viernes, 4 de octubre de 2013

Feudalismo



Trabajo Práctico Nº   de Historia y Geografía del 1er Ciclo  

Tema: La caída de Roma
     Desde el siglo IV (cuarto) después de Cristo, el proceso de disolución del Imperio Romano se aceleró. La ruina del comercio entre la Europa mediterránea y Oriente, iniciada el siglo anterior; la anarquía militar producto del permanente ejercicio del poder político por quienes detentaban el mayor poder militar; la crisis de la antigua religión y la fusión del cristianismo; la  entrada de pueblos bárbaros; la inseguridad en las comunicaciones, contribuyeron a la disolución definitiva.
     El mundo romano entró en crisis entre los siglos III y V de nuestra era, debido a un conjunto de factores internos y externos:
·      Su economía estaba en decadencia ya que consumía mucho más de lo que producía.
·      El ejército se había transformado en una maquinaria muy costosa de mantener.
·      Las luchas por las sucesiones al trono generaban una gran inestabilidad política y una ausencia completa de administración.
·      La corrupción involucraba a todo el Estado y la pobreza se generalizaba entre los ciudadanos.
·      Los germanos, un conjunto de pueblos que los romanos llamaban bárbaros, comenzaron a asentarse en los límites del Imperio a partir del siglo II. Progresivamente, se incorporaron al ejército y a la vida romana, hasta que en el año 476 [1]atacaron Roma y destituyeron al emperador.


Trabajo Práctico Nº 1 de Historia y Geografía del 1er Ciclo  

Tema: Transición hacia el feudalismo
     Los procesos de cambios históricos pueden ser bruscos o lentos. Con determinados hechos, como por ejemplo las revoluciones, los tiempos se aceleran y los cambios son rápidos. En otras etapas, la sociedad se va transformando lentamente y, aunque pareciera que todo se mantiene igual, muchas cosas van cambiando, hasta que un día la sociedad ya no es la misma.
     Cuando se producen transformaciones lentas pero progresivas, que tienen por resultado el paso de un tipo de sociedad a otra totalmente diferente, hablamos de un proceso de transición.
Ruptura del mundo Mediterráneo    
     Esto ocurrió con el mundo del Mediterráneo a partir del siglo VI. Todas las características de la sociedad del Imperio Romano -la vida urbana, la centralización política, la esclavitud- fueron cambiando con el paso del tiempo.
     Hacia el siglo V de nuestra era, el Imperio Romano estaba atravesando una profunda crisis económica, social y política. Mientras esto ocurría un grupo de pueblos bárbaros -los germanos- invadieron el Imperio acelerando el proceso de descomposición de la sociedad romana.
     Hacia el siglo IX d. C. el mundo del Mediterráneo ya no era el mismo. La unidad cultural del Imperio, dio paso a tres culturas diferentes: la feudal en Europa occidental, la bizantina[2] en Europa oriental y el Islam en el cercano Oriente, el norte de África y el sur de España.
     Como resultado de esa descomposición, desapareció el Imperio Romano occidental dando lugar, hacia el siglo IX (noveno) y X (décimo) a la formación de un nuevo tipo de sociedad llamada sociedad feudal.
     Entre el siglo V y el VIII se desarrollaron pequeños reinos aislados y con escaso poder sobre la población y el territorio. La debilidad de la monarquía de esos reinos favoreció el incremento del poder de la aristocracia terrateniente. Los monarcas, con la excepción de Carlomagno, rey de los francos, no fueron capaces de imponer su autoridad sobre esta clase cada vez más poderosa.
     Más adelante, en los siglos VIII y IX, se produjeron las invasiones árabes y vikingas (la segunda oleada) y los reyes fueron incapaces de proteger a la población. Esta tarea quedó en manos de los terratenientes, que cobijaron a la población atemorizada dentro de sus posesiones.
     Como consecuencia de este proceso, los terratenientes se transformaron en el verdadero poder político y económico, dominando a los campesinos que cada vez dependían más de ellos.
     Entre los siglos IX y XI, se consolidó esta nueva organización social llamada feudalismo, en Europa occidental.
     La sociedad feudal se caracterizó por la descentralización del poder político, la formación de varios reinos, la decadencia de la vida urbana, la disminución del comercio y el desarrollo de una organización social y económica fundamentalmente rural. La sociedad feudal se mantuvo hasta el siglo XIV, en el que una nueva crisis dio comienzo a un proceso de transición.
     En síntesis, en el período histórico conocidos como La Edad Media podemos reconocer tres procesos diferenciados: la transición de la antigüedad al feudalismo, la consolidación de la sociedad feudal y la transición hacia un nuevo tipo de sociedad llamada capitalista.


Actividad:
1- ¿Qué caracteriza a un proceso de transición?
2- Luego de la desintegración del Imperio romano occidental: ¿qué nuevas culturas y en qué regiones surgen?
3- ¿Qué consecuencias trajo la nueva invasión (árabe y vikinga) en Europa?
4- Mencione, a modo de ítems, los rasgos que caracterizó  a la sociedad feudal desde el siglo XI al XIV, aproximadamente.




Trabajo Práctico Nº 2 de Historia y Geografía del 1er Ciclo  

Tema: Los reinos germánicos
     Los germanos eran pueblos seminómades de origen diverso, vecinos inmediatos del Imperio Romano de Occidente. Su aparición en éste ámbito se da desde comienzos del siglo I (uno). Se situaron en los llanos, más allá del río Rin y del Danubio, reunidos en tres grupos principales:
Germanos del norte: ubicados en las costas del mar del norte. Sajones y anglos.
Germanos orientales: ubicados al este del río Elba, Godos (divididos en visigodos y ostrogodos), vándalos, burgundios, suevos.
Germanos occidentales: ubicados al oeste del río Elba, Francos, alamanes, lombardos.
     Constituían un conglomerado de diversos pueblos  con cultura, costumbres y hasta idiomas distintos: los romanos los denominaban “bárbaros”; término que significaba “extranjero” o ajeno al sistema romano.
     Vivían agrupados en tribus, dirigidas por un jefe. Entre ellos imperaba un modo de producción primitivo y comunal. Originariamente[3], entre estas tribus, la propiedad privada de la tierra era desconocida y todos los años los jefes de las tribus decidían qué parte del suelo común habría de ser arada y asignaban las diversas porciones a los clanes respectivos, que cultivaban y se apropiaban los campos en forma colectiva. Los hombres libres, integraban una Asamblea que intervenía en las decisiones políticas. La familia era la base de la organización social germana. Como no tenían leyes escritas, el padre en su rol de juez resolvía los conflictos entre miembros de la tribu mediante castigos o “precios” en número de reses.
     Habitaban en aldeas integradas con chozas. Sus actividades principales eran el pastoreo y la agricultura. A partir del siglo I (uno) comenzaron a cruzar las fronteras del Imperio Romano, en busca de tierras y botín. No perseguían la destrucción del Imperio, ya que consideraban al Estado Romano como una admirable organización política en la que pretendían obtener un lugar.
     Antes de su caída, el Imperio fue incorporado numerosos grupos de germanos como soldados o como colonos. Ellos se comprometían a defender las fronteras, a cultivar las tierras y a reconocer la autoridad del emperador.
     Pero en el siglo V (quinto) este avance pacífico vuelve incontrolable para los romanos. Esta irrupción violenta se debió, entre otras cosas, al ataque de un pueblo de Europa Oriental (Rusia): los Hunos[4] de origen mongol, que empujan, con sus agresivas incursiones militares, a los germanos hacia el oeste. Las invasiones germanas al Imperio Romano, fueron entonces emigraciones en masa para huir de los hunos, pero esta vez saquearon las zonas recorridas y respetaron solamente la autoridad de sus jefes; contribuyeron, quizás sin quererlo, al derrumbe de la organización imperial.
     Los invasores más importantes se asentaron en el antiguo territorio romano y formaron diversos reinos. En general respetaron en gran parte las tradiciones, el tipo de administración y la cultura del pueblo romano conquistado. En general, los jefes germanos practicaban el arrianismo, al convertirse éstos gradualmente al catolicismo, favorecieron el proceso de acercamiento religioso con las poblaciones romanizadas. Los principales pueblos germanos que se asentaron en el Imperio fueron:
Los Ostrogodos en la península itálica; los Visigodos en la península ibérica; los Francos en la actual Francia.  


 Actividad:
1- Identifique, a lo largo del apunte, las características sociales y políticas de las tribus germánicas.
2- ¿Cuál fue el efecto del avance de los hunos desde Europa del este, en la organización Imperial romana?



Trabajo Práctico Nº 3  de Historia y Geografía del 1er Ciclo  

Tema: El islam
     A partir de los primeros tiempos del siglo VII (séptimo) el Mediterráneo se encuentra convulsionado por la aparición de un pueblo conquistador afecta todo el orden tradicional: los árabes, que pronto se pondrán a la cabeza de un vasto imperio internacional unificado por una fe religiosa.
     Hasta entonces los árabes no constituían sino un pueblo preferentemente nómade, dividido en infinidad de pequeñas tribus dispersas por el desierto de Arabia e incapaces de cualquier acción que sobrepasara sus fronteras. Adoradores de ídolos, su politeísmo era extremado y no tenían otra limitación que el culto de la Piedra Negra que se veneraba en la Kaaba, un santuario situado en La Meca al que concurrían los árabes en peregrinación anual. Su organización política y económica correspondía a la de los pueblos nómades del desierto, y nada podía hacer sospechar al Imperio bizantino o a los persas que en ellos se escondía una amenaza que, años más tarde, habría de someterlos.
    La unificación del pueblo árabe fue obra de un profeta, Mahoma, que lo convirtió a un monoteísmo religioso militante, de raíz judeocristiana, pero teñido con caracteres propios.
     Mahoma nace en el 570 d.C. y pertenecía a la familia de los coreichitas; a la que estaba confiada la custodia de la Kaaba, y se dedicó durante algún tiempo al comercio. Los viajes le proporcionaron el conocimiento de otras costumbres y otras ideas distintas a las de su pueblo, y especialmente del monoteísmo que practicaban las comunidades judías y cristianas de Siria y el norte de la Arabia. Cuando un cambio de fortuna producto de su matrimonio (con Cadija), le proporcionó el ocio necesario para dedicarse a la meditación, comenzó a elaborar un pensamiento místico que, sin poseer gran originalidad, estaba movido por una fe ardiente y una inmensa capacidad de difusión. Así nació la fe islámica, alrededor de la creencia en un dios único.
     En el 610 d.C., Mahoma, comenzó a predicar entre grupos reducidos: en su mensaje afirmaba que, a través del arcángel Gabriel. Dios le había revelado la existencia de un dios único, Alá.  
     Luego, Mahoma comenzó a predicar en la ciudad entre grupos más numerosos, la creencia en un solo Dios, la resurrección de los muertos y la paz eterna. Esta prédica entra en conflicto con los intereses de los mercaderes que lucraban con las grandes peregrinaciones paganas. La reacción no se hizo esperar y a mediados del 622, Mahoma huye de La Meca. La huída o “Hégira” constituye el punto de partida de la era musulmana. Instalado en Yathrib[5] , Mahoma precisó su doctrina y estableció la primera mezquita[6]. Durante los siguientes diez años fue considerado el último profeta y el único intérprete de las instrucciones de Alá. En ese tiempo, su pensamiento evolucionó considerablemente y trató de aproximar su concepción al carácter nacional árabe. No solo afirmó la continuidad entre su fe y la de Abraham, antepasado de su raza, sino que instituyó un culto ordenado que más tarde culminaría en una aprobación del mismo santuario de la Kaaba. Era necesario que esta nueva fe se hiciera fuerte en la tradicional capital religiosa de loa árabes, La Meca, hacia la cual se lanzó Mahoma en son de guerra. Porque, a diferencia de los judíos y los cristianos, los musulmanes sostenían la necesidad de la guerra santa[7]. La Meca cayó en poder de Mahoma en el 630 y el triunfo de Alá comenzó a ser admitido por todos. Las diversas tribus árabes reconocieron poco a poco a Mahoma como profeta verdadero y a Alá único Dios, unas por la fuerza y otras por la razón. Cuando murió, en el décimo año de la Hégira (632 de la era cristiana), su misión parecía cumplida, luego de haber dado a su pueblo una unidad de que carecía y un ideal para la lucha.

El Corán
     El Corán[8] es el libro sagrado del Islam y contiene las palabras de Mahoma, escritas por sus discípulos. El texto definitivo, ordenado en el 653 d.C[9]., concentra, dogmas, leyes, enseñanzas, consejos, ideas religiosas y morales, distribuidos en 114 capítulos o Suras, y redactados en lenguaje metafórico, característica que genera dificultades en su interpretación e interpretaciones diferentes. Mediante el Corán los musulmanes no solo ordenan sus creencias religiosas, sino también su vida civil.

El dogma
     Los puntos fundamentales del dogma son:
-Creencia en un Dios único, Alá. El monoteísmo es el punto fundamental, la creencia en un único dios  eterno y poderoso, “Mahoma vino a traer a los hombres su mensaje divino”. Sus creyentes afirman que “no hay más dios que Alá”.
-Mahoma, el último profeta; creencia en los profetas (Abraham, Moisés, el mismo Jesús y su madre María, como profetas menores), el último de los cuales, Mahoma ha traído a los hombres el mensaje definitivo de Dios.
-Creencia en los ángeles, resurrección y el juicio final[10].
-Creencia en la predestinación de los hombres según la inamovible voluntad de Alá.[11]
-La oración, plegaria o Salat, implica la comunión entre Dios y los hombres; por lo tanto es fundamental y debe cumplirse según un ritual preciso cinco veces al día. La plegaria puede ser individual, pero se recomienda que la misma sea pública y en la mezquita; los hombres tienen obligación de asistir a la plegaria del viernes en la mezquita. Antes de comenzar la oración, el musulmán[12]  en estado de pureza ritual, debe purificarse con agua o con arena (en caso de encontrarse en el desierto). La oración está dirigida en nombre del califa y es el almuecín quién, desde lo alto del minarete[13], convoca a la oración.
-El ayuno en el mes de Ramadán (noveno mes del calendario musulmán), que consiste en no consumir ningún alimento hasta la puesta del sol.
-La limosna; obligación de donar una parte de los ingresos a los pobres.
-La peregrinación a La Meca. Todo musulmán debe, dentro de sus posibilidades, realizar esta peregrinación alrededor de La Kaaba y adorar la Piedra Negra, al menos, una vez en su vida.
     Por otro lado, Mahoma estableció la Guerra Santa para la conversión de los infieles y la consiguiente expansión del Islam. Mahoma convirtió al pueblo árabe al monoteísmo militante, que irradió su fuerza expansiva por vastos territorios a lo largo de los tiempos.

La expansión del Islam
     Mahoma murió en el 632 d.C. sin haber reglamentado su sucesión, provocando graves conflictos;  le sucedió el discípulo más próximo: Abu Beker, quien recibió el título de califa[14], y organizó un Estado teocrático. El poder quedó sucesivamente en manos de cuatro de los familiares directos de Mahoma, denominados los califas legítimos. Éstos iniciaron la expansión del Islam. Los árabes consideraban que su expansión era una guerra santa (Jihad) contra los infieles, aquellos que no creían en Alá. A diferencia de los invasores germanos, que se integraron culturalmente a la población de los territorios conquistados, los musulmanes impusieron su cultura en las áreas por las que se expandieron. Dos dinastías gobernaron el Estado teocrático islámico, la dinastía Omeya (entre 661 y 750) de influencia bizantina y la dinastía Abásida (entre 750 al 1060) de influencia persa quienes fueron desplazados del poder, finalmente, por los turcos.
     Como consecuencias de la expansión del Islam podemos mencionar:
- El viejo imperio de los persas fue aniquilado definitivamente.
-Bizancio perdió importantes provincias en el Oriente (Siria, Palestina y Egipto) y debió ceder su preeminencia en el Mediterráneo a los musulmanes[15]
-Casi todas las conquistas islámicas (con excepción de la península Ibérica y los Balcanes) permanecieron hasta la actualidad como ámbito cultural y religioso musulmán.




Actividad:
1- ¿Qué tipo de prácticas religiosas existían entre los árabes antes de Mahoma?
2- ¿Quién fue Mahoma?
3- ¿Qué eran las mezquitas?
3- ¿Qué hecho da inicio a la era musulmana?
4- ¿Cuáles son los principios básicos del dogma islámico?
5- ¿Qué es el Corán y cuál es su contenido?
6- ¿Qué tipo de Estado se forma luego de la muerte de Mahoma y que desarrollo experimenta con el paso del tiempo?



Trabajo Práctico Nº 4  de Historia y Geografía del 1er Ciclo  

Tema:Carlomagno
     Entre los reinos romano-germánicos destacaba el de los francos, situado en los actuales países de Francia y Bélgica. A principios del siglo VIII, la región era gobernada por la dinastía[16] de los merovingios, cuyo nombre se debe a su fundador, el guerrero Meroveo.
     A los largo del tiempo, los reyes merovingios habían ido perdiendo autoridad, y los últimos soberanos de esta dinastía, conocidos como “reyes holgazanes”, comenzaron a delegar el poder a sus asistentes directos, denominados mayordomos de palacio.  
     Uno de ellos, Carlos Martel, sobresalió defendiendo el territorio y en el sur de Francia logró detener el avance de los musulmanes del califato omeya, en la batalla de Poitiers[17] en el 732 d.C., quiénes ya habían comenzado su expansión desde el norte de África y ocupaban la casi totalidad de la península ibérica.
     Esa victoria le dio a Martel gran prestigio; así fue que a su muerte, uno de sus hijos, Pipino el Breve, quién había heredado de su padre el cargo de mayordomo del reino franco, ejerciendo un poder (como su padre) verdaderamente real, destronó al último rey merovingio Childerico (751 d.C) y formó su propia dinastía[18]: la de los carolingios.
     A la muerte de Pipino, el reino se dividió entre sus dos hijos, como era la costumbre germana, pero uno de ellos, Carlomán I, murió al poco tiempo. El único sucesor fue entonces Carlos, apodado “el Grande” (Magnus) por sus victoriosas campañas contra distintos pueblos enemigos[19], trascendería como Carlomagno.
     Viendo la gran fragmentación que existía entre los distintos reinos, sumada a las permanentes guerras, el aislamiento y la inseguridad, Carlomagno se propuso unir nuevamente a todas las poblaciones bajo una sola autoridad, como en la época del Imperio Romano. Para ello, organizó campañas militares contra sus vecinos logrando incorporarlos bajo su mando.
     En el año 800, el Papa León III lo coronó emperador en la Basílica de San Pedro. De esta forma la Iglesia y la dinastía carolingia se comprometieron a ser defensoras de la cristiandad.
    
El Imperio Carolingio
     Carlomagno organizó su imperio, para una mejor administración y control político, dividiéndolo en condados, ducados y marcas, estas últimas ubicadas en las zonas fronterizas, donde era necesario protegerse de las invasiones. Al frente de cada jurisdicción se encontraban los condes, los duques y los marqueses, respectivamente. La tarea de éstos se complementaba con la de otros funcionarios llamados missi Dominici (enviados del señor) que, de a dos (un conde y un obispo), recorrían el territorio en cada estación del año, para verificar el buen desempeño de los súbditos de Carlomagno.
     Dos veces al año se celebraban las asambleas nacionales en las que participaban todos los hombres libres. Durante su transcurso, Carlomagno publicaba sus resoluciones[20] u ordenanzas, que no siempre tenían el carácter de leyes, ya que en ocasiones se trataban de normas o preceptos morales.
     Esos mismos hombres libres eran quienes integraban el ejército de Carlomagno. Como parte de sus obligaciones debían aportar elementos de combate, cuya cantidad y calidad variaba de acuerdo con la fortuna de cada combatiente.
     Dado que desde pequeño había sido preparado por su padre para ser guerrero, Carlomagno no había aprendido a leer ni escribir, lo que no le impidió rodearse de sabios de la época entre sus asesores e instructores[21]. Carlomagno se preocupó por fomentar la fundación de escuelas en las catedrales y él mismo fundó una en su palacio para educar a los futuros administradores del Imperio.

Una sociedad dividida y una economía cerrada
     Durante el Imperio Carolingio, la sociedad estaba organizada de la siguiente forma:
     Por un lado los nobles, descendientes de antiguos jefes germanos que se habían apropiado de grandes extensiones de tierras, posesiones que pertenecían a los romanos. Eran guerreros fieles al rey. Cuando Carlomagno los nombró condes, duques o marqueses, paulatinamente comenzaron a considerar como propios los territorios encargados para gobernar. Así poseyendo grandes extensiones de tierra (latifundios) y controlando la gran cantidad de población que las habitaba, aumentaron su poder.
     Los campesinos que vivían en esas tierras formaban la mayor parte de la población. Se dividían en dos grupos. Los colonos, que a cambio de quedarse en las tierras de los señores les pagaban con una parte de la cosecha y realizaban distintos trabajos para ellos. Además, en los alrededores, se instalaron por su cuenta otros campesinos, en pequeñas aldeas llamadas alodios. De esta forma, para la época del Imperio Carolingio, toda la población vivía en el campo, porque allí obtenía lo que necesitaba para sobrevivir. Así la economía se ruralizó y debido a su producción de subsistencia, se hizo cerrada, es decir, casi sin mayores vínculos de intercambio comercial con otras regiones. 

El fin del Imperio de Carlomagno
     Si bien Carlomagno no había cumplido su objetivo de reconstruir el Imperio Romano Occidental, sus dominios, habían alcanzado una importante extensión. Pero su Imperio duró tan solo catorce años: a su muerte (814 d.C.), como era la costumbre, su hijo Ludovico Pío, también llamado “Luis el piadoso”[22], heredó todos los territorios, pero cuando él murió, sus hijos Carlos, Luis y Lotario se dividieron los territorios, no supieron gobernarlos y fueron perdiendo cada vez más autoridad sobre ellos. Esta situación fue aprovechada por los duques, condes y otros funcionarios del reino, quienes comenzaron a asumirse, de hecho, dueños de las tierras que anteriormente pertenecían al rey.
     La causa principal del fracaso del Imperio carolingio fue la lucha entre los nobles, el poder que tenían en sus condados era, en la práctica, mayor que la autoridad que podía ejercer allí el emperador, porque poseían grandes riquezas, a veces vastísimas propiedades rurales y sobre todo el control de muchos hombres.

Nuevas invasiones
     Durante los siglos IX (noveno) y X (décimo) comenzaron a llegar a Europa occidental más grupos invasores, principalmente provenientes de la península escandinava, los normandos o vikingos que atacaban; desde la actual Rusia, los eslavos; y desde el norte de África los sarracenos, piratas de origen árabe que atacaban el sur de Italia, Francia e islas del mar Mediterráneo  


Actividad:
1- ¿Qué se propuso Carlomagno desde su reino y cómo llevó a cabo su objetivo en la región?
2- ¿Cuál fue la relación entre el Imperio Carolingio y el Papado?
3- ¿Cómo organizó Carlomagno el Imperio?
4- ¿Qué sucedió con el Imperio tras la muerte de Carlomagno?
5- ¿Cómo y por que se dividió el Imperio Carolingio?



Trabajo Práctico Nº 5  de Historia y Geografía del 1er Ciclo  

Tema: La función de la Iglesia romana
     La Cristiandad había tenido su origen en el siglo I, en las provincias asiáticas del Imperio Romano, y durante varios siglos casi se había identificado con él. El cristianismo se extendió hacia el occidente asiático y el norte de África, así como en Europa meridional. Pero al originarse y extenderse rápidamente el Imperio musulmán y la religión islámica en el siglo VII (séptimo), la Cristiandad y el Imperio Romano quedaron privados de sus provincias asiáticas y africanas, y la primera dirigió su fuerza expansiva hacia el norte de Europa, fuera de los confines del Imperio Romano. En el siglo VI (sexto), los francos se convirtieron al cristianismo; los anglosajones, en el siglo VII (séptimo); los germanos, en el VIII (octavo); los checoslovacos en el IX (noveno); los polacos, en el X (décimo), y los magiares, escandinavos, fineses y rusos, en el XI (undécimo).
     Así durante muchos siglos, prevaleció en Europa la idea de que la Cristiandad formaba una unidad política y cultural. La Iglesia representaba el supremo poder espiritual, el Imperio romano, desde el siglo IV (cuarto) en plena desintegración, representaba el poder temporal. Los europeos les debían, por lo menos en teoría, obediencia a estas dos instituciones. 

Los germanos y el cristianismo
     Al entrar en territorio romano, muchos germanos ya se habían convertido al cristianismo (que ya era por entonces la religión oficial del Imperio romano). Los francos adoptaron oficialmente el catolicismo luego de ser bautizado el rey Clodoveo; los visigodos también lo hicieron tras la conversión de Recaredo, en el 587. La conversión de los distintos pueblos al cristianismo favoreció la integración cultural con la población romana. Fueron frecuentes los matrimonios mixtos. Esto llevó a que se formara una sola aristocracia rural dominante de grandes señores. La Iglesia adquirió un papel fundamental en esta sociedad de transición. Sirvió para unir dos épocas, y fue el principal sostén de los valores que se impusieron en el Occidente europeo.

La nobleza religiosa y la Iglesia
     Los sacerdotes, abades y obispos, pertenecían al mismo grupo social que la nobleza guerrera. Eran los responsables de la dirección de la Iglesia, una de las instituciones más importantes de la Edad Media. La importancia de la Iglesia se había consolidado tiempo atrás. Desde la época del Bajo Imperio Romano había recibido en carácter de donaciones, extensos territorios en diferentes regiones de Europa. Así, como consecuencia de la adquisición de nuevas tierras, la vida en los monasterios se fue pareciendo cada vez más a la de la nobleza laica[23]. Los religiosos se fueron alejando en forma progresiva de los ideales de “pobreza, castidad y obediencia”. Obispos y abades dejaron de ser elegidos por el pueblo o por los monjes, para ser nombrados por los reyes y grandes señores, y estos no siempre favorecían a los más dignos, sino a parientes y amigos, y en muchos casos, a los que les ofrecían más dinero. Así se llegó al ejercicio de la simonía[24] o negociado de los cargos eclesiásticos. Algunos monasterios y abadías ni siquiera fueron dirigidos monjes o abades, sino por nobles designados por grandes señores o reyes. Estos desórdenes produjeron la mayor relajación de la disciplina introduciéndose incluso la clerogamia (o nicolaísmo), es decir, el casamiento de numerosos clérigos.

Las primeras reformas religiosas
    Fue por ello que, en el siglo X (décimo), el monasterio benedictino de Cluny inició una reforma para recuperar los ideales originales del cristianismo. También le interesaba afirmar la posición de la Iglesia frente al poder de los señores laicos. Esta orden religiosa fundó monasterios por toda Europa[25]  con el objetivo de difundir sus renovadas ideas. A pesar de este y de otros intentos de cambios, las transformaciones solo tuvieron efecto en los curas y párrocos más pobres. Los grandes obispos y abades continuaron llevando una vida semejante a la de los señores feudales laicos: tenían grandes riquezas, vasallos que les rendían homenaje y siervos que trabajaban sus enormes extensiones de tierras, la Iglesia también se había “feudalizado”.Al adoptar la Iglesia el régimen feudal se contaminó también con los defectos del sistema.

La función social y política de la Iglesia    
     La jerarquía eclesiástica contribuyó a consolidar el poder de la nobleza feudal de la que formaba parte. Teólogos de la época afirmaban que ese poder era querido por Dios para mantener una sociedad armónica constituida por tres órdenes sociales inmodificables: los que guerreaban (bellatores), los que oraban (oratores) y los que trabajaban (loboratores). Según esta doctrina, los tres ordenes eran interdependientes y cada uno de ellos (nobles, sacerdotes y campesinos) cumplían una función social según la voluntad de Dios.
     Por otra parte, frente a la expansión musulmana la cristiandad fue a la guerra contra los infieles. Los nobles sumieron esta tarea con un espíritu de cruzada contra los enemigos de Dios, y se convirtieron en el brazo armado de la Iglesia, en los defensores de la civilización occidental y feudal.

La iglesia y la cultura
     Al caer el Imperio romano, en medio del derrumbe de todas la instituciones políticas. La Iglesia tomó a su cargo la estabilización de la nueva sociedad. Los monasterios y conventos se convirtieron en los únicos centros de enseñanza, y durante siglos impulsaron la cultura europea. En los monasterios se guardaron los libros provenientes de diferentes épocas y lugares; los monjes se dedicaban a la copia de manuscritos y en ocasiones, los traducían. El idioma utilizado era el latín, considerado como la lengua culta y universal. Para la formación de los sacerdotes se organizaron escuelas de instrucción en las abadías e Iglesias. En ellas se formaban en el conocimiento de las Sagradas Escrituras y, sobre todo, a partir del siglo X (décimo), en estudio de filosofía escolástica.
    La escolástica fue la filosofía medieval por excelencia. Trató de compaginar los principios de la fe cristiana con los de la razón. Este nuevo pensamiento alcanzó su máxima expresión en la obra de Santo Tomás de Aquino, en el siglo XIII (décimo tercero).

Las cruzadas
    Fueron expediciones militares de los cristianos occidentales impulsadas por el papado, con el objetivo de recuperar el Santo Sepulcro de manos musulmanas. La iniciativa de la primera cruzada (1096-1099) fue obra del papa Urbano II. El 27 de noviembre de 1095, en el Concilio de Clermont, hizo un llamado a la cristiandad para liberar Tierra Santa, ocupada por el Islam. Su mensaje fue de carácter internacional, tuvo un éxito inmediato. Provocó una mística colectiva, con la idea de “Dios lo quiere”. Las cruzadas fueron ocho en total, dirigidas por diversos nobles, religiosos, emperadores, reyes de diversas regiones cristianas; abarcaron un período de actividad intermitente desde la primera iniciada en 1096, hasta la octava que finalizó con su derrota definitiva en 1270.
     A pesar de que el objetivo de reconquistar los territorios santos para los cristianos no se cumplió[26], las cruzadas tuvieron una enorme importancia, en lo económico, favorecieron un proceso de cambio en la economía medieval. El comercio con el lejano Oriente recibió un gran impulso. Los beneficiados en primer lugar fueron los comerciantes de las ciudades italianas, que habían participado de las expediciones, especialmente venecianos y genoveses. Gracias a ellas se reactivó el gran comercio a larga distancia.
     En lo político, las cruzadas contribuyeron a debilitar el poder de muchos señores feudales, situación, que aprovecharon los monarcas para fortalecer su autoridad.  Gran cantidad de nobles murieron y otros quedaron en Oriente, sus feudos fueron incautados entonces por los reyes. Estas modificaciones anunciaban ya tiempos de cambios,
    
   



Actividad:
1- ¿Qué dos poderes representaban la Iglesia y el Imperio Romano, antes de su caída?
2-  ¿Cuál fue el rol de la Iglesia durante el proceso de asentamiento de las tribus germanas?
3- ¿Por qué se hace referencia a la existencia de una “nobleza eclesiástica” o clerical?¿Que efecto produjo su existencia?
4- ¿Qué objetivos pretendían lograr los reformadores de la Iglesia? ¿Tuvo resultado la reforma?
5- ¿Cuál era la función de la Iglesia respecto al orden social establecido?
6- ¿Cuál fue el papel de la Iglesia respecto a la cultura en la edad media?
7- ¿Qué fue la escolástica?
8- ¿Qué fueron las cruzadas y cuales fueron sus consecuencias?


Trabajo Práctico Nº 6 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: Orígenes del feudalismo
     La sociedad feudal adquirió sus características definitivas luego de las invasiones de los siglos VIII y IX. Los ataques de los pueblos invasores -árabes y vikingos- reforzaron la autonomía de las aldeas respecto de los reyes.
     Ante la incapacidad de las monarquías de proteger las aldeas, quedaron bajo el control de los terratenientes, pues ellos les ofrecían la protección que los reyes de los reinos romano-germánicos ya no podían dar. En consecuencia, los nobles terratenientes se transformaron en el verdadero poder político y económico en Europa occidental, en tanto que la monarquía se debilitó.
     La sociedad feudal estaba conformada básicamente por dos grupos sociales:
Una minoría de nobles terratenientes -los señores feudales- poseedores de los feudos y una mayoría de campesinos que trabajaban la tierra para su subsistencia y para pagar tributo a los señores feudales. Existían también los artesanos, que si bien dedicaban la mayor parte del tiempo a su oficio, también eran campesinos pues debían producir sus alimentos.
   El nombre feudo deriva de feod (fe, recompensa) y od (posesión), vele decir “beneficio recibido por el vasallo a cambio de la fidelidad debida al señor”. El feudalismo fue un sistema político, social y económico; fue producto de la situación histórica propia de los siglos IX (noveno) al XII (doce), y también de una serie de costumbres que se practicaban desde siglos anteriores.

Aspecto político:
     El régimen feudal significó la descentralización política, la conexión del poder político al elemento territorial y la noción del contrato como fundamento del mismo; al mismo tiempo representó el reemplazo del poder central de los reyes por el poder local de la aristocracia. El proceso de debilitamiento de la institución monárquica se generó con los sucesores de Carlomagno.
     Los reyes no tenían un ejército nacional, ni medios como para cubrir la necesidad primordial del momento: la protección a los súbditos. Tuvieron que delegar la defensa del territorio en los señores locales (duques, condes, marqueses), quienes aprovecharon sus servicios militares para obtener más independencia. Cada señor organizó un cuerpo de soldados (la hueste) y construyó una fortaleza (el castillo). Los propietarios menores solicitaron la protección de los señores, lo que dio lugar a la institución del “vasallaje”[27]. Dicha institución, fue perdiendo el carácter que le dio originariamente Carlomagno y se transformó en la reemplazante de la autoridad real. El vasallaje suplantó entonces, a la obediencia entre los súbditos y el monarca colocando entre medio una cadena (más o menos extensa, según la región y el momento histórico) de señores menores que intermediaban y se apropiaban de modo directo de dicha obediencia. Como los nobles tenían sus propios vasallos, éstos se sintieron con mayor obligación hacia su señor inmediato. Al mismo tiempo, los señores transformaron sus dominios en reinos menores, en donde desempeñaban las funciones públicas: comandaban el ejército, administraban justicia, declaraban la guerra y podían (en raras ocasiones) acuñar moneda.  

Actividad:

1-¿Cuáles fueron las consecuencias de las invasiones árabes y vikingas?
2-¿Por qué se debilitó el poder de las monarquías?
3-¿Qué fue el feudalismo y características adoptó?
4-¿Cómo reestructuraron su poder los señores?
5-¿Cómo surgió la institución del “vasallaje” y que relaciones generó a favor de los señores?


Trabajo Práctico Nº 7 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  
Tema: Feudalismo. Su distribución geográfica en Europa Occidental






















Trabajo Práctico Nº 8 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: Funcionamiento socioeconómico del modo de producción feudal, relación entre nobles y campesinos
     La sociedad feudal europea empezó a trazar los rasgos característicos de su organización en la época de los reinos romano-germánicos y del Imperio carolingio; pero sería en el transcurso del siglo IX (noveno) cuando habría de adquirir su fisonomía precisa, que perduraría con pleno vigor hasta el siglo XIII (trece).

Aspecto social: “una sociedad estamental”
     El régimen feudal implicó una nueva organización social, integrada por estamentos u ordenes, subordinados unos a los otros. Los estamentos se determinaban por la función que cumplían sus integrantes:
     Primer Estamento: los nobles (“los que luchan”),
     Segundo Estamento: el clero (“los que rezan”)
     Tercer Estamento: el campesinado (“los que trabajan”)
     Esta sociedad tenía un carácter vertical, existía una jerarquía respetada, considerada como reflejo del “orden querido por Dios”. Cada uno debía tener una conformidad con el papel que le tocaba asumir en la tierra. Ser noble o campesino, era una condición de nacimiento y de por vida. Los casamientos entre personas de distintos órdenes eran mal vistos. Las relaciones sociales en el medioevo giraban en torno de dos ideas principales: la lealtad y el servicio (“el que protege y el que sirve”).       
     La nobleza: Primer orden social, grupo privilegiado, integrado por señores territoriales, dueños de las tierras; pertenecían a una aristocracia guerrera, hombres libres (señores y vasallos) que prestaban servicio de armas, porque podían pagar los gastos militares. La guerra era la razón de vivir para los nobles; las actividades manuales eran consideradas indignas para su condición. Las campañas militares les proporcionaban ricos botines para aumentar sus riquezas.
     Su vida se desarrollaba en el campo, ejercían sus poderes (derechos y funciones que le correspondían a un Estado), en el “señorío”. Los señores feudales ejercieron su autoridad sin frenos sobre los estamentos sociales menos privilegiados, generando, en muchas ocasiones, situaciones de abuso y violencia. Habitaban sus castillos, una construcción preparada para la defensa. En tiempos de paz, sus distracciones eran la caza y los torneos (simulacros de batallas). Entre los nobles existían diferencias de acuerdo con sus recursos económicos:
Los caballeros, con dominios territoriales muy extensos, les facilitaban los medios económicos suficientes para dedicarse a la guerra. Prestaban vasallaje a señores más poderosos.
Los señores, poseedores de importantes feudos, protegían a los caballeros. Prestaban juramento de vasallaje a nobles más importantes.
Los grandes señores, solo unos pocos privilegiados conformaban este grupo, gracias a la concentración de bienes y tierras que poseían. Brindaban protección a señores y caballeros. Prestaban juramento de vasallaje al rey.

El clero: Como segundo orden estamental, también poseedor de privilegios, lo integraban eclesiásticos, los que dedicaban se vida a la Iglesia. Se dividía en regular y secular. El clero regular era el que vivía en los monasterios, sometidos a las “reglas” (como la Benedictina, por ejemplo). El clero secular era el que estaba en contacto con los asuntos terrenales o temporales, a diferencia de los que vivían en clausura. Dentro de éste, se encontraba el Alto Clero y el Bajo Clero; en el bajo, los sacerdotes, capellanes de parroquia; en el Alto clero, las más altas jerarquías de la Iglesia, dominado por el episcopado: abades, obispos, cardenales, con poderes y privilegios terrenales similares a los de cualquier importante señor laico. Por último el Papa con atribuciones terrenales y simbólicas propias de la alta nobleza o reyes.
     La situación social y económica del clero variaba de acuerdo con las circunstancias. 
El campesinado: Conformado por la mayor parte de la población. No todos los campesinos se encontraban en la misma situación. Así como entre la nobleza se extendieron los lazos de vasallaje, a nivel de los órdenes sociales menos poderosos surgió otro tipo de vínculos de dependencia personal: la servidumbre. Era una condición social nueva, integrada por los esclavos radicados y los campesinos pobres. Los campesinos, al no poseer medios para la defensa, debieron cambiar su libertad por la protección de un señor. Los señores los protegían y les otorgaban una parcela de tierra para su subsistencia (el manso) a cambio de una serie de obligaciones[28]. Los campesinos libres eran los menos numerosos; con el tiempo debieron ceder sus tierras por la presión de la nobleza y convertirse también en siervos.
     En cuanto a la esclavitud, debemos notar que el número de esclavos disminuyó notablemente respecto a la Edad Antigua. De esclavos, pasaron, con los siglos, a la condición de siervos o siervos de la gleba (último escalón de la pirámide social feudal); podían ser defendidos en los Tribunales,  el señor no podía cargarlos con trabajos ilimitados, como al esclavo, ni disponer sobre su vida o muerte. El siervo no era libre de elegir a otro señor o de trasladarse del dominio donde estaba establecido. La tierra que trabajaba no le pertenecía, no podía venderla ni transmitirla por herencia; se consideraban accesorios de la tierra y que se vendían o transferían como tales, cuando éstas se enajenaban.
     Resumiendo, podemos decir que, las clases no privilegiadas eran la de los campesinos libres y la de los siervos. Desde cierto punto de vista, la diferencia entre ambas era clave, pues los señores ejercían su autoridad y su poder con absoluta discrecionalidad sobre ambas, ya que no había frenos legales que pudieran limitarlo en sus predominios. Solo los principios morales y religiosos podían servir de freno, y la época feudal fue un momento de muy paulatino ascenso de esos principios.
     Estrictamente considerado, el campesino libre solo poseía sobre el siervo la posibilidad de cambiar de amo, pues conservaba la libertad de movimiento. El siervo, en cambio, estaba atado a la gleba (la tierra) y formaba parte de ella, hasta el punto en que era transferido de un señor a otro cuando se transfería la tierra. Pero ni campesinos libres no siervos podían hacer nada frente a los abusos de los señores, pues la convicción estaba arraigada de que los éstos solo tenían deberes, en tanto que correspondían legítimamente a los señores todos los derechos y privilegios. 
    




Actividad:

1- ¿Cómo estaba conformada la pirámide feudal?
2- Realice un esquema o cuadro conceptual con las características de cada estamento.

 
Trabajo Práctico Nº 9 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

El contrato feudal
     Los nobles se vinculaban entre sí, sellando un pacto de vasallaje por medio de un contrato. Los nobles menos ricos se vincularon a los más ricos mediante lo que se llamó el contrato feudal o las relaciones feudovasalláticas.
     Estas relaciones se establecían sólo entre miembros de la nobleza, es decir que los campesinos o los siervos no participaban de ellas.
     Algunos propietarios, incapaces de proteger por sí mismos, se agruparon alrededor de los castillos y solicitaron la protección de un señor más poderoso. La protección se otorgaba mediante el cumplimiento de una serie de compromisos.
     El protegido, llamado vasallo (de vassus, servidor) prometía al señor obediencia, fidelidad y servicio (concilium et auxilium)[29]; el señor a su vez le otorgaba protección y lo beneficiaba con el otorgamiento de un feudo[30]. El feudo generalmente era una extensión de tierra, pero a veces podía ser un castillo u otro beneficio. A cambio de recibir el feudo en beneficio, el vasallo debía cumplir con la ceremonia de vasallaje. En esta ceremonia se realizaban una serie de actos rituales[31], con lo que quedaba establecido el contrato feudal entre el señor y el vasallo.
     Con el tiempo las relaciones de vasallaje se fueron haciendo más complicadas, pues un mismo señor podía ser, a su vez, vasallo de otro señor más poderoso (vasallaje múltiple). Un mismo vasallo podía tener varios señores, lo que hacía difícil prestar fidelidad a todos, siendo frecuentes los enfrentamientos entre señores y vasallos. Este tipo de contrato se extendió por toda Europa occidental.
     Los más ricos -la aristocracia terrateniente- sólo se sentían vasallos del rey. Sin embargo, en la mayoría de los casos, por ejemplo en Francia y en Alemania, la figura del rey era tan solo simbólica, dado que no podían ejercer su autoridad en los territorios de los señores. El título de rey continuó existiendo, pero solo tuvo características honoríficas, “el primero entre los señores de la nobleza”. Su poder efectivo se reservaba a las tierras de su domino personal. Los reyes, durante la Alta Edad Media, conservaron solamente la función de asegurar la paz y administrar justicia; su poder fue muy débil en una sociedad que se fragmentó política y económicamente en múltiples regiones independientes, no existía por lo tanto, la idea de nación organizada tal como se la conoce en la actualidad[32].
          
La propiedad de la tierra
    Los campesinos de los tiempos medievales eran capaces de producir lo necesario para su subsistencia sin necesidad de depender de los sectores privilegiados. En este aspecto se diferenciaban de los antiguos esclavos romanos o griegos que necesitaron de los medios de producción de sus amos (tierra, animales, herramientas, etc.) para sobrevivir.
     Si bien la mayoría de los campesinos de la Edad Media poseían tierras, no eran sus propietarios. Los verdaderos dueños de los grandes latifundios[33] fueron la nobleza guerrera y religiosa, es decir, los señores. A lo largo de toda la Edad Media los señores fueron aumentando sus propiedades, a través de donaciones (como en el caso de la Iglesia), o por guerras y/o matrimonios por conveniencia (en los casos de duques, condes y marqueses).

El señorío
     El señorío era el nombre que recibía un latifundio compuesto por diferentes tipos de tierras. En ellas el señor ejercía el derecho de ban[34]. Mediante su uso, que el señor llamaba “derecho a ejercer la justicia”, los nobles podían cobrar tributos y exigir a los campesinos el cumplimiento de otros servicios.
     Las diferentes partes que formaban el señorío fueron:
-La reserva señorial: eran las tierras localizadas cerca del castillo o monasterio, trabajadas por los siervos en beneficio exclusivo de los señores.
-Los mansos: eran las parcelas que el señoreaba para su cultivo a los campesinos, a cambio del pago de un tributo. 
-Las tierras comunales: comprendían el conjunto de bosques y praderas. Estas praderas eran utilizadas por la comunidad; en ellas se alimentaba el ganado, -ovejas y cabras- y los animales de tiro, como los bueyes. Los bosques fueron importantes para abastecer las necesidades económicas del señorío.
     Los señoríos se extendieron por toda Europa occidental. Los había de distintas dimensiones, podían pertenecer a un noble guerrero o ser parte de las propiedades de una abadía o un monasterio.     El señorío procuraba autoabastecerse. En él se fabricaban algunos productos artesanales, había herrerías, molinos y hornos, es decir, todos los servicios que necesitaban sus habitantes para subsistir.


Actividad:

1-¿Entre que estamentos se conciliaban las relaciones de vasallaje? ¿Qué condiciones debían cumplir las partes?
2-¿Entre que estamentos se acordaban las relaciones de servidumbre? ¿Qué condiciones debían cumplir las partes involucradas?
3-¿Quiénes eran los dueños de la tierra, y cómo aumentaban sus posesiones?
4-¿Cómo estaba compuesto el latifundio del señor feudal?
5-¿Qué significa que el señorío procuraba autoabastecerse?
6-¿Cómo estaba compuesto el señorío?


Trabajo Práctico Nº 10 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: Nacimiento del burgo y los gremios.
     La renovación mercantil y urbana fue acompañada por la aparición de una nueva clase social, integrada en su mayoría por comerciantes y artesanos: la burguesía. Su nombre proviene del término burgueses. “los habitantes del burgo”. Su irrupción quebró el tradicional ordenamiento estamental medieval de los tres órdenes inamovibles: nobleza, clero y campesinado. Los burgueses, con sus nuevos privilegios, formaron también una clase selecta, con libertad de movimiento y enriquecida gracias a las ganancias que les generaba el gran comercio; conformaron así el eje fundamental de la vida de las ciudades. Los burgueses (o mercaderes que ejercían el comercio de una determinada ciudad o región), formaron las denominadas guildas, a través de estas asociaciones, de carácter obligatorio, defendían y reglamentaban sus actividades. Estas corporaciones establecían las normas y formas de trabajo, los precios y los salarios; también verificaban la calidad y la cantidad de los productos fabricados en los talleres. Con todo esto buscaban regular el mercado y evitar la competencia. Estas asociaciones de trabajadores (artesanos) tuvieron además el ejercicio exclusivo de la profesión. Allí se agruparon según los oficios en gremios.  Los artesanos, por ejemplo, concurrían como aprendices a la casa de un maestro artesano (dueño del taller y los instrumentos de trabajo). Luego ascendía a oficial o compañero, que trabajaba con el maestro a cambio de un salario. Finalmente se sometía a un examen[35] y podía instalar su propio taller y convertirse, a su vez, en maestro artesano.
     En el ámbito rural también se evidenciaron situaciones sociales nuevas. La aristocracia guerrera quedó relegada, posiblemente por la nueva situación de paz. Muchos señores, como sabemos, se perjudicaron  por las Cruzadas o murieron en las expediciones. A partir del siglo XIII (trece) sobre todo, los gastos en la construcción y el mantenimiento de sus castillos la fueron empobreciendo. Paralelamente, perdió parte de sus poderes al vender privilegios a las nuevas ciudades.
     También cambió la situación del campesinado. Los más afortunados se beneficiaron con la economía monetaria, pues al vender su excedente agrícola pudieron comprar la libertad a los señores. Si sabían realizar alguna actividad artesanal, emigraban a la ciudad.
     Estas modificaciones, sin embargo, se desarrollaron en forma lenta y la servidumbre en general no desapareció.
        

Actividad:
1- ¿Qué era la burguesía en la Edad Media?
2- ¿Cómo llegaron a constituirse en una clase privilegiada?
3- ¿Qué diferentes cambios sociales y económicos se registraron en este período en el ámbito rural?



Trabajo Práctico Nº 11 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: El comercio feudal.
Lo urbano y lo rural en la sociedad feudal
     Entre los siglos IX y XI se consolidó el sistema feudal en Europa occidental. La vida giraba en torno a los feudos y al poder de los señores. Como anticipamos, terminadas las invasiones, sobrevino una etapa de relativa paz, en la que los hombres de aquella sociedad pudieron dedicarse al trabajo en los campos. Esa estabilidad favoreció el desarrollo de un proceso de crecimiento y expansión de la economía.
     Consecuentemente comenzó a aumentar la población. También comenzaron a producirse movimientos de personas, que por diversas razones, se desplazaban de un lugar a otro del continente.
     Con su desplazamiento, estas personas ponían en contacto a diversas comarcas que habían existido aisladas por mucho tiempo.
     Este contacto, también favoreció la circulación de productos e ideas. A partir del siglo XI, comenzaron a ocurrir transformaciones profundas en Europa occidental: se desarrollaron nuevas técnicas de cultivo necesarias para abastecer a la población en aumento[36], se colonizaron tierras, aumentó el comercio y resurgieron las ciudades.
          Las nuevas técnicas empleadas en la agricultura hacen a la incorporación de terrenos, más allá del manso, en áreas boscosas y o pantanosas, menos fértiles para el cultivo; optimizados mediante el recurso de la roturación[37] (bianal) de tierras. Al alejarse los campesinos del manso, ya que el señor permitía hacerlo para adquirir más productividad, los vínculos de vasallaje, lentamente se debilitaban, la frase más común de la época fue: “Roturar hace libres”. A la roturación (luego  trianal), se le sumó la inclusión de arado de hierro y, el reemplazo del buey por el caballo de tiro.
     Durante los siglos VI a XI, las ciudades perdieron el esplendor de la antigüedad grecorromana pero no desaparecieron del todo. Funcionaban como fortalezas para refugiar a la población en caso de guerra, eran sede de los obispos de la Iglesia Católica y centros administrativos de las aldeas rurales.
     Durante este período, la actividad comercial y artesanal era muy escasa.
Con el paso del tiempo estas “fortalezas” fueron creciendo en importancia, se fueron agregando edificios para la residencia de príncipes y señores; graneros y bodegas para almacenar los excedentes, iglesias y recintos para autoridades judiciales.
     A partir del siglo XII, con el desarrollo urbano, comenzaron a coexistir dos modos de vida diferentes: el de la ciudad y el del campo.
     Los viajes, que durante la Edad Media eran impensables, se hicieron más frecuentes; las ciudades se extendieron y se reanudó el comercio.

El renacimiento del comercio
     El aumento de la producción agrícola permitió generar excedentes, es decir, sobrantes de alimentos los cuales no solo eran vendidos por los comerciantes, habitualmente, en los cruces y caminos más transitados; sino también comenzaban a ser comercializados a gran escala entre Oriente y Occidente.
    Los grandes puertos y ciudades se dedicaron a la importación y exportación había algunos mercados que comenzaron a jugar un gran papel: las ferias[38].
    El fluido surgimiento de una red de intercambio de personas, bienes, ideas y mercaderías provocó el lento repoblamiento de las ciudades, sobre todo a partir de la actividad de los comerciantes y de los artesanos que habitaban en ellas.
     Las cruzadas también habían ayudado a la reaparición del comercio. Durante más de 200 años los europeos transitaron el mar Mediterráneo. Incluso, las últimas cruzadas[39] tuvieron un objetivo más económico que religioso. Además de fuerzas militares, las expediciones llevaban objetos para vender, y volvían con preciados productos de Oriente: sedas, porcelanas, especias, perfumes, medicinas, etcétera.
    Los centros de gravedad del renacimiento comercial en Occidente fueron principalmente dos:
- en el sur. Las ciudades italianas como Venecia y Génova;
-en el norte: las ciudades del Mar del Norte, en la zona de Flandes (sur de Bélgica), como Gante y Brujas.
     A partir de esta época se fue formando un circuito comercial, es decir, múltiples rutas comerciales que unieron a casi toda Europa occidental y la vincularon con Oriente. El comercio internacional se desarrolló principalmente a través del transporte marítimo y fluvial. Hacia el siglo XIII (trece) se produjo una mejora en las rutas terrestres, mediante la reunión de grupos de mercaderes en caravanas que emprendían así con mayor seguridad  los largos viajes. Tanto en Italia como en el mar del Norte, los comerciantes formaban compañías, guildas o Hansas[40] para sus actividades mercantiles. Las hansas se componían de cofrades unidos por un juramento de fidelidad. Compraban productos en común y luego se repartían las ganancias de acuerdo con los aportes de cada uno.
     Los principales productos de intercambio fueron:
-Importaciones: Arroz, frutas (naranja, higo), perfumes, tinturas y sobre todo especias y productos de lujo.
-Exportaciones: Maderas (para la construcción), armas, tejidos de lana (especialmente de Flandes y de Venecia).
     El desarrollo del comercio puso nuevamente en circulación la moneda. La circulación monetaria de origen europeo estuvo muy restringida durante la Alta Edad Media en el área del Mediterráneo, ya que desde el siglo VIII (octavo) esta región era dominada comercialmente por los árabes.
     Con la reanudación del comercio a gran escala, Europa occidental volvió a acuñar monedas de oro y plata. Sin embargo es importante tener en cuenta que, la circulación monetaria no estaba muy organizada: existía una gran variedad de monedas y su uso estaba limitado a regiones pequeñas hacia finales del siglo XII (doce).
     Para esta época, surgieron algunos mercaderes que se especializaron en conocer el valor de las monedas en circulación, en comprarlas y en cambiar unas por otras, luego de fijarles el valor de cambio. A estos se los llamó cambistas, su banco o mesa estaba a la vista, en un local que daba a la calle como el de todos los artesanos.
     Con el tiempo, fueron surgiendo otros mercaderes con actividades y funciones más complicadas, por ejemplo, los cambistas banqueros. Se ocuparon de los negocios de exportación e importación de mercaderías a gran escala y añadieron a sus funciones diversas funciones financieras: otorgaban créditos, comerciaban con letras de cambio y, en algunos casos, realizaban seguros.




Actividad:
1- ¿Qué innovaciones se produjeron en las prácticas agrícolas durante la consolidación del sistema feudal europeo?
2-¿Qué factores contribuyeron al renacimiento comercial?
3-¿Cómo se produjo el repoblamiento de las ciudades?
4- ¿En qué regiones de Europa se produjo este renacimiento y por qué?
5-¿Qué consecuencias produjo dicho renacimiento comercial?



Trabajo Práctico Nº 12 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: La crisis del orden feudal
     Hacia el siglo XIV (catorce), la expansión de la producción que había caracterizado a los siglos XI (once) y XII (doce) había llegado a su fin. El incremento de la población favorecido por los cambios tecnológicos se detuvo y dio paso a una profunda crisis demográfica. Es decir que la población comenzó a disminuir por un conjunto de factores: hambrunas, pestes y guerras.
     Por otra parte, mientras en el sector rural sucedían estos cambios, las ciudades fueron adquiriendo cada vez más importancia. Una transformación fundamental de las ciudades fue la conformación de una nueva clase social, la burguesía, que aportaría una nueva forma de pensar la sociedad.
     La crisis demográfica, los cambios en el sector urbano y las tensiones entre los señores feudales y los gobiernos de las ciudades generaron una crisis en la estructura social del feudalismo. Esta crisis se manifestó en todos los aspectos de la sociedad, pero afectó especialmente a los sectores populares.
     En ese contexto de crisis y cambio, las características de la sociedad feudal se fueron desdibujando, mientras una nueva sociedad comenzaba a tomar forma. El comercio recuperó su antigua importancia, tanto en las ciudades como entre regiones cada vez más lejanas. Desde los centros urbanos se impulsó el comercio ultramarino y progresivamente se produjo un nuevo proceso de centralización política, mediante el fortalecimiento de las monarquías, que finalmente dio lugar a la formación de los Estados modernos.

 



Actividad:
1- ¿Qué factores generó la crisis demográfica del siglo XIV (catorce)?
2- ¿De qué manera afectó la crisis en la estructura social del feudalismo a cada estamento?
3- ¿Menciones cuáles fueron las consecuencias de esta crisis?


[1] Odoacro, jefe de la tribu germánica de los Hérulos, luego de destituir al emperador Rómulo Augústulo, un joven de 14 años, se proclamó “Rey de Italia” dándole fin al Imperio Romano Occidental.
[2] La cultura bizantina, es aquella, fruto del desarrollo y conjunto de actividades del Imperio Bizantino; nombre que finalmente adopta el Imperio Romano Oriental.
[3] Hasta el siglo I (uno) d.C., con la llegada de los romanos al río Rin y con su ocupación temporal de Alemania hasta el río Elba.
[4] Conformaron una confederación de tribus euroasiáticas, de los más diversos orígenes, unidas por una aristocracia que hablaba una lengua túrquica. Este grupo humano apareció en Europa en el siglo IV, y su máximo exponente fue Atila el Huno.
[5] Que pasó a llamarse: Medinat-an-Nabí, o Medina, que quiere decir, “la ciudad del profeta”; ciudad en la que predica con más éxito debido a que es más próxima a las comunidades judías y cristianas por lo que el monoteísmo resultaba menos extraño como culto.
[6] Edificio o templo en que los musulmanes practican sus ceremonias religiosas.
[7] El Corán, aunque no lo formula de un modo específico ya que el concepto de jihad, que suele traducirse (impropiamente, a juicio de algunos) como guerra santa, es en realidad mucho más amplio, incluye también la acción violenta. De acuerdo con el Corán, la guerra santa debe ser en principio defensiva:
“Combatid en el camino de Dios a quienes os combaten, pero no seáis los agresores. Dios no ama a los agresores. Matadlos donde los encontréis, expusadlos de donde os expulsaron “. Corán, 2, 186-187

[8] Corán significa, “leer” o “recitar”.
[9] Por orden el califa Otomán.
[10] Juicio final como evaluación de los actos de los hombres después de su muerte.
[11] Cada uno de estos puntos fue objeto de una considerable interpretación por parte de los comentaristas, pues era necesario aclarar su sentido, ya que se advertían contradicciones significativas provenientes de distintas etapas de formación de la doctrina, especialmente la que se suscita entre la idea del juicio final y la de la predestinación.
[12] Quiere decir “sometido -o resignado-  a la voluntad de Alá
[13] Torre de las mezquitas, por lo común elevada y poco gruesa, desde cuya altura convoca el almuédano a los mahometanos en las horas de oración.
[14] “sucesor o enviado de Dios”.
[15] Finalmente, en 1453, con la caída de Constantinopla,  el Imperio Bizantino sería absolutamente dominado por los musulmanes.
[16] Serie de reyes o soberanos que pertenecen a la misma familia.
[17] Esta batalla frenó la expansión islámica hacia el norte europeo, desde la península Ibérica y es considerada por muchos historiadores como un acontecimiento de importancia macrohistórica, al haber impedido la invasión de Europa por parte de los musulmanes y preservado el cristianismo como la fe dominante durante un periodo en el que el Islam estaba sometiendo los restos de los antiguos imperios romano y persa.
[18] Con el apoyo del papado, con el objeto de que la defendiera contra los Lombardos, que ocupaban el norte de Italia.
[19] Los lombardos, Sajones, Avaros y los musulmanes.
[20] Llamadas resoluciones capitulares, por estar divididas en capítulos.
[21] Ya adulto, Carlomagno aprendió a leer, a escribir con dificultad e incluso a hablar en otros idiomas. 
[22] “el piadoso” debido a su política de apoyo a la Iglesia.
[23] Laico se refiere a todo aquello que no es eclesiástico. Por ejemplo, la nobleza laica feudal fue guerrera en contraposición a la nobleza religiosa, dedicada a los asuntos de la Iglesia; así también en la Edad Media hubo una educación laica, la de las ciudades, en oposición a una educación religiosa promovida por los monasterios.
[24] Compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos y sacramentales, o temporales inseparablemente unidas a las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos.
[25] Cada uno de estos monasterios o “monasterios fortaleza”, constituían un autentico centro de enseñanza y de explotación agropecuaria, eran verdaderas unidades económicas, en las que se producía todo lo que necesitaba la región en la que se encontraban. Pronto se convirtieron en verdaderos centros económicos y políticos. 
[26] Los cristianos europeos nunca pudieron conquistar de modo definitivo la Tierra Santa. Pasaron más de 600 años hasta que otro ejército cristiano volviese a Jerusalén. Fue en 1917, cuando los turcos entregaron la ciudad al ejército británico, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
[27] Cada vasallo debía obediencia a su señor, no al rey.
[28] Obligaciones del campesino hacia el señor: cultivar las tierras del señor; pagar diversos impuestos en dinero o especie al señor (el peaje: por la circulación de caminos y puentes del señorío; la talla: impuesto extraordinario), Utilizar hornos, molinos y lagares del señor, pagando por su uso. Si el señor era capturado, contribuir al pago del rescate; cumplir con tareas como reparaciones de caminos, en el castillo, cercas, etc.
[29] Obligaciones del vasallo: Fidelidad: No atentar contra el señor ni realizar acciones que lo perjudiquen. Prestaciones: El vasallo estaba obligado a brindarle ayuda militar y económica al señor, cuando éste lo requiriese (auxilium). También debía asistirlo con su consejo en los tribunales señoriales (concilium) y realizar tareas cortesanas (administrar los dominios, transmitir mensajes, etc.).
[30] Obligaciones del señor: Fidelidad: No atentar contra la vida, el honor o la propiedad de sus vasallos. Protección: El señor debía responder al llamado de su vasallo, en caso de que éste corriera peligro. Además, debía defenderlo en caso  de juicio. También estaba obligado a asistirlo con sus consejos.  
[31] Consistían en actos orales de carácter solemne que constaba de tres partes: Homenaje, era la representación de gestos de sumisión del vasallo al señor y aceptación de éste al primero; Fe, juramento de fidelidad del vasallo ante la Biblia; y el Osculum, el pacto se sellaba con un beso entre las partes.
[32] Algunos señores franceses, por ejemplo, fueron vasallos de señores residentes en las Islas Británicas.
[33] Latifundio, se llama a propiedad rural y/o unidad agropecuaria de gran tamaño. (Latifundismo: sistema de producción agropecuaria basado en la explotación de grandes extensiones territoriales).

[34] Derecho que gozaba el señor al ejercer sus privilegios y las funciones administrativas, fiscales, jurídicas sobre el feudo, como poderes arbitrarios que accionaba sobre los campesinos.
[35] Llamado “obra mestra”.
[36] Hacia el año 1050 la población europea era de unos 46 millones y en 1200 ya sobrepasaba los 60 millones.
[37] Roturar es la acción de arar o labrar por primera vez las tierras vírgenes o los montes desmalezados, para ponerlos en cultivo.
[38] Fueron famosas las ferias de Champagne, en Francia, donde se intercambiaban desde sedas de la China
[39] Especialmente la cuarta (1202-1204) por influencia de los comerciantes venecianos que aportando sus flotas y  desoyendo al papa Inocencio III redirigieron la cruzada (que originariamente debía partir hacia Egipto), hacia Constantinopla, conquistándola y abriendo una vía comercial de 60 años de actividad sin interrupción.
[40] Muy importante fue la hansa Teutónica o Alemana.

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