglo V de nuestra era, el Imperio Romano estaba atravesando una profunda
crisis económica, social y política. Mientras esto ocurría un grupo de pueblos bárbaros -los germanos- invadieron el
Imperio acelerando el proceso de descomposición de la sociedad romana.
Hacia
el siglo IX d. C. el mundo del Mediterráneo ya no era el mismo. La unidad
cultural del Imperio, dio paso a tres culturas diferentes: la feudal en Europa
occidental, la bizantina[2]
en Europa oriental y el Islam en el cercano Oriente, el norte de África y el
sur de España.
Como
resultado de esa descomposición, desapareció el Imperio Romano occidental dando
lugar, hacia el siglo IX (noveno) y X (décimo) a la formación de un nuevo tipo
de sociedad llamada sociedad feudal.
Entre
el siglo V y el VIII se desarrollaron pequeños reinos aislados y con escaso poder
sobre la población y el territorio. La debilidad de la monarquía de esos reinos
favoreció el incremento del poder de la aristocracia terrateniente. Los monarcas,
con la excepción de Carlomagno, rey de los francos, no fueron capaces de
imponer su autoridad sobre esta clase cada vez más poderosa.
Más adelante, en los siglos VIII y IX, se produjeron las invasiones
árabes y vikingas (la segunda oleada) y los reyes fueron incapaces de proteger
a la población. Esta tarea quedó en manos de los terratenientes, que cobijaron
a la población atemorizada dentro de sus posesiones.
Como
consecuencia de este proceso, los terratenientes se transformaron en el verdadero
poder político y económico, dominando a los campesinos que cada vez dependían
más de ellos.
Entre
los siglos IX y XI, se consolidó esta nueva organización social llamada feudalismo,
en Europa occidental.
La
sociedad feudal se caracterizó por la descentralización del poder político,
la formación de varios reinos, la decadencia de la vida urbana, la
disminución del comercio y el desarrollo de una organización social y
económica fundamentalmente rural. La sociedad feudal se mantuvo hasta el siglo
XIV, en el que una nueva crisis dio comienzo a un proceso de transición.
En
síntesis, en el período histórico conocidos como La Edad Media podemos
reconocer tres procesos diferenciados: la transición de la antigüedad al
feudalismo, la consolidación de la sociedad feudal y la transición hacia
un nuevo tipo de sociedad llamada capitalista.
Actividad:
1- ¿Qué caracteriza
a un proceso de transición?
2- Luego de la
desintegración del Imperio romano occidental: ¿qué nuevas culturas y en qué
regiones surgen?
3- ¿Qué
consecuencias trajo la nueva invasión (árabe y vikinga) en Europa?
4- Mencione, a modo
de ítems, los rasgos que caracterizó a
la sociedad feudal desde el siglo XI al XIV, aproximadamente.
Trabajo Práctico
Nº 2 de Historia y Geografía del 1er
Ciclo
Tema: Los reinos germánicos
Los germanos eran pueblos seminómades de
origen diverso, vecinos inmediatos del Imperio Romano de Occidente. Su
aparición en éste ámbito se da desde comienzos del siglo I (uno). Se situaron
en los llanos, más allá del río Rin y del Danubio, reunidos en tres grupos
principales:
Germanos del
norte: ubicados en las costas del mar del norte.
Sajones y anglos.
Germanos
orientales: ubicados al este del río Elba, Godos
(divididos en visigodos y ostrogodos), vándalos, burgundios, suevos.
Germanos
occidentales: ubicados al oeste del río Elba, Francos,
alamanes, lombardos.
Constituían un conglomerado de diversos
pueblos con cultura, costumbres y hasta
idiomas distintos: los romanos los denominaban “bárbaros”; término que
significaba “extranjero” o ajeno al sistema romano.
Vivían agrupados en tribus, dirigidas por
un jefe. Entre ellos imperaba un modo de producción primitivo y comunal.
Originariamente[3],
entre estas tribus, la propiedad privada de la tierra era desconocida y todos
los años los jefes de las tribus decidían qué parte del suelo común habría de
ser arada y asignaban las diversas porciones a los clanes respectivos, que
cultivaban y se apropiaban los campos en forma colectiva. Los hombres libres,
integraban una Asamblea que intervenía en las decisiones políticas. La familia
era la base de la organización social germana. Como no tenían leyes escritas,
el padre en su rol de juez resolvía los conflictos entre miembros de la tribu
mediante castigos o “precios” en número de reses.
Habitaban en aldeas integradas con chozas.
Sus actividades principales eran el pastoreo y la agricultura. A partir del
siglo I (uno) comenzaron a cruzar las fronteras del Imperio Romano, en busca de
tierras y botín. No perseguían la destrucción del Imperio, ya que consideraban
al Estado Romano como una admirable organización política en la que pretendían
obtener un lugar.
Antes de su caída, el Imperio fue
incorporado numerosos grupos de germanos como soldados o como colonos. Ellos se
comprometían a defender las fronteras, a cultivar las tierras y a reconocer la
autoridad del emperador.
Pero en el siglo V (quinto) este avance
pacífico vuelve incontrolable para los romanos. Esta irrupción violenta se
debió, entre otras cosas, al ataque de un pueblo de Europa Oriental (Rusia):
los Hunos[4]
de origen mongol, que empujan, con sus agresivas incursiones militares, a los
germanos hacia el oeste. Las invasiones germanas al Imperio Romano, fueron
entonces emigraciones en masa para huir de los hunos, pero esta vez saquearon
las zonas recorridas y respetaron solamente la autoridad de sus jefes;
contribuyeron, quizás sin quererlo, al derrumbe de la organización imperial.
Los invasores más importantes se asentaron
en el antiguo territorio romano y formaron diversos reinos. En general
respetaron en gran parte las tradiciones, el tipo de administración y la
cultura del pueblo romano conquistado. En general, los jefes germanos
practicaban el arrianismo, al
convertirse éstos gradualmente al catolicismo, favorecieron el proceso de
acercamiento religioso con las poblaciones romanizadas. Los principales pueblos
germanos que se asentaron en el Imperio fueron:
Los Ostrogodos en la península itálica; los
Visigodos en la península ibérica; los
Francos en la actual Francia.
Actividad:
1- Identifique, a
lo largo del apunte, las características sociales y políticas de las tribus
germánicas.
2- ¿Cuál fue el
efecto del avance de los hunos desde Europa del este, en la organización
Imperial romana?
Trabajo Práctico
Nº 3 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: El islam
A partir de los primeros tiempos del siglo
VII (séptimo) el Mediterráneo se encuentra convulsionado por la aparición de un
pueblo conquistador afecta todo el orden tradicional: los árabes, que pronto se
pondrán a la cabeza de un vasto imperio internacional unificado por una fe
religiosa.
Hasta entonces los árabes no constituían
sino un pueblo preferentemente nómade, dividido en infinidad de pequeñas tribus
dispersas por el desierto de Arabia e incapaces de cualquier acción que
sobrepasara sus fronteras. Adoradores de ídolos, su politeísmo era extremado y
no tenían otra limitación que el culto de la Piedra Negra que se veneraba en
la Kaaba, un
santuario situado en La Meca al que
concurrían los árabes en peregrinación anual. Su organización política y
económica correspondía a la de los pueblos nómades del desierto, y nada podía
hacer sospechar al Imperio bizantino o a los persas que en ellos se escondía
una amenaza que, años más tarde, habría de someterlos.
La unificación del pueblo árabe fue obra de
un profeta, Mahoma, que lo convirtió
a un monoteísmo religioso militante, de raíz judeocristiana, pero teñido con
caracteres propios.
Mahoma nace en el 570 d.C. y pertenecía a
la familia de los coreichitas; a la
que estaba confiada la custodia de la
Kaaba, y se dedicó durante algún tiempo al comercio. Los
viajes le proporcionaron el conocimiento de otras costumbres y otras ideas
distintas a las de su pueblo, y especialmente del monoteísmo que practicaban
las comunidades judías y cristianas de Siria y el norte de la Arabia. Cuando un cambio de
fortuna producto de su matrimonio (con Cadija), le proporcionó el ocio
necesario para dedicarse a la meditación, comenzó a elaborar un pensamiento
místico que, sin poseer gran originalidad, estaba movido por una fe ardiente y
una inmensa capacidad de difusión. Así nació la fe islámica, alrededor de la
creencia en un dios único.
En el 610 d.C., Mahoma, comenzó a predicar
entre grupos reducidos: en su mensaje afirmaba que, a través del arcángel
Gabriel. Dios le había revelado la existencia de un dios único, Alá.
Luego, Mahoma comenzó a predicar en la
ciudad entre grupos más numerosos, la creencia en un solo Dios, la resurrección
de los muertos y la paz eterna. Esta prédica entra en conflicto con los
intereses de los mercaderes que lucraban con las grandes peregrinaciones
paganas. La reacción no se hizo esperar y a mediados del 622, Mahoma huye de La
Meca. La huída o “Hégira” constituye el punto de partida de la era musulmana.
Instalado en Yathrib[5]
, Mahoma precisó su doctrina y estableció la primera mezquita[6].
Durante los siguientes diez años fue considerado el último profeta y el único
intérprete de las instrucciones de Alá. En ese tiempo, su pensamiento
evolucionó considerablemente y trató de aproximar su concepción al carácter
nacional árabe. No solo afirmó la continuidad entre su fe y la de Abraham,
antepasado de su raza, sino que instituyó un culto ordenado que más tarde
culminaría en una aprobación del mismo santuario de la Kaaba. Era necesario que esta
nueva fe se hiciera fuerte en la tradicional capital religiosa de loa árabes, La Meca, hacia la cual se lanzó
Mahoma en son de guerra. Porque, a diferencia de los judíos y los cristianos,
los musulmanes sostenían la necesidad de la guerra santa[7].
La Meca cayó en
poder de Mahoma en el 630 y el triunfo de Alá comenzó a ser admitido por todos.
Las diversas tribus árabes reconocieron poco a poco a Mahoma como profeta
verdadero y a Alá único Dios, unas por la fuerza y otras por la razón. Cuando
murió, en el décimo año de la
Hégira (632 de la era cristiana), su misión parecía cumplida,
luego de haber dado a su pueblo una unidad de que carecía y un ideal para la
lucha.
El Corán
El Corán[8] es el
libro sagrado del Islam y contiene las palabras de Mahoma, escritas por sus
discípulos. El texto definitivo, ordenado en el 653 d.C[9].,
concentra, dogmas, leyes, enseñanzas, consejos, ideas religiosas y morales,
distribuidos en 114 capítulos o Suras, y redactados en lenguaje metafórico,
característica que genera dificultades en su interpretación e interpretaciones
diferentes. Mediante el Corán los musulmanes no solo ordenan sus creencias
religiosas, sino también su vida civil.
El dogma
Los puntos fundamentales del dogma son:
-Creencia en un Dios único, Alá. El
monoteísmo es el punto fundamental, la creencia en un único dios eterno y poderoso, “Mahoma vino a traer a los
hombres su mensaje divino”. Sus creyentes afirman que “no hay más dios que Alá”.
-Mahoma, el último profeta; creencia en
los profetas (Abraham, Moisés, el mismo Jesús y su madre María, como profetas
menores), el último de los cuales, Mahoma ha traído a los hombres el mensaje
definitivo de Dios.
-Creencia en los
ángeles, resurrección y el juicio final[10].
-Creencia en la
predestinación de los hombres según la inamovible voluntad de Alá.[11]
-La oración, plegaria o Salat, implica
la comunión entre Dios y los hombres; por lo tanto es fundamental y debe
cumplirse según un ritual preciso cinco veces al día. La plegaria puede ser
individual, pero se recomienda que la misma sea pública y en la mezquita; los
hombres tienen obligación de asistir a la plegaria del viernes en la mezquita.
Antes de comenzar la oración, el musulmán[12] en estado de pureza ritual, debe purificarse
con agua o con arena (en caso de encontrarse en el desierto). La oración está
dirigida en nombre del califa y es el almuecín quién, desde lo alto del
minarete[13],
convoca a la oración.
-El ayuno en el mes de Ramadán (noveno
mes del calendario musulmán), que consiste en no consumir ningún alimento hasta
la puesta del sol.
-La limosna; obligación de donar una
parte de los ingresos a los pobres.
-La peregrinación a La
Meca. Todo
musulmán debe, dentro de sus posibilidades, realizar esta peregrinación
alrededor de La Kaaba
y adorar la Piedra Negra,
al menos, una vez en su vida.
Por otro lado, Mahoma estableció la Guerra Santa para la conversión
de los infieles y la consiguiente expansión del Islam. Mahoma convirtió al pueblo
árabe al monoteísmo militante, que irradió su fuerza expansiva por vastos
territorios a lo largo de los tiempos.
La expansión del Islam
Mahoma murió en el 632 d.C. sin haber
reglamentado su sucesión, provocando graves conflictos; le sucedió el discípulo más próximo: Abu
Beker, quien recibió el título de califa[14], y organizó un Estado teocrático. El
poder quedó sucesivamente en manos de cuatro de los familiares directos de
Mahoma, denominados los califas
legítimos. Éstos iniciaron la expansión del Islam. Los árabes consideraban
que su expansión era una guerra santa (Jihad) contra los infieles, aquellos que
no creían en Alá. A diferencia de los invasores germanos, que se integraron
culturalmente a la población de los territorios conquistados, los musulmanes
impusieron su cultura en las áreas por las que se expandieron. Dos dinastías
gobernaron el Estado teocrático islámico, la dinastía Omeya (entre 661 y 750)
de influencia bizantina y la dinastía Abásida (entre 750 al 1060) de influencia
persa quienes fueron desplazados del poder, finalmente, por los turcos.
Como consecuencias de la expansión del
Islam podemos mencionar:
- El viejo imperio
de los persas fue aniquilado definitivamente.
-Bizancio perdió
importantes provincias en el Oriente (Siria, Palestina y Egipto) y debió ceder
su preeminencia en el Mediterráneo a los musulmanes[15]
-Casi todas las
conquistas islámicas (con excepción de la península Ibérica y los Balcanes)
permanecieron hasta la actualidad como ámbito cultural y religioso musulmán.
Actividad:
1- ¿Qué tipo de
prácticas religiosas existían entre los árabes antes de Mahoma?
2- ¿Quién fue
Mahoma?
3- ¿Qué eran las
mezquitas?
3- ¿Qué hecho da
inicio a la era musulmana?
4- ¿Cuáles son los
principios básicos del dogma islámico?
5- ¿Qué es el Corán
y cuál es su contenido?
6- ¿Qué tipo de
Estado se forma luego de la muerte de Mahoma y que desarrollo experimenta con
el paso del tiempo?
Trabajo Práctico
Nº 4 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema:Carlomagno
Entre los reinos romano-germánicos
destacaba el de los francos, situado
en los actuales países de Francia y Bélgica. A principios del siglo VIII, la
región era gobernada por la dinastía[16]
de los merovingios, cuyo nombre se debe a su fundador, el guerrero Meroveo.
A los largo del tiempo, los reyes merovingios habían ido perdiendo
autoridad, y los últimos soberanos de esta dinastía, conocidos como “reyes
holgazanes”, comenzaron a delegar el poder a sus asistentes directos,
denominados mayordomos de palacio.
Uno de ellos, Carlos Martel, sobresalió
defendiendo el territorio y en el sur de Francia logró detener el avance de los
musulmanes del califato omeya, en la batalla
de Poitiers[17] en el
732 d.C., quiénes ya habían comenzado su expansión desde el norte de África y
ocupaban la casi totalidad de la península ibérica.
Esa victoria le dio a Martel gran
prestigio; así fue que a su muerte, uno de sus hijos, Pipino el Breve, quién había heredado de su padre el cargo de
mayordomo del reino franco, ejerciendo un poder (como su padre) verdaderamente
real, destronó al último rey merovingio Childerico (751 d.C) y formó su propia
dinastía[18]: la
de los carolingios.
A la muerte de Pipino, el reino se dividió
entre sus dos hijos, como era la costumbre germana, pero uno de ellos, Carlomán
I, murió al poco tiempo. El único sucesor fue entonces Carlos, apodado “el Grande” (Magnus)
por sus victoriosas campañas contra distintos pueblos enemigos[19],
trascendería como Carlomagno.
Viendo la gran fragmentación que existía
entre los distintos reinos, sumada a las permanentes guerras, el aislamiento y
la inseguridad, Carlomagno se propuso unir nuevamente a todas las poblaciones
bajo una sola autoridad, como en la época del Imperio Romano. Para ello,
organizó campañas militares contra sus vecinos logrando incorporarlos bajo su
mando.
En el año 800, el Papa León III lo coronó emperador en la Basílica de San Pedro. De
esta forma la Iglesia
y la dinastía carolingia se comprometieron a ser defensoras de la cristiandad.
El Imperio Carolingio
Carlomagno organizó su imperio, para una
mejor administración y control político, dividiéndolo en condados, ducados y
marcas, estas últimas ubicadas en las zonas fronterizas, donde era necesario
protegerse de las invasiones. Al frente de cada jurisdicción se encontraban los
condes, los duques y los marqueses, respectivamente. La tarea de éstos se
complementaba con la de otros funcionarios llamados missi Dominici (enviados
del señor) que, de a dos (un conde y un obispo), recorrían el territorio en
cada estación del año, para verificar el buen desempeño de los súbditos de
Carlomagno.
Dos veces al año se celebraban las asambleas nacionales en las que
participaban todos los hombres libres. Durante su transcurso, Carlomagno
publicaba sus resoluciones[20]
u ordenanzas, que no siempre tenían el carácter de leyes, ya que en ocasiones
se trataban de normas o preceptos morales.
Esos mismos hombres libres eran quienes
integraban el ejército de Carlomagno. Como parte de sus obligaciones debían
aportar elementos de combate, cuya cantidad y calidad variaba de acuerdo con la
fortuna de cada combatiente.
Dado que desde pequeño había sido
preparado por su padre para ser guerrero, Carlomagno no había aprendido a leer
ni escribir, lo que no le impidió rodearse de sabios de la época entre sus
asesores e instructores[21].
Carlomagno se preocupó por fomentar la fundación de escuelas en las catedrales
y él mismo fundó una en su palacio para educar a los futuros administradores
del Imperio.
Una sociedad dividida y una economía cerrada
Durante el Imperio Carolingio, la sociedad estaba organizada de la
siguiente forma:
Por un lado los nobles, descendientes de antiguos jefes germanos que se habían
apropiado de grandes extensiones de tierras, posesiones que pertenecían a los
romanos. Eran guerreros fieles al rey. Cuando Carlomagno los nombró condes,
duques o marqueses, paulatinamente comenzaron a considerar como propios los
territorios encargados para gobernar. Así poseyendo grandes extensiones de
tierra (latifundios) y controlando la gran cantidad de población que las
habitaba, aumentaron su poder.
Los campesinos
que vivían en esas tierras formaban la mayor parte de la población. Se dividían
en dos grupos. Los colonos, que a cambio de quedarse en las tierras de los
señores les pagaban con una parte de la cosecha y realizaban distintos trabajos
para ellos. Además, en los alrededores, se instalaron por su cuenta otros
campesinos, en pequeñas aldeas llamadas alodios. De esta forma, para la época
del Imperio Carolingio, toda la población vivía en el campo, porque allí
obtenía lo que necesitaba para sobrevivir. Así la economía se ruralizó y debido
a su producción de subsistencia, se hizo cerrada, es decir, casi sin mayores
vínculos de intercambio comercial con otras regiones.
El fin del Imperio de Carlomagno
Si bien Carlomagno no había cumplido su
objetivo de reconstruir el Imperio Romano Occidental, sus dominios, habían
alcanzado una importante extensión. Pero su Imperio duró tan solo catorce años:
a su muerte (814 d.C.), como era la costumbre, su hijo Ludovico Pío, también
llamado “Luis el piadoso”[22],
heredó todos los territorios, pero cuando él murió, sus hijos Carlos, Luis y
Lotario se dividieron los territorios, no supieron gobernarlos y fueron
perdiendo cada vez más autoridad sobre ellos. Esta situación fue aprovechada
por los duques, condes y otros funcionarios del reino, quienes comenzaron a
asumirse, de hecho, dueños de las tierras que anteriormente pertenecían al rey.
La
causa principal del fracaso del Imperio carolingio fue la lucha entre los
nobles, el poder que tenían en sus condados era, en la práctica, mayor que la
autoridad que podía ejercer allí el emperador, porque poseían grandes riquezas,
a veces vastísimas propiedades rurales y sobre todo el control de muchos
hombres.
Nuevas invasiones
Durante los siglos IX (noveno) y X (décimo) comenzaron a llegar a
Europa occidental más grupos invasores, principalmente provenientes de la
península escandinava, los normandos o vikingos que atacaban; desde la actual
Rusia, los eslavos; y desde el norte de África los sarracenos, piratas de
origen árabe que atacaban el sur de Italia, Francia e islas del mar
Mediterráneo
Actividad:
1- ¿Qué se propuso
Carlomagno desde su reino y cómo llevó a cabo su objetivo en la región?
2- ¿Cuál fue la
relación entre el Imperio Carolingio y el Papado?
3- ¿Cómo organizó
Carlomagno el Imperio?
4- ¿Qué sucedió con
el Imperio tras la muerte de Carlomagno?
5- ¿Cómo y por que
se dividió el Imperio Carolingio?
Trabajo Práctico Nº 5 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: La función de la Iglesia romana
La Cristiandad había tenido su origen en el siglo I,
en las provincias asiáticas del Imperio Romano, y durante varios siglos casi se
había identificado con él. El cristianismo se extendió hacia el occidente
asiático y el norte de África, así como en Europa meridional. Pero al
originarse y extenderse rápidamente el Imperio musulmán y la religión islámica
en el siglo VII (séptimo), la
Cristiandad y el Imperio Romano quedaron privados de sus
provincias asiáticas y africanas, y la primera dirigió su fuerza expansiva
hacia el norte de Europa, fuera de los confines del Imperio Romano. En el siglo
VI (sexto), los francos se convirtieron al cristianismo; los anglosajones, en
el siglo VII (séptimo); los germanos, en el VIII (octavo); los checoslovacos en
el IX (noveno); los polacos, en el X (décimo), y los magiares, escandinavos,
fineses y rusos, en el XI (undécimo).
Así durante muchos siglos, prevaleció en
Europa la idea de que la
Cristiandad formaba una unidad política y cultural. La Iglesia
representaba el supremo poder espiritual, el Imperio romano, desde el siglo IV (cuarto) en plena desintegración,
representaba el poder temporal. Los europeos les debían, por lo menos en
teoría, obediencia a estas dos instituciones.
Los germanos y el cristianismo
Al entrar en territorio romano, muchos germanos ya se habían convertido
al cristianismo (que ya era por entonces la religión oficial del Imperio
romano). Los francos adoptaron oficialmente el catolicismo luego de ser
bautizado el rey Clodoveo; los visigodos también lo hicieron tras la conversión
de Recaredo, en el 587. La conversión de los distintos pueblos al cristianismo
favoreció la integración cultural con la población romana. Fueron frecuentes
los matrimonios mixtos. Esto llevó a que se formara una sola aristocracia rural
dominante de grandes señores. La
Iglesia adquirió un papel fundamental en esta sociedad de
transición. Sirvió para unir dos épocas, y fue el principal sostén de los
valores que se impusieron en el Occidente europeo.
La nobleza religiosa y la Iglesia
Los sacerdotes, abades y obispos, pertenecían al mismo grupo social que
la nobleza guerrera. Eran los responsables de la dirección de la Iglesia, una de las
instituciones más importantes de la Edad
Media. La importancia de la Iglesia se había
consolidado tiempo atrás. Desde la época del Bajo Imperio Romano había recibido
en carácter de donaciones, extensos territorios en diferentes regiones de
Europa. Así, como consecuencia de la adquisición de nuevas tierras, la vida en
los monasterios se fue pareciendo cada vez más a la de la nobleza laica[23].
Los religiosos se fueron alejando en forma progresiva de los ideales de “pobreza, castidad y obediencia”. Obispos
y abades dejaron de ser elegidos por el pueblo o por los monjes, para ser
nombrados por los reyes y grandes señores, y estos no siempre favorecían a los
más dignos, sino a parientes y amigos, y en muchos casos, a los que les
ofrecían más dinero. Así se llegó al ejercicio de la simonía[24]
o negociado de los cargos eclesiásticos. Algunos monasterios y abadías ni
siquiera fueron dirigidos monjes o abades, sino por nobles designados por
grandes señores o reyes. Estos desórdenes produjeron la mayor relajación de la
disciplina introduciéndose incluso la clerogamia
(o nicolaísmo), es decir, el casamiento de numerosos clérigos.
Las primeras reformas religiosas
Fue por ello que, en el siglo X (décimo), el monasterio benedictino de
Cluny inició una reforma para recuperar los ideales originales del
cristianismo. También le interesaba afirmar la posición de la Iglesia frente al poder de
los señores laicos. Esta orden religiosa fundó monasterios por toda Europa[25] con el objetivo de difundir sus renovadas
ideas. A pesar de este y de otros intentos de cambios, las transformaciones
solo tuvieron efecto en los curas y párrocos más pobres. Los grandes obispos y
abades continuaron llevando una vida semejante a la de los señores feudales
laicos: tenían grandes riquezas, vasallos que les rendían homenaje y siervos
que trabajaban sus enormes extensiones de tierras, la Iglesia también se había “feudalizado”.Al adoptar la Iglesia el régimen feudal
se contaminó también con los defectos del sistema.
La función social y política de la Iglesia
La jerarquía eclesiástica contribuyó a consolidar el poder de la
nobleza feudal de la que formaba parte. Teólogos de la época afirmaban que ese
poder era querido por Dios para mantener una sociedad armónica constituida por
tres órdenes sociales inmodificables: los que guerreaban (bellatores), los que
oraban (oratores) y los que trabajaban (loboratores). Según esta doctrina, los
tres ordenes eran interdependientes y cada uno de ellos (nobles, sacerdotes y
campesinos) cumplían una función social según la voluntad de Dios.
Por otra parte, frente a la expansión
musulmana la cristiandad fue a la guerra contra los infieles. Los nobles
sumieron esta tarea con un espíritu de cruzada contra los enemigos de Dios, y
se convirtieron en el brazo armado de la Iglesia, en los defensores de la civilización
occidental y feudal.
La iglesia y la cultura
Al caer el Imperio romano, en medio del
derrumbe de todas la instituciones políticas. La Iglesia tomó a su cargo la
estabilización de la nueva sociedad. Los monasterios y conventos se
convirtieron en los únicos centros de enseñanza, y durante siglos impulsaron la
cultura europea. En los monasterios se guardaron los libros provenientes de
diferentes épocas y lugares; los monjes se dedicaban a la copia de manuscritos
y en ocasiones, los traducían. El idioma utilizado era el latín, considerado
como la lengua culta y universal. Para la formación de los sacerdotes se
organizaron escuelas de instrucción en las abadías e Iglesias. En ellas se
formaban en el conocimiento de las Sagradas Escrituras y, sobre todo, a partir
del siglo X (décimo), en estudio de filosofía escolástica.
La escolástica fue la filosofía medieval
por excelencia. Trató de compaginar los principios de la fe cristiana con los
de la razón. Este nuevo pensamiento alcanzó su máxima expresión en la obra de
Santo Tomás de Aquino, en el siglo XIII (décimo tercero).
Las cruzadas
Fueron expediciones militares de los
cristianos occidentales impulsadas por el papado, con el objetivo de recuperar el Santo Sepulcro de manos
musulmanas. La iniciativa de la primera cruzada (1096-1099) fue obra del papa
Urbano II. El 27 de noviembre de 1095, en el Concilio de Clermont, hizo un
llamado a la cristiandad para liberar
Tierra Santa, ocupada por el Islam. Su mensaje fue de carácter
internacional, tuvo un éxito inmediato. Provocó una mística colectiva, con la
idea de “Dios lo quiere”. Las
cruzadas fueron ocho en total, dirigidas por diversos nobles, religiosos,
emperadores, reyes de diversas regiones cristianas; abarcaron un período de
actividad intermitente desde la primera iniciada en 1096, hasta la octava que
finalizó con su derrota definitiva en 1270.
A pesar de que el objetivo de reconquistar
los territorios santos para los cristianos no se cumplió[26],
las cruzadas tuvieron una enorme importancia, en lo económico, favorecieron un
proceso de cambio en la economía medieval. El comercio con el lejano Oriente
recibió un gran impulso. Los beneficiados en primer lugar fueron los
comerciantes de las ciudades italianas, que habían participado de las
expediciones, especialmente venecianos y genoveses. Gracias a ellas se reactivó
el gran comercio a larga distancia.
En lo político, las cruzadas contribuyeron
a debilitar el poder de muchos señores feudales, situación, que aprovecharon
los monarcas para fortalecer su autoridad.
Gran cantidad de nobles murieron y otros quedaron en Oriente, sus feudos
fueron incautados entonces por los reyes. Estas modificaciones anunciaban ya
tiempos de cambios,
Actividad:
1- ¿Qué dos poderes
representaban la Iglesia
y el Imperio Romano, antes de su caída?
2- ¿Cuál fue el rol de la Iglesia durante el proceso
de asentamiento de las tribus germanas?
3- ¿Por qué se hace
referencia a la existencia de una “nobleza eclesiástica” o clerical?¿Que efecto
produjo su existencia?
4- ¿Qué objetivos
pretendían lograr los reformadores de la Iglesia? ¿Tuvo resultado la reforma?
5- ¿Cuál era la
función de la Iglesia
respecto al orden social establecido?
6- ¿Cuál fue el
papel de la Iglesia
respecto a la cultura en la edad media?
7- ¿Qué fue la
escolástica?
8- ¿Qué fueron las
cruzadas y cuales fueron sus consecuencias?
Trabajo Práctico
Nº 6 de Historia y Geografía del 2do
Ciclo
Tema: Orígenes del feudalismo
La
sociedad feudal adquirió sus características definitivas luego de las
invasiones de los siglos VIII y IX. Los ataques de los pueblos invasores
-árabes y vikingos- reforzaron la autonomía de las aldeas respecto de
los reyes.
Ante
la incapacidad de las monarquías de proteger las aldeas, quedaron bajo el
control de los terratenientes, pues ellos les ofrecían la protección que los reyes
de los reinos romano-germánicos ya no podían dar. En consecuencia, los nobles
terratenientes se transformaron en el verdadero poder político y
económico en Europa occidental, en tanto que la monarquía se debilitó.
La
sociedad feudal estaba conformada básicamente por dos grupos sociales:
Una minoría de nobles terratenientes -los
señores feudales- poseedores de los feudos y una mayoría de campesinos que
trabajaban la tierra para su subsistencia y para pagar tributo a los señores
feudales. Existían también los artesanos, que si bien dedicaban la mayor parte
del tiempo a su oficio, también eran campesinos pues debían producir sus
alimentos.
El nombre feudo
deriva de feod (fe, recompensa) y od (posesión), vele decir “beneficio
recibido por el vasallo a cambio de la fidelidad debida al señor”. El
feudalismo fue un sistema político, social y económico; fue producto de la
situación histórica propia de los siglos IX (noveno) al XII (doce), y también
de una serie de costumbres que se practicaban desde siglos anteriores.
Aspecto
político:
El régimen feudal significó la descentralización
política, la conexión del poder político al elemento territorial y la
noción del contrato como fundamento del mismo; al mismo tiempo representó el reemplazo del poder central de los reyes
por el poder local de la aristocracia.
El proceso de debilitamiento de la institución monárquica se generó con los
sucesores de Carlomagno.
Los
reyes no tenían un ejército nacional, ni medios como para cubrir la necesidad
primordial del momento: la protección a los súbditos. Tuvieron que delegar la
defensa del territorio en los señores locales (duques, condes, marqueses),
quienes aprovecharon sus servicios militares para obtener más independencia.
Cada señor organizó un cuerpo de soldados (la hueste) y construyó una fortaleza
(el castillo). Los propietarios menores solicitaron la protección de los
señores, lo que dio lugar a la institución del “vasallaje”[27].
Dicha institución, fue perdiendo el carácter que le dio originariamente
Carlomagno y se transformó en la reemplazante de la autoridad real. El
vasallaje suplantó entonces, a la obediencia entre los súbditos y el monarca
colocando entre medio una cadena (más o menos extensa, según la región y el
momento histórico) de señores menores que intermediaban y se apropiaban de modo
directo de dicha obediencia. Como los nobles tenían sus propios vasallos, éstos
se sintieron con mayor obligación hacia su señor inmediato. Al mismo tiempo,
los señores transformaron sus dominios en reinos menores, en donde desempeñaban
las funciones públicas: comandaban el ejército, administraban justicia,
declaraban la guerra y podían (en raras ocasiones) acuñar moneda.
Actividad:
1-¿Cuáles
fueron las consecuencias de las invasiones árabes y vikingas?
2-¿Por
qué se debilitó el poder de las monarquías?
3-¿Qué
fue el feudalismo y características adoptó?
4-¿Cómo
reestructuraron su poder los señores?
5-¿Cómo
surgió la institución del “vasallaje” y que relaciones generó a favor de los
señores?
Trabajo Práctico
Nº 7 de Historia y Geografía del 2do
Ciclo
Tema: Feudalismo. Su distribución geográfica en
Europa Occidental
Trabajo Práctico
Nº 8 de Historia y Geografía del 2do
Ciclo
Tema: Funcionamiento socioeconómico del modo de producción feudal, relación entre nobles y campesinos
La sociedad feudal europea empezó a trazar los rasgos característicos de
su organización en la época de los reinos romano-germánicos y del Imperio
carolingio; pero sería en el transcurso del siglo IX (noveno) cuando habría de
adquirir su fisonomía precisa, que perduraría con pleno vigor hasta el siglo
XIII (trece).
Aspecto
social: “una sociedad estamental”
El régimen feudal implicó una nueva organización social, integrada por
estamentos u ordenes, subordinados unos a los otros. Los estamentos se
determinaban por la función que cumplían sus integrantes:
Primer Estamento: los nobles
(“los que luchan”),
Segundo Estamento: el clero
(“los que rezan”)
Tercer Estamento: el campesinado
(“los que trabajan”)
Esta sociedad tenía un carácter vertical, existía una jerarquía
respetada, considerada como reflejo del “orden querido por Dios”. Cada uno
debía tener una conformidad con el papel que le tocaba asumir en la tierra. Ser
noble o campesino, era una condición de nacimiento y de por vida. Los
casamientos entre personas de distintos órdenes eran mal vistos. Las relaciones
sociales en el medioevo giraban en torno de dos ideas principales: la lealtad y
el servicio (“el que protege y el que sirve”).
La nobleza: Primer orden social, grupo
privilegiado, integrado por señores territoriales, dueños de las tierras;
pertenecían a una aristocracia guerrera, hombres libres (señores y vasallos)
que prestaban servicio de armas, porque podían pagar los gastos militares. La
guerra era la razón de vivir para los nobles; las actividades manuales eran
consideradas indignas para su condición. Las campañas militares les
proporcionaban ricos botines para aumentar sus riquezas.
Su vida se desarrollaba en el campo, ejercían sus poderes (derechos y
funciones que le correspondían a un Estado), en el “señorío”. Los señores
feudales ejercieron su autoridad sin frenos sobre los estamentos sociales menos
privilegiados, generando, en muchas ocasiones, situaciones de abuso y
violencia. Habitaban sus castillos, una construcción preparada para la defensa.
En tiempos de paz, sus distracciones eran la caza y los torneos (simulacros de
batallas). Entre los nobles existían diferencias de acuerdo con sus recursos
económicos:
Los caballeros,
con dominios territoriales muy extensos, les facilitaban los medios económicos
suficientes para dedicarse a la guerra. Prestaban vasallaje a señores más
poderosos.
Los señores,
poseedores de importantes feudos, protegían a los caballeros. Prestaban
juramento de vasallaje a nobles más importantes.
Los grandes
señores, solo unos pocos privilegiados conformaban este grupo, gracias a la
concentración de bienes y tierras que poseían. Brindaban protección a señores y
caballeros. Prestaban juramento de vasallaje al rey.
El
clero: Como segundo orden estamental, también poseedor
de privilegios, lo integraban eclesiásticos, los que dedicaban se vida a la Iglesia. Se dividía en regular
y secular. El clero regular era el
que vivía en los monasterios, sometidos a las “reglas” (como la Benedictina, por
ejemplo). El clero secular era el
que estaba en contacto con los asuntos terrenales o temporales, a diferencia de
los que vivían en clausura. Dentro de éste, se encontraba el Alto Clero y el
Bajo Clero; en el bajo, los sacerdotes, capellanes de parroquia; en el Alto
clero, las más altas jerarquías de la Iglesia, dominado por el episcopado: abades,
obispos, cardenales, con poderes y privilegios terrenales similares a los de
cualquier importante señor laico. Por último el Papa con atribuciones terrenales
y simbólicas propias de la alta nobleza o reyes.
La situación social y económica del clero variaba de acuerdo con las
circunstancias.
El
campesinado: Conformado por la mayor parte de la
población. No todos los campesinos se encontraban en la misma situación. Así
como entre la nobleza se extendieron los lazos de vasallaje, a nivel de los
órdenes sociales menos poderosos surgió otro tipo de vínculos de dependencia
personal: la servidumbre. Era una
condición social nueva, integrada por los esclavos radicados y los campesinos
pobres. Los campesinos, al no poseer medios para la defensa, debieron cambiar
su libertad por la protección de un señor. Los señores los protegían y les
otorgaban una parcela de tierra para su subsistencia (el manso) a cambio de una
serie de obligaciones[28].
Los campesinos libres eran los menos
numerosos; con el tiempo debieron ceder sus tierras por la presión de la
nobleza y convertirse también en siervos.
En cuanto a la esclavitud, debemos notar que el número de esclavos
disminuyó notablemente respecto a la Edad
Antigua. De esclavos, pasaron, con los siglos, a la condición
de siervos o siervos de la gleba (último
escalón de la pirámide social feudal); podían ser defendidos en los
Tribunales, el señor no podía cargarlos
con trabajos ilimitados, como al esclavo, ni disponer sobre su vida o muerte.
El siervo no era libre de elegir a otro señor o de trasladarse del dominio
donde estaba establecido. La tierra que trabajaba no le pertenecía, no podía
venderla ni transmitirla por herencia; se consideraban accesorios de la tierra
y que se vendían o transferían como tales, cuando éstas se enajenaban.
Resumiendo,
podemos decir que, las clases no privilegiadas eran la de los campesinos libres
y la de los siervos. Desde cierto punto de vista, la diferencia entre ambas era
clave, pues los señores ejercían su autoridad y su poder con absoluta
discrecionalidad sobre ambas, ya que no había frenos legales que pudieran
limitarlo en sus predominios. Solo los principios morales y religiosos podían
servir de freno, y la época feudal fue un momento de muy paulatino ascenso de
esos principios.
Estrictamente considerado, el campesino libre solo poseía sobre el
siervo la posibilidad de cambiar de amo, pues conservaba la libertad de movimiento.
El siervo, en cambio, estaba atado a la gleba (la tierra) y formaba parte de
ella, hasta el punto en que era transferido de un señor a otro cuando se
transfería la tierra. Pero ni campesinos libres no siervos podían hacer nada
frente a los abusos de los señores, pues la convicción estaba arraigada de que
los éstos solo tenían deberes, en tanto que correspondían legítimamente a los
señores todos los derechos y privilegios.
Actividad:
1- ¿Cómo estaba
conformada la pirámide feudal?
2- Realice un
esquema o cuadro conceptual con las características de cada estamento.
Trabajo Práctico
Nº 9 de Historia y Geografía del 2do
Ciclo
El contrato feudal
Los nobles se vinculaban entre sí, sellando un pacto de vasallaje por
medio de un contrato. Los nobles menos ricos se vincularon a los más ricos
mediante lo que se llamó el contrato
feudal o las relaciones
feudovasalláticas.
Estas relaciones se establecían sólo entre miembros de la nobleza, es
decir que los campesinos o los siervos no participaban de ellas.
Algunos propietarios, incapaces de proteger por sí mismos, se agruparon
alrededor de los castillos y solicitaron la protección de un señor más
poderoso. La protección se otorgaba mediante el cumplimiento de una serie de
compromisos.
El protegido, llamado vasallo
(de vassus, servidor) prometía al
señor obediencia, fidelidad y servicio (concilium
et auxilium)[29]; el
señor a su vez le otorgaba protección y lo beneficiaba con el otorgamiento de
un feudo[30].
El feudo generalmente era una extensión de tierra, pero a veces podía ser un
castillo u otro beneficio. A cambio de recibir el feudo en beneficio, el
vasallo debía cumplir con la ceremonia
de vasallaje. En esta ceremonia se realizaban una serie de actos rituales[31],
con lo que quedaba establecido el contrato feudal entre el señor y el vasallo.
Con el tiempo las relaciones de vasallaje se fueron haciendo más
complicadas, pues un mismo señor podía ser, a su vez, vasallo de otro señor más
poderoso (vasallaje múltiple). Un mismo vasallo podía tener varios señores, lo
que hacía difícil prestar fidelidad a todos, siendo frecuentes los
enfrentamientos entre señores y vasallos. Este tipo de contrato se extendió por
toda Europa occidental.
Los más ricos -la aristocracia terrateniente- sólo se sentían vasallos
del rey. Sin embargo, en la mayoría de los casos, por ejemplo en Francia y en
Alemania, la figura del rey era tan solo simbólica, dado que no podían ejercer
su autoridad en los territorios de los señores. El título de rey continuó
existiendo, pero solo tuvo características honoríficas, “el primero entre los
señores de la nobleza”. Su poder efectivo se reservaba a las tierras de su
domino personal. Los reyes, durante la Alta
Edad Media, conservaron solamente la función de asegurar la
paz y administrar justicia; su poder fue muy débil en una sociedad que se
fragmentó política y económicamente en múltiples regiones independientes, no
existía por lo tanto, la idea de nación organizada tal como se la conoce en la
actualidad[32].
La propiedad de la tierra
Los campesinos de los tiempos medievales
eran capaces de producir lo necesario para su subsistencia sin necesidad de
depender de los sectores privilegiados. En este aspecto se diferenciaban de los
antiguos esclavos romanos o griegos que necesitaron de los medios de producción
de sus amos (tierra, animales, herramientas, etc.) para sobrevivir.
Si bien la mayoría de los campesinos de la Edad Media poseían
tierras, no eran sus propietarios. Los verdaderos dueños de los grandes
latifundios[33]
fueron la nobleza guerrera y religiosa, es decir, los señores. A lo largo de
toda la Edad Media
los señores fueron aumentando sus propiedades, a través de donaciones (como en
el caso de la Iglesia),
o por guerras y/o matrimonios por conveniencia (en los casos de duques, condes
y marqueses).
El señorío
El señorío era el nombre que recibía un
latifundio compuesto por diferentes tipos de tierras. En ellas el señor ejercía
el derecho de ban[34].
Mediante su uso, que el señor llamaba “derecho a ejercer la justicia”, los
nobles podían cobrar tributos y
exigir a los campesinos el cumplimiento de otros servicios.
Las diferentes partes que formaban el
señorío fueron:
-La reserva
señorial: eran las tierras localizadas cerca del castillo o monasterio,
trabajadas por los siervos en beneficio exclusivo de los señores.
-Los mansos:
eran las parcelas que el señoreaba para su cultivo a los campesinos, a cambio
del pago de un tributo.
-Las tierras
comunales: comprendían el conjunto de bosques y praderas. Estas praderas
eran utilizadas por la comunidad; en ellas se alimentaba el ganado, -ovejas y
cabras- y los animales de tiro, como los bueyes. Los bosques fueron importantes
para abastecer las necesidades económicas del señorío.
Los señoríos se extendieron por toda
Europa occidental. Los había de distintas dimensiones, podían pertenecer a un
noble guerrero o ser parte de las propiedades de una abadía o un monasterio. El señorío procuraba autoabastecerse. En él
se fabricaban algunos productos artesanales, había herrerías, molinos y hornos,
es decir, todos los servicios que necesitaban sus habitantes para subsistir.
Actividad:
1-¿Entre que estamentos
se conciliaban las relaciones de vasallaje? ¿Qué condiciones debían cumplir las
partes?
2-¿Entre que
estamentos se acordaban las relaciones de servidumbre? ¿Qué condiciones debían
cumplir las partes involucradas?
3-¿Quiénes eran los
dueños de la tierra, y cómo aumentaban sus posesiones?
4-¿Cómo estaba
compuesto el latifundio del señor feudal?
5-¿Qué significa
que el señorío procuraba autoabastecerse?
6-¿Cómo estaba
compuesto el señorío?
Trabajo Práctico Nº 10 de Historia y Geografía del 2do Ciclo
Tema: Nacimiento del burgo y los gremios.
La renovación mercantil y urbana fue acompañada por la aparición de una
nueva clase social, integrada en su mayoría por comerciantes y artesanos: la burguesía. Su nombre proviene del
término burgueses. “los habitantes
del burgo”. Su irrupción quebró el tradicional ordenamiento estamental medieval
de los tres órdenes inamovibles: nobleza, clero y campesinado. Los burgueses,
con sus nuevos privilegios, formaron también una clase selecta, con libertad de
movimiento y enriquecida gracias a las ganancias que les generaba el gran comercio; conformaron así el eje
fundamental de la vida de las ciudades. Los burgueses (o mercaderes que
ejercían el comercio de una determinada ciudad o región), formaron las
denominadas guildas, a través de
estas asociaciones, de carácter obligatorio, defendían y reglamentaban sus
actividades. Estas corporaciones establecían las normas y formas de trabajo,
los precios y los salarios; también verificaban la calidad y la cantidad de los
productos fabricados en los talleres. Con todo esto buscaban regular el mercado
y evitar la competencia. Estas asociaciones de trabajadores (artesanos) tuvieron
además el ejercicio exclusivo de la profesión. Allí se agruparon según los
oficios en gremios. Los artesanos, por ejemplo, concurrían como aprendices a la casa de un maestro artesano (dueño del taller y
los instrumentos de trabajo). Luego ascendía a oficial o compañero, que trabajaba con el maestro a cambio de un salario. Finalmente se sometía a un
examen[35]
y podía instalar su propio taller y convertirse, a su vez, en maestro artesano.
En el ámbito rural también se evidenciaron
situaciones sociales nuevas. La aristocracia guerrera quedó relegada,
posiblemente por la nueva situación de paz. Muchos señores, como sabemos, se
perjudicaron por las Cruzadas o murieron
en las expediciones. A partir del siglo XIII (trece) sobre todo, los gastos en
la construcción y el mantenimiento de sus castillos la fueron empobreciendo.
Paralelamente, perdió parte de sus poderes al vender privilegios a las nuevas
ciudades.
También cambió la situación del
campesinado. Los más afortunados se beneficiaron con la economía monetaria,
pues al vender su excedente agrícola pudieron comprar la libertad a los señores.
Si sabían realizar alguna actividad artesanal, emigraban a la ciudad.
Estas modificaciones, sin embargo, se
desarrollaron en forma lenta y la servidumbre en general no desapareció.
Actividad:
1- ¿Qué era la
burguesía en la Edad Media?
2- ¿Cómo llegaron a
constituirse en una clase privilegiada?
3- ¿Qué diferentes
cambios sociales y económicos se registraron en este período en el ámbito
rural?
Trabajo Práctico
Nº 11 de Historia y Geografía del
2do Ciclo
Tema: El comercio feudal.
Lo urbano y lo rural en la sociedad feudal
Entre los siglos IX y XI se consolidó el
sistema feudal en Europa occidental. La vida giraba en torno a los feudos y al
poder de los señores. Como anticipamos, terminadas las invasiones, sobrevino
una etapa de relativa paz, en la que los hombres de aquella sociedad pudieron
dedicarse al trabajo en los campos. Esa estabilidad favoreció el desarrollo de
un proceso de crecimiento y expansión de la economía.
Consecuentemente comenzó a aumentar la
población. También comenzaron a producirse movimientos de personas, que por
diversas razones, se desplazaban de un lugar a otro del continente.
Con su desplazamiento, estas personas
ponían en contacto a diversas comarcas que habían existido aisladas por mucho
tiempo.
Este contacto, también favoreció la circulación
de productos e ideas. A partir del siglo XI, comenzaron a ocurrir
transformaciones profundas en Europa occidental: se desarrollaron nuevas técnicas de cultivo necesarias
para abastecer a la población en aumento[36],
se colonizaron tierras, aumentó el comercio y resurgieron las ciudades.
Las nuevas técnicas empleadas en la agricultura hacen a la
incorporación de terrenos, más allá del manso, en áreas boscosas y o
pantanosas, menos fértiles para el cultivo; optimizados mediante el recurso de
la roturación[37]
(bianal) de tierras. Al alejarse los campesinos del manso, ya que el señor
permitía hacerlo para adquirir más productividad, los vínculos de vasallaje,
lentamente se debilitaban, la frase más común de la época fue: “Roturar hace libres”. A la roturación
(luego trianal), se le sumó la inclusión
de arado de hierro y, el reemplazo
del buey por el caballo de tiro.
Durante los siglos VI a XI, las ciudades
perdieron el esplendor de la antigüedad grecorromana pero no desaparecieron del
todo. Funcionaban como fortalezas para refugiar a la población en caso de
guerra, eran sede de los obispos de la Iglesia Católica y centros
administrativos de las aldeas rurales.
Durante este período, la actividad
comercial y artesanal era muy escasa.
Con el paso del tiempo
estas “fortalezas” fueron creciendo en importancia, se fueron agregando
edificios para la residencia de príncipes y señores; graneros y bodegas para almacenar los excedentes, iglesias y recintos para
autoridades judiciales.
A
partir del siglo XII, con el desarrollo urbano, comenzaron a coexistir dos modos
de vida diferentes: el de la ciudad y el del campo.
Los viajes, que durante la Edad Media
eran impensables, se hicieron más frecuentes; las ciudades se extendieron y se
reanudó el comercio.
El renacimiento del comercio
El aumento de la producción agrícola permitió generar excedentes, es
decir, sobrantes de alimentos los cuales no solo eran vendidos por los
comerciantes, habitualmente, en los cruces y caminos más transitados; sino
también comenzaban a ser comercializados a gran escala entre Oriente y
Occidente.
Los grandes puertos y ciudades se dedicaron
a la importación y exportación había algunos mercados que comenzaron a jugar un
gran papel: las ferias[38].
El
fluido surgimiento de una red de intercambio de personas, bienes, ideas y
mercaderías provocó el lento repoblamiento de las ciudades, sobre todo a partir
de la actividad de los comerciantes y de los artesanos que habitaban en ellas.
Las cruzadas también habían ayudado a la reaparición del comercio. Durante
más de 200 años los europeos transitaron el mar Mediterráneo. Incluso, las
últimas cruzadas[39] tuvieron
un objetivo más económico que religioso. Además de fuerzas militares, las
expediciones llevaban objetos para vender, y volvían con preciados productos de
Oriente: sedas, porcelanas, especias, perfumes, medicinas, etcétera.
Los centros de gravedad del renacimiento comercial en Occidente fueron
principalmente dos:
- en el sur. Las ciudades italianas como
Venecia y Génova;
-en el norte: las ciudades del Mar del
Norte, en la zona de Flandes (sur de Bélgica), como Gante y Brujas.
A partir de esta época se fue formando un circuito comercial, es decir, múltiples
rutas comerciales que unieron a casi toda Europa occidental y la vincularon con
Oriente. El comercio internacional se desarrolló principalmente a través del
transporte marítimo y fluvial. Hacia el siglo XIII (trece) se produjo una
mejora en las rutas terrestres, mediante la reunión de grupos de mercaderes en
caravanas que emprendían así con mayor seguridad los largos viajes. Tanto en Italia como en el
mar del Norte, los comerciantes formaban compañías,
guildas o Hansas[40]
para sus actividades mercantiles. Las hansas se componían de cofrades unidos
por un juramento de fidelidad. Compraban productos en común y luego se
repartían las ganancias de acuerdo con los aportes de cada uno.
Los principales productos de intercambio
fueron:
-Importaciones:
Arroz, frutas (naranja, higo), perfumes, tinturas y sobre todo especias y
productos de lujo.
-Exportaciones:
Maderas (para la construcción), armas, tejidos de lana (especialmente de
Flandes y de Venecia).
El desarrollo del comercio puso nuevamente
en circulación la moneda. La circulación monetaria de origen europeo estuvo muy
restringida durante la Alta Edad
Media en el área del Mediterráneo, ya que desde el siglo VIII (octavo) esta
región era dominada comercialmente por los árabes.
Con la reanudación del comercio a gran
escala, Europa occidental volvió a acuñar monedas de oro y plata. Sin embargo
es importante tener en cuenta que, la circulación monetaria no estaba muy
organizada: existía una gran variedad de monedas y su uso estaba limitado a
regiones pequeñas hacia finales del siglo XII (doce).
Para esta época, surgieron algunos mercaderes
que se especializaron en conocer el valor de las monedas en circulación, en
comprarlas y en cambiar unas por otras, luego de fijarles el valor de cambio. A
estos se los llamó cambistas, su
banco o mesa estaba a la vista, en un local que daba a la calle como el de
todos los artesanos.
Con el tiempo, fueron surgiendo otros
mercaderes con actividades y funciones más complicadas, por ejemplo, los
cambistas banqueros. Se ocuparon de
los negocios de exportación e importación de mercaderías a gran escala y
añadieron a sus funciones diversas funciones financieras: otorgaban créditos, comerciaban con letras de cambio y, en algunos casos,
realizaban seguros.
Actividad:
1- ¿Qué
innovaciones se produjeron en las prácticas agrícolas durante la consolidación
del sistema feudal europeo?
2-¿Qué factores
contribuyeron al renacimiento comercial?
3-¿Cómo se produjo
el repoblamiento de las ciudades?
4- ¿En qué regiones
de Europa se produjo este renacimiento y por qué?
5-¿Qué
consecuencias produjo dicho renacimiento comercial?
Trabajo Práctico Nº 12 de Historia y Geografía del 2do Ciclo
Tema: La crisis del orden feudal
Hacia
el siglo XIV (catorce), la expansión de la producción que había caracterizado a
los siglos XI (once) y XII (doce) había llegado a su fin. El incremento de la
población favorecido por los cambios tecnológicos se detuvo y dio paso a una
profunda crisis demográfica. Es decir que la población comenzó a
disminuir por un conjunto de factores: hambrunas, pestes y guerras.
Por
otra parte, mientras en el sector rural sucedían estos cambios, las ciudades fueron
adquiriendo cada vez más importancia. Una transformación fundamental de las
ciudades fue la conformación de una nueva clase social, la burguesía, que
aportaría una nueva forma de pensar la sociedad.
La
crisis demográfica, los cambios en el sector urbano y las tensiones entre los señores
feudales y los gobiernos de las ciudades generaron una crisis en la estructura
social del feudalismo. Esta crisis se manifestó en todos los aspectos de la
sociedad, pero afectó especialmente a los sectores populares.
En
ese contexto de crisis y cambio, las características de la sociedad feudal se fueron
desdibujando, mientras una nueva sociedad comenzaba a tomar forma. El comercio
recuperó su antigua importancia, tanto en las ciudades como entre regiones cada
vez más lejanas. Desde los centros urbanos se impulsó el comercio ultramarino
y progresivamente se produjo un nuevo proceso de centralización política,
mediante el fortalecimiento de las
monarquías, que finalmente dio lugar a la formación de los Estados modernos.
Actividad:
1- ¿Qué factores
generó la crisis demográfica del siglo XIV (catorce)?
2- ¿De qué manera
afectó la crisis en la estructura
social del feudalismo a cada estamento?
3- ¿Menciones
cuáles fueron las consecuencias de esta crisis?
[1] Odoacro, jefe de la tribu germánica de los Hérulos, luego de destituir
al emperador Rómulo Augústulo, un joven de 14 años, se proclamó “Rey de Italia”
dándole fin al Imperio Romano Occidental.
[2] La cultura bizantina, es aquella, fruto del desarrollo y conjunto de
actividades del Imperio Bizantino; nombre que finalmente adopta el Imperio
Romano Oriental.
[3] Hasta el siglo I (uno) d.C., con la llegada de los romanos al río Rin
y con su ocupación temporal de Alemania hasta el río Elba.
[4] Conformaron una confederación de tribus euroasiáticas, de los más
diversos orígenes, unidas por una aristocracia que hablaba una lengua túrquica.
Este grupo humano apareció en Europa en el siglo IV, y su máximo exponente fue Atila el Huno.
[5] Que pasó a llamarse: Medinat-an-Nabí, o Medina, que quiere decir, “la
ciudad del profeta”; ciudad en la que predica con más éxito debido a que es más
próxima a las comunidades judías y cristianas por lo que el monoteísmo
resultaba menos extraño como culto.
[6] Edificio o templo en que los musulmanes practican
sus ceremonias religiosas.
[7] El Corán, aunque no lo formula de un modo
específico ya que el concepto de jihad, que suele traducirse (impropiamente, a
juicio de algunos) como guerra santa, es en realidad mucho más amplio,
incluye también la acción violenta. De acuerdo con el Corán, la guerra santa
debe ser en principio defensiva:
“Combatid en el camino de Dios a
quienes os combaten, pero no seáis los agresores. Dios no ama a los agresores.
Matadlos donde los encontréis, expusadlos de donde os expulsaron “. Corán, 2, 186-187
[8] Corán significa, “leer” o “recitar”.
[9] Por orden el califa Otomán.
[10] Juicio final como evaluación de los actos de los hombres después de su
muerte.
[11] Cada uno de estos puntos fue objeto de una considerable interpretación
por parte de los comentaristas, pues era necesario aclarar su sentido, ya que
se advertían contradicciones significativas provenientes de distintas etapas de
formación de la doctrina, especialmente la que se suscita entre la idea del
juicio final y la de la predestinación.
[12] Quiere decir “sometido -o
resignado- a la voluntad de Alá”
[13] Torre de las mezquitas, por lo común elevada y poco
gruesa, desde cuya altura convoca el almuédano a los mahometanos en las horas
de oración.
[14] “sucesor o enviado de Dios”.
[15] Finalmente, en 1453, con la caída de Constantinopla, el Imperio Bizantino sería absolutamente
dominado por los musulmanes.
[16] Serie de reyes o soberanos que pertenecen a la misma familia.
[17] Esta batalla frenó la expansión islámica hacia el norte europeo, desde
la península Ibérica y es considerada por muchos historiadores como un
acontecimiento de importancia macrohistórica, al haber impedido la invasión de
Europa por parte de los musulmanes y preservado el cristianismo como la fe
dominante durante un periodo en el que el Islam estaba sometiendo los restos de
los antiguos imperios romano y persa.
[18] Con el apoyo del papado, con el objeto de que la defendiera contra los
Lombardos, que ocupaban el norte de Italia.
[19] Los lombardos, Sajones, Avaros y los musulmanes.
[20] Llamadas resoluciones capitulares,
por estar divididas en capítulos.
[21] Ya adulto, Carlomagno aprendió a leer, a escribir con dificultad e
incluso a hablar en otros idiomas.
[22] “el piadoso” debido a su política de apoyo a la Iglesia.
[23] Laico se refiere a todo aquello que no es eclesiástico. Por ejemplo,
la nobleza laica feudal fue guerrera en contraposición a la nobleza religiosa,
dedicada a los asuntos de la
Iglesia; así también en la
Edad Media hubo una educación laica, la de
las ciudades, en oposición a una educación religiosa promovida por los
monasterios.
[24] Compra o venta deliberada de cosas espirituales,
como los sacramentos y sacramentales, o temporales inseparablemente unidas a
las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos.
[25] Cada uno de estos monasterios o “monasterios fortaleza”, constituían
un autentico centro de enseñanza y de explotación agropecuaria, eran verdaderas
unidades económicas, en las que se producía todo lo que necesitaba la región en
la que se encontraban. Pronto se convirtieron en verdaderos centros económicos
y políticos.
[26] Los cristianos europeos nunca pudieron conquistar de modo definitivo la Tierra Santa. Pasaron más de
600 años hasta que otro ejército cristiano volviese a Jerusalén. Fue en 1917,
cuando los turcos entregaron la ciudad al ejército británico, durante la Primera Guerra Mundial
(1914-1918).
[27] Cada vasallo debía obediencia a su señor, no al rey.
[28] Obligaciones del campesino hacia el señor: cultivar las tierras del
señor; pagar diversos impuestos en dinero o especie al señor (el peaje: por la circulación de caminos y
puentes del señorío; la talla:
impuesto extraordinario), Utilizar hornos, molinos y lagares del señor, pagando
por su uso. Si el señor era capturado, contribuir al pago del rescate; cumplir
con tareas como reparaciones de caminos, en el castillo, cercas, etc.
[29] Obligaciones del vasallo: Fidelidad: No atentar contra el señor ni
realizar acciones que lo perjudiquen. Prestaciones: El vasallo estaba obligado
a brindarle ayuda militar y económica al señor, cuando éste lo requiriese (auxilium). También debía asistirlo con
su consejo en los tribunales señoriales (concilium)
y realizar tareas cortesanas (administrar los dominios, transmitir mensajes,
etc.).
[30] Obligaciones del señor: Fidelidad: No atentar contra la vida, el honor
o la propiedad de sus vasallos. Protección: El señor debía responder al llamado
de su vasallo, en caso de que éste corriera peligro. Además, debía defenderlo
en caso de juicio. También estaba
obligado a asistirlo con sus consejos.
[31] Consistían en actos orales de carácter solemne que constaba de tres
partes: Homenaje, era la
representación de gestos de sumisión del vasallo al señor y aceptación de éste
al primero; Fe, juramento de
fidelidad del vasallo ante la
Biblia; y el Osculum,
el pacto se sellaba con un beso entre las partes.
[32] Algunos señores franceses, por ejemplo, fueron vasallos de señores
residentes en las Islas Británicas.
[33] Latifundio,
se llama a propiedad rural y/o unidad agropecuaria de gran tamaño.
(Latifundismo: sistema de producción agropecuaria basado en la explotación de
grandes extensiones territoriales).
[34] Derecho que gozaba el señor al ejercer sus privilegios y las funciones
administrativas, fiscales, jurídicas sobre el feudo, como poderes arbitrarios
que accionaba sobre los campesinos.
[35] Llamado “obra mestra”.
[36] Hacia el año 1050 la población europea era de unos 46 millones y en
1200 ya sobrepasaba los 60 millones.
[37] Roturar es la acción de arar o labrar por primera
vez las tierras vírgenes o los montes desmalezados, para ponerlos en cultivo.
[38] Fueron famosas las ferias de Champagne, en Francia, donde se
intercambiaban desde sedas de la
China
[39] Especialmente la cuarta (1202-1204) por influencia de los comerciantes
venecianos que aportando sus flotas y
desoyendo al papa Inocencio III redirigieron la cruzada (que
originariamente debía partir hacia Egipto), hacia Constantinopla,
conquistándola y abriendo una vía comercial de 60 años de actividad sin
interrupción.
[40] Muy importante fue la hansa Teutónica o Alemana.
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