Unidad temática
Nro 2: CIVILIZACIONES AMERICANAS
Tiahuanaco[7]
y Huari fueron las dos ciudades más
importantes del mundo andino durante el período que va del 600 al 1000 d.C.
Ambas compartieron la misma religión y su cultura influyó en las costumbres y
estilos de otras comunidades indígenas.
Trabajo Práctico Nº 10 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: Características geográficas del continente Americano. Mapa
La expansión azteca
Trabajo Práctico
Nº 8 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: Poblamiento americano, cazadores
recolectores y primeros asentamientos mesoamericanos y andinos
Los primeros habitantes de América llegaron
al continente hace aproximadamente 30.000 años. Según los especialistas, estos
pueblos provenían del continente asiático e ingresaron al continente americano
a través de un “puente” terrestre que se formó en el actual estrecho de Bering
durante las épocas de glaciación.
Durante miles de años estos grupos
humanos, fueron distribuyéndose desde el extremo norte del continente hasta
alcanzar la zona de Tierra del Fuego. Estos grupos llevaban una vida nómada y
en consecuencia, sus economías estaban limitadas por la caza de animales, la
recolección de frutos silvestres y la pesca y se trasladaban continuamente en busca de nuevas y mejores fuentes de
alimentación y refugio.
A partir del dominio de las técnicas de la
agricultura, estos pueblos comenzaron a establecerse en algunas zonas en forma
permanente, construyendo edificaciones y creando las bases de las
civilizaciones americanas. Las zonas más densamente pobladas fueron las de
Mesoamérica, en América Central, y la andina, en la cordillera de los
Andes.
Primeras civilizaciones mesoamericanas y andinas
Alrededor del 900 a.C.
los Olmecas ocuparon una región
selvática del actual territorio de
México. Nunca formaron un Estado unificado, sino que eran distintas comunidades
que compartieron una misma forma de
pensar y de entender el mundo en el que vivían. La mayoría de los olmecas de
dedicaban a las actividades agrícolas. Habitaban en pequeños pueblos situados
alrededor de una aldea central, denominadas centros ceremoniales. En los centros ceremoniales se concentraban
distintas edificaciones con funciones ceremoniales, principalmente, religiosas
o de culto. El centro ceremonial olmeca más importante era La
Venta. Se supone que allí vivían los
sacerdotes, que eran los mediadores entre los hombres y las divinidades, con
unas pocas personas a su servicio. Los sacerdotes no solo eran autoridades
religiosas, sino también políticas; su
poder era absoluto; por lo que se dice que era una sociedad teocrática[1]. En algunos sectores del centro
ceremonial y en los alrededores vivían los artesanos encargados de realizar
todos los elementos simbólicos asociados con el culto religioso, como los
relieves de los muros, las construcciones y todo tipo de estatuillas
ceremoniales.
Los campesinos vivían en los alrededores
del centro ceremonial, en casas hechas de barro. Además de cultivar la tierra,
mantenían en condiciones los canales de riego y tenían la obligación de
entregar, a modo de tributo[2],
parte de las cosechas a sus gobernantes.
Mientras en Mesoamérica se desarrollaba la
civilización olmeca, en la región andina, el centro ceremonial de Chavín de Huantár expandía su
influencia hacia otros territorios. Durante unos 400 años (desde el 800 a.C. hasta el 400 a.C.) esta cultura
influyó sobre gran parte del actual territorio peruano y lo unificó. El centro
ceremonial estaba ubicado en el cruce de varios caminos, por lo que era un área
de intercambio de productos, personas, costumbres e ideas entre la costa y la
selva. Para entonces, la agricultura constituía el principal medio de
subsistencia de estas sociedades. Los conocimientos de astronomía eran
fundamentales ya que permitían predecir los fenómenos naturales[3].
Se sospecha que los sacerdotes de Chavín fueron muy precisos en sus
predicciones y conocimientos de astronomía, siendo factor de poder sobre el
resto de la población.
Durante el esplendor de esta cultura,
entre 2.000 a
3.000 personas residían en las tierras que rodeaban el centro ceremonial.
Vivían en caseríos y aldeas y subsistían de la agricultura, el pastoreo de
llamas y la caza de venados. También estaban obligadas a prestar sus servicios
al centro ceremonial. Fue así como construyeron esculturas, templos y
edificaciones relacionados con el medio que las rodeaba. Por ejemplo, construyeron
una montaña artificial para realizar sus rituales religiosos y en ella imitaron
el recorrido que el agua tiene en las montañas.
La otra gran civilización arcaica de
Mesoamérica fue la zapoteca. Se
desarrolló al sur del territorio olmeca, cerca del océano Pacífico, con eje en
dos grandes polos de población: Monte Albán y Mitla. Se trataban de centros
religiosos, alrededor de los cuales se ubicaron zonas residenciales. Hacia el
siglo X (décimo) a.C., estas ciudades llegaron a tener hasta 30.000 personas.
Poseían altares para sacrificios y canchas para juegos de pelota, una actividad
de carácter ritual que, muchos siglos después, también realizaron los aztecas.
Entre el 200 al 700 d.C, aproximadamente,
se desarrollaron en la desértica costa peruana varios pueblos que inventaron
sus propias técnicas para controlar el agua, y de este modo pudieron sostener
economías basadas en la agricultura. Entre estos pueblos, los más
significativos fueron los moche (o
mochicas), que residían en la costa norte del actual Perú y los nazca, ubicados en la costa sur. Para entonces las clases
gobernantes de estos pueblos que residían en los centros ceremoniales, estaba
formada por sacerdotes guerreros, es decir, las clase dirigente se había
militarizado[4].
También residían allí los funcionarios y los artesanos especializados (expertos
en tejidos de lana, algodón, y pelo; también ceramistas). En los alrededores de
las áreas urbanas, vivía el resto de la población, constituida principalmente
por campesinos y pescadores.
Aproximadamente en el mismo período en que
los moches y nazcas se afianzaban en Perú, otros grupos se desarrollaban en
Mesoamérica, entre ellos se destacaban los mayas
y los teotihuacanos.
Los mayas habitaron especialmente las
zonas selváticas del sur y sudeste de México y América Central. La base de su
economía era la agricultura. Para cultivar en la selva aplicaban el sistema de
roza y quema; con los que liberaban el terreno de vegetación silvestre y con
las cenizas como abono, sembraban en los espacios libres. También en las
tierras inundadas, construían campos elevados, y dónde se encontraban ríos,
construían canales de riego. Cultivaban principalmente maíz. Construyeron grandes ciudades en las que
vivían las clases dirigentes (sacerdotes, guerreros, funcionarios), cada una de
estas ciudades controlaban las aldeas más próximas, que eran habitadas por
funcionarios de menor rango, artesanos, comerciantes y principalmente,
campesinos. A diferencia de otros pueblos, los mayas desarrollaron la escritura[5],
reservada solo para altos funcionarios del Estado. Entre los años 300 y 900, la
cultura maya logró su máxima expansión, por los actuales territorios de
Honduras, El Salvador, Guatemala, y el sur de México. Por entonces las ciudades
más destacadas fueron, Uaxactún, Copán, Piedras Negras, Tulum Calakmuk y
Palenque.
En los siglos XII (doce) y XIII (trece),
hubo un florecimiento de esta civilización alrededor de las ciudades de
Chichen-Itzá y Uxmal al norte de Yucatán.. A la llegada de los españoles,
muchas de las ciudades mayas ya habían desaparecido después de una prolongada
guerra civil; que fue una de las causas[6]
de la decadencia de la civilización maya.
En el valle de México, cerca del lago
Texcoco, la ciudad de Teotihuacán
fue el centro comercial y religioso más importante de Mesoamérica durante
varios siglos. Se trata de un lugar de peregrinación religiosa, debido a que
poseía templos dedicados a los principales dioses de varios pueblos
mesoamericanos. Fue una ciudad planificada, con calles rectas, provisión de
agua y sistema de alcantarillas, en las áreas centrales vivían los grupos
dirigentes, estaba rodeada de barrios en los que se agrupaban actividades
diferentes (artesanos especializados en cerámica, tejidos, joyas, escultores, albañiles,
etc.), finalmente los campesinos vivían en la región próxima a esta. A partir
del siglo III (tercero) d.C. la ciudad comenzó un rápido proceso de expansión
territorial, conquistando a los pueblos vecinos. De esa manera, impuso el pago
de tributos a las poblaciones dominadas. Pudo así sostener el aumento de su
población, que, hacia el siglo VI (sexto), era de 200 mil personas, casi la
misma cantidad que tiene una ciudad mediana actual.
Teotihuacán
Tiahuanaco
Huari
La cultura de Tiahuanaco se desarrolló en
el sudeste del lago Titicaca, en la actual Bolivia, y, junto con la cultura de
Huari, dominó el área andina entre los siglos VI y IX. Tuvo la capacidad de
producir una gran variedad de recursos en un ambiente muy árido, el de la Puna, a casi 4.000 metros sobre el
nivel del mar. Lograron practicar la agricultura en forma eficiente gracias a
la construcción de terrazas, que le permitieron producir grano en las alturas.
También practicaron la ganadería, con la cría de llamas y alpacas, desarrollando
una industria textil refinada aprovechando la lana y las fibras obtenidas de
esos camélidos.
Las construcciones de Tiahuanaco muestran
una gran capacidad en el uso de materiales, como las piedras y los metales.
Entre los monumentos más notables que han pervivido de esa cultura, se destaca
a Puerta del Sol - una escultura de piedra tallada-, decorada con una figura
muy repetida por los pobladores en las piezas de alfarería y las cerámicas: se
trata de un supuesto dios circundado por cabezas humanas y de cóndores que lo
observan.
Esta cultura se expandió hacia la zona
meridional andina, y el centro urbano se convirtió en un importante lugar de
peregrinación religiosa para los pobladores del norte del actual Chile y del
sur del Perú. La ciudad era una de las construidas a mayor altura: estaba a 3900 metros sobre el
nivel del mar.
La cultura Huari tuvo su máximo esplendor
entre los años 650 y 800. Se desarrolló a partir de un centro urbano cercano a
la actual ciudad de Ayacucho, en las tierras altas del sur del Perú. Esta
civilización se caracteriza por tres elementos: las construcciones, los tejidos
y las piezas de alfarería, decoradas con representaciones de los mitos de los
pobladores. Las decoraciones son geométricas y con una gran variedad de
colores: blanco, negro, amarillo, marrón y rojo.
Las construcciones del lugar se caracterizan
por los recintos rectangulares, divididos por calles y caminos, cuyos altos
muros, de entre 6 y 12
metros, estaban hechos de piedra. Los pobladores de
Huari construyeron, además, canales de riego para disponer de tierras fértiles
y obtener más alimento. Esta cultura se expandió hasta controlar la región
central andina, incluso Cajamarca y Cusco.
Actividad:
1)- En dos
columnas, una correspondiente a Mesoamérica y la otra a Región andina, ubique
las diferentes culturas y sus períodos en orden de aparición, comenzando con
las más antiguas, hasta las menos antiguas.
2)- Con los datos
que aporta el texto de este capítulo (Nro. 2), respecto de las primeras
civilizaciones Mesoamericanas y andinas; realizar un cuadro comparativo que
responda al siguiente esquema:
Región
|
Cultura
|
Período
|
Ciudades
|
Características
|
Actividades económicas
|
Técnica de cultivo
|
Mesoamérica
|
||||||
Andina
|
Trabajo Práctico
Nº 9 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: Características geográficas del continente
Americano
Mesoamérica
Los primeros poblados agrícolas de
Mesoamérica se desarrollaron en tres regiones de diferentes características
geográficas:
La costa del Golfo de México, era una muy
extensa planicie formada por la tierra y las piedras que arrastraban grandes
ríos que bajaban de las sierras vecinas y que provocaban frecuentes
inundaciones. Había, además, abundantes lluvias.
El valle de México, era un valle situado a
2000 metros
de altura sobre el nivel del mar y rodeado de altas montañas. En él había un
gran lago alimentado por lagunas de aguas dulces y por ríos.
En la península de Yucatán se
diferenciaban dos zonas: en el norte, las tierras bajas que se extendían hacia
el mar; y en el sur, las tierras altas en el centro de la península. Esta
región resultaba la menos apropiada de las tres para una buena producción
agrícola, porque había selvas en las tierras altas y desiertos en las tierras
bajas. A pesar de ello, el pueblo que se instaló en la península de Yucatán,
los mayas, logró desarrollar la agricultura con riego, por medio de canales,
extracción de agua subterránea y cultivos en las riberas de los ríos. Con la
aplicación de la técnica de la roza o milpa, los mayas también practicaron la
agricultura en medio de la selva.
En estas tres regiones, hacia el 2000 a.C. se establecieron las
primeras aldeas de agricultores que cultivaban maíz, calabazas, porotos y otras
pequeñas plantas. Pero las primeras ciudades se desarrollaron mucho más
rápidamente allí dónde los hombres tuvieron que enfrentar los mayores
obstáculos para desarrollar la agricultura. Los esfuerzos que los mayas de la
península de Yucatán realizaron para obtener tierra fértil y agua para el
riego, fortalecieron la organización de sus ciudades-Estados.
Región andina
Los primeros poblados agrícolas de la
región andina se desarrollaron en dos regiones: la costa del litoral del océano
Pacífico y las montañas de la cordillera de los Andes. En cada una de ellas, hubo
algunos sitios más favorables que los otros para el establecimiento de las
primeras aldeas permanentes. En la costa, fueron los valles de los ríos que
traían agua desde las montañas; y en las montañas, los valles ubicados entre
2400 y 3400 metros
de altura, fértiles y con abundantes bosques y arroyos permanentes.
Desde el 2000 a.C., en distintos
lugares de la costa y de las montañas, los campesinos descubrieron que,
mediante el cultivo, la fertilización y el riego, podían aumentar la producción
de maíz, de calabaza y de poroto. En la costa la producción agrícola creció
rápidamente y también aumentó la población, pero la sociedad siguió organizada
en aldeas y no hubo grandes centros urbanos. En cambio cuando el maíz comenzó a
ocupar un lugar importante en la alimentación de los habitantes de las aldeas
de las montañas, su cultivo originó la necesidad de construir sistemas de riego
y aplicar diferentes técnicas agrícolas. A partir de la necesidad de organizar
un trabajo más complejo, lentamente, algunas aldeas de las montañas se
convirtieron en ciudades.
Actividad:
1)- Localizar e indicar
en el mapa: Océano Atlántico; Océano Pacífico; Océano Glacial Ártico; Groenlandia;
Islandia; Europa; América del Norte, América Central; América del Sur; Estrecho
de Bering; Asia; Montañas Rocallosas, Montes Apalaches; Cordillera de los
Andes; Golfo de México, Mar Caribe; Río Missisipi; Río Amazonas; Macizo de las
Guayanas; Meseta del Mato Grosso; Gran Chaco; Patagonia, Pampas, Mar Argentino.
2)- Indicar en el
mapa del continente americano, el área correspondientes a las regiones
descriptas en el texto con sus respectivos nombres.
Trabajo Práctico Nº 10 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: Características geográficas del continente Americano. Mapa
Trabajo Práctico
Nº 11 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: La
sociedad urbana en América
En América, las primeras ciudades
surgieron cuando los pueblos tuvieron que construir obras y aplicar diversas
técnicas para lograr el riego de los cultivos y la fertilización de las
tierras.
Tanto en Mesoamérica como en la región
andina, la organización de estos trabajos estuvo a cargo de los responsables de
los centros ceremoniales, que eran
los edificios para uso religioso. Las primeras ciudades americanas se
organizaron alrededor de ellos. La construcción planificada de los centros
ceremoniales fue muy diferente de la de las primeras aldeas, de las que solo
quedaron huellas de humildes casas construidas en desorden.
Los primeros edificios para centros
ceremoniales fueron simples plataformas de tierra y pirámides truncadas,
terminadas con templos o altares muy sencillos. Más tarde, las construcciones
religiosas se fueron haciendo más elaboradas, con esculturas y escalinatas, y
se convirtieron en el centro de la ciudad. Alrededor de los templos se
levantaron las casas y los palacios de los sacerdotes y otros funcionarios del
Estado.
Los Estados que organizaron las primeras
sociedades urbanas americanas fueron Estados
teocráticos, porque toda la autoridad residía en los sacerdotes. Ellos
poseían los conocimientos necesarios para el funcionamiento de la vida
cotidiana del pueblo y organizaban los ritos que debían cumplir todos los
integrantes de la sociedad. A medida que las ciudades-Estado crecieron, la
guerra fue frecuente entre ellas. Por eso, con el tiempo, un grupo de jefes
guerreros también ejerció la autoridad junto con los sacerdotes.
Actividad:
1)- ¿Cuáles eran
las características de los centros ceremoniales?
2)- ¿Quiénes eran
los responsables y habitaban de los centros ceremoniales?
3)- ¿Qué significa
que un Estado sea de carácter teocrático?
4)- ¿Qué funciones
cumplían los sacerdotes?
5)- ¿Qué
consecuencias políticas produjo el enfrentamiento entre ciudades-Estados?
Trabajo Práctico
Nº 12 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: La
organización económica y social
Las sociedades de las primeras
ciudades-Estado americanas estaban fuertemente jerarquizadas. Con el
fortalecimiento de la autoridad de los centros ceremoniales, los sacerdotes se
convirtieron en un grupo privilegiado que adquirió cada vez mayor poder y
control sobre el resto de la sociedad.
Los campesinos de las aldeas cercanas y de
otras más alejadas pero que participaban de las ceremonias religiosas, estaban
obligados a pagar al centro ceremonial tributos
en alimentos y trabajo. La entrega de una parte de la producción de las
aldeas aseguraba la alimentación de los sacerdotes y de todos los funcionarios
de la ciudad-Estado. Además, el centro ceremonial almacenaba los productos
entregados como reserva y los distribuía entre los campesinos en las épocas de
malas cosechas. Los sacerdotes impusieron a los campesinos un sistema de
trabajo obligatorio para la construcción de edificios y de templos y para el
acarreo de los materiales necesarios.
Además de los campesinos, la población de
las ciudades estaba formada por los artesanos, comerciantes y sirvientes.
También había esclavos que, en su mayoría, eran prisioneros de guerra o
infractores de las leyes.
Actividad:
1) Buscar en el
diccionario el significado de las palabras: Jerarquía, privilegio, tributo.
2)- ¿Quiénes debían
tributar, en que formas y cuales eran las finalidades del tributo?
3)- ¿Qué grandes
grupos sociales pueden advertirse en la lectura del texto?
4)- ¿Cuáles eran
los motivos que hacían que un indígena pasara a tener condición de esclavo?
Trabajo Práctico
Nº 13 de Historia y Geografía del 1er Ciclo
Tema: Los
aztecas
A comienzos del siglo XII (doce), los aztecas[8]
(tenochcas o mexicas) eran uno de los numerosos pueblos de lengua náhuatl[9]
en América Central. Por aquel entonces, eran un pueblo nómade y guerrero, que
vagaba por el norte del actual México y subsistía mediante la recolección de
frutos y la caza de animales. En ocasiones, los aztecas se desplazaban hacia el
sur, ya fuera para obtener alimentos, ya para servir como mercenarios en los
conflictos de otros grupos más organizados, de agricultores sedentarios. Pronto
surgieron tensiones entre los aztecas y estas sociedades y, para enfrentarlas,
los aztecas desarrollaron sus habilidades militares.
Por entonces, migraron hasta el valle de
México, donde se vincularon con otras etnias aborígenes. Allí fueron dominados
por los toltecas y debieron ocupar zonas marginales de los territorios del
valle, como ser las tierras bajas, inundables cercanas al lago Texcoco.
Los orígenes del dominio azteca
En el primer cuarto del siglo XIV (catorce),
los principales rivales de los aztecas -entre ellos, los tlaxcaltecas y algunas
ciudades mayas- enfrentaron graves crisis como consecuencia de malas cosechas y
conflictos internos. Los aztecas aprovecharon la oportunidad y, en un islote
del lago Texcoco, fundaron Tenochtitlán,
que llegó a ser (luego de Teotihuacan), la ciudad más importante del continente
americano antes de la llegada de los europeos. Cubría pare de lo que hoy es la
ciudad de México.
Una vez instalados en su ciudad principal
los aztecas construyeron una eficaz organización social, base de su expansión
posterior. Este sistema estaba íntimamente ligado a la estructura urbana de
Tenochtitlán. La ciudad estaba dividida 20 clanes, llamados calpulli, cuyos pobladores,
originalmente estaban vinculados por lazos de parentesco; estos veinte clanes
se agrupaban en 4 barrios mayores comunicados por canales.
Cada clan (o calpulli) poseía un templo,
tierras dedicadas a la agricultura y una administración propia a cargo de un
funcionario, el calpullec.
La agricultura
era la base de la economía azteca, siendo el maíz su principal cultivo.
Fuera de Tenochtitlán y su área de influencia próxima, las tierras se
conseguían generalmente por medio de la conquista.
Las tierras de los calpulli se dividían, a
su vez, en parcelas de uso privado[10]
y parcelas de uso estatal. Los funcionarios o jefes militares de cada calpulli
(calpullec) concentraban la mayor
cantidad de tierras, mientras que los habitantes de los barrios recibían todos
los años una porción de terreno para cultivarla y vivir en ella[11].
Sin embargo, se reservaba también una gran cantidad de tierras que los
habitantes de los calpulli debían labrar en beneficio del Estado.
Organización política y social azteca
Los productos de estas explotaciones
permitían financiar los gastos militares y religiosos de los aztecas. Una parte
de la producción se destinaba al comercio y otros productos eran
redistribuidos. De este modo, si un barrio producía algún cultivo que le
faltaba a otro, el Estado se ocupaba de almacenarlo y enviarlo al lugar donde
se lo necesitaba.
El calpulli enviaba a sus representantes
(los calpullec) a un consejo supremo, o Tlatocán,
que tenía funciones administrativas, políticas y jurídicas. Este consejo elegía
cuatro oficiales encargados del mando de los ejércitos (o “Consejo de los cuatro príncipes”). El oficial más importante, el
máximo gobernante de la
Confederación era el Tlatoani[12]
(“el que tiene el poder de hablar”),
quien tenía funciones civiles, militares y religiosas (era el representante de
los dioses, no un dios, ni un hijo del dios); su cargo, no era hereditario; de
familia real, lo elegía el Tlatocán y podía ser destituido[13].
Iniciaba las guerras, decidía la paz, dictaba
justicia y promulgaba las leyes. Esta suma de funciones en el gobernante
supremo, hace que la forma de gobierno azteca se clasifique como una teocracia militar.
A medida que la confederación azteca
creció en poderío, aumentaron las diferencias sociales. En términos generales
la sociedad se estructuraba de la siguiente manera:
-Nobles,
denominados pipilitzín: ejercían las
altas funciones del gobierno, el ejército y el sacerdocio.
-Comerciantes,
divididos en pochtecas, embajadores
y espías al mismo tiempo, que comerciaban fuera de Tenochtitlán, y tlanamacanís que vendían en la ciudad.
Constituían un grupo intermedio que, según el grado de riqueza y servicios,
disfrutaba de notorias distinciones.
-Plebeyo o macehualtin: se encargaban de los
trabajos manuales y agrícolas. Hombres comunes, habitaban los calpullis; además
de los macehuatlin había otras dos categorías: los mayeques, campesinos sin tierras, al servicio de nobles y /o
comerciantes y los tlacotin eran esclavos que podían poseer bienes y
tenían derecho a comprar su libertad mientras sus hijos eran libres.
-Esclavos:
condición de los prisioneros de guerra o delincuentes a quienes se comerciaba
en el mercado, o de los que llegaban a ese estado por deudas impagas, tanto
voluntariamente como de modo forzado.
La expansión azteca
El eficaz funcionamiento de la
organización socioeconómica de los calpulli de Tenochtitlán y la capacidad
guerrera de este pueblo permitieron que el Estado azteca se expandiera desde el
punto de vista tanto político como militar. Los aztecas debieron su fama a sus
habilidades en el campo de batalla y su potencia militar, reforzada por sus
convicciones religiosas. Pronto, la influencia del Estado azteca se extendió a
gran parte de América Central.
Los aztecas extendieron su dominio sobre
las demás culturas de la región, pero no desarrollaron una fuerte unidad
política (no era un imperio bien integrado; por eso había frecuentes
rebeliones). Establecieron una confederación,
es decir, un pacto entre Estados que mantenían su autonomía, aunque estaban
sometidos al pago de tributos.
Los Estados de Tenochtitlán, Texcoco y
Tlacopán conformaron una alianza con cierta supremacía sobre el resto de las
poblaciones.
La anexión de un nuevo territorio empezaba
con largas negociaciones de los embajadores aztecas, que ofrecían protección a otro Estado o ciudad y le
hacían ver las ventajas de unirse a la Confederación. Si
no se lograba un “acuerdo” en los términos aztecas, se iniciaba la guerra. Una
vez hecha la conquista, se establecía una provincia
tributaria. El pueblo derrotado, cada seis meses debía pagar un impuesto.
Pero los aztecas no intervenían en la política, ni en la economía local, no
realizaban obras públicas; únicamente dejaban una guarnición militar en la zona
para sofocar los posibles alzamientos de los conquistados.
La organización del dominio azteca
reproducía, en mayor escala, el sistema de la capital. Las ciudades
conquistadas por los aztecas eran obligadas a pagar tributo[14],
pero, además, sus habitantes pasaban a formar parte del sistema de sus
conquistadores. Durante una porción del año, contribuían con su trabajo para labrar una parte de sus
tierras, que el Estado dominador se había reservado para sí.
Los aztecas también extendieron a todo su
dominio el sistema de redistribución que existía en Tenochtitlán. Los bienes que
se obtenían por medio del comercio[15]
en las zonas más lejanas, mediante largas caravanas de cargadores que seguían a
los comerciantes viajeros que podían llegar a demorar hasta dos años en
regresar, eran concentrados en Tenochtitlán y, desde allí, llegaban a otros
lugares igualmente lejanos. A su vez, la influencia de los aztecas llegaba a
regiones cada vez más remotas, de las que se podían obtener bienes más raros y
lujosos mediante el comercio. Esto se hizo evidente en la intensa actividad de
los mercados de bienes suntuarios de
Tenochtitlán, en los que la cantidad de objetos y la actividad comercial
aumentaron en la misma proporción en que se extendía el dominio.
Este sistema funcionó exitosamente durante
la dominación azteca antes de la llegada de los españoles. Sin embargo, la
lealtad de las ciudades dominadas era débil; estas siempre resistieron a sus
enemigos, que se habían convertido en sus señores. Esto tuvo graves
consecuencias para los aztecas cuando llegaron los españoles, ya que las
ciudades dominadas transfirieron su lealtad a los nuevos conquistadores. Para
estos grupos subordinados, someterse a un poder extranjero tenía las mismas
ventajas y desventajas que someterse a cualquier otro pueblo: por una parte,
los conquistadores los protegían de otros poderosos; por otra, les exigían
tributos y riquezas. De hecho, para muchas de estas ciudades, tanto los aztecas
como los españoles eran solo el ejemplo más reciente de una larga historia de
dominaciones extranjeras.
Los aztecas, como la mayoría de las
comunidades indígenas americanas, eran politeístas.
Entre sus dioses principales se encontraba Quetzalcoatl[16],
considerado el iniciador de la civilización. La religiosidad estaba presente en
todas las actividades. En sus ceremonias se realizaban ofrendas y sacrificios
humanos para obtener el favor de los dioses. La expansión les permitía a los
aztecas hacerse de prisioneros, luego víctimas para ofrecer a los dioses, que
reclamaban sangre humana como alimento: la captura de prisioneros se llamaba “guerra florida”. Por eso se dice que las
conquistas militares eran fuente de riquezas y de prestigio, pero también una misión religiosa.
Actividad:
1)- ¿Cuál era la
base de la economía azteca?
2)- Explique la
relación entre el calpulli, como
estructura urbana, y su función en lo económico, social y político dentro de la
sociedad azteca.
3)- Describa la
estructura política azteca, el rol de las conquistas militares y sus características.
4)- Describa los
grupos sociales aztecas y sus características.
5)- ¿Cómo
funcionaba la
Confederación azteca? ¿Cual era el papel del tributo en ella?
6)- ¿Qué
características tenía el sistema comercial azteca?
7)- ¿Qué
consecuencias produjo la débil lealtad de las ciudades dominadas?
8)- ¿Que quiere
decir que la cultura azteca era politeísta? ¿En qué consistía la función
religiosa de las conquistas militares?
Trabajo Práctico
Nº 14 de Historia y Geografía del 1er
Ciclo
Tema: Los
incas
Con centro en la ciudad de Cuzco (actual
Perú), los incas constituyeron un imperio luego de dominar a otras etnias y
lograr el control de las zonas que estas ocupaban.
Existe una leyenda sobre el surgimiento de
la familia inca: narra que los cuatro hermanos Ayar dieron origen a esa familia
y que uno de ellos -llamado Manco Capac-,
caracterizado como un poderoso guerrero, fundó la ciudad de Cuzco[17].
El mito y la agricultura
La leyenda del origen de los incas contiene varias referencias al
cultivo de la papa y otros productos andinos. Por ejemplo, explica que los
hermanos Ayar tuvieron que sembrar papa en un cerro antes de llegar a Cuzco. De
esta manera, el mito refería a la expansión de la agricultura en la región andina,
donde, antes de los incas, predominaban los grupos de cazadores, recolectores y
pastores.
El mantenimiento de estructuras políticas y económicas
De la división del territorio en cuatro
suyus proviene el nombre que los incas daban a su Estado, Tawantisuyu[18],
que en lengua quechua significa “el
imperio de los cuatro suyus”. Esta división hacía más gobernable una
inmensa extensión de tierras que, en las épocas de esplendor del imperio,
abarcaban casi 5000
kilómetros.
El Estado adoptó algunas formas de
organización que ya existían. Por ejemplo, en cada provincia y en cada
comunidad, se mantuvo al gobernador local, denominado cacique o curaca. Tales autoridades, sin embargo,
se encontraban sometidas al poder de una autoridad única: el Inca, por lo que el Estado incaico se organizaba como un Estado centralizado.
También se mantuvieron antiguas
estructuras económicas. Antes de la llegada de los incas, las comunidades se
organizaban en ayllus, esto es, en
conjuntos de familias que habitaban un poblado y que poseían sus propias
tierras para la subsistencia. Con la reconquista inca, las tierras y los bienes
de los ayllus fueron expropiados y pasaron a pertenecer al Estado. De estos
bienes apropiados, el Estado devolvía algunos a la comunidad a fin de
garantizar su subsistencia, y el ayllu debía pagar un tributo a cambio de
explotar esos recursos.
El tributo, que consistía en tiempo de
trabajo, era denominado mita. La
mita obligaba a los habitantes de todas las comunidades a trabajar un número
estipulado de días al año, durante los cuales prestaban servicios a la
comunidad. Se trataba, sobre todo, de labores de agricultura o pastoreo, de
minería, construcción o artesanía.
La suprema autoridad del imperio era el soberano Inca (“hijo predilecto del Sol”), un ser divino, al que se trataba con la
misma veneración que a un dios. Todo cuanto había bajo el Sol, le pertenecía:
la tierra, el agua, los animales y los hombres. Su palacio se encontraba en el
Cuzco, vivía junto a su enorme familia. Tenía una esposa principal[19]
- la Coya- elegida entre las propias hermanas del
monarca; de este matrimonio surgía el heredero, y así el trono quedaba siempre
dentro de la misma familia.
La familia del Inca constituía la nobleza
de sangre y de ella surgía los gobernantes, los administradores, los jefes
militares y los sumos sacerdotes; estos nobles fueron llamados “orejones”, por los españoles, debido a
que los aros que utilizaban estiraban los lóbulos de sus orejas, esta modalidad
era un símbolo de status y reconocimiento en este sector de la sociedad. Entre estos funcionarios nobles (orejones)
existían los Apus o Señores que se
ocupaban de administrar cada una de las cuatro regiones del imperio, luego los
gobernadores o Tucuy rucu (el que todo lo ve”-), de las diferentes
provincias de cada región, que residían en las capitales junto con sus
consejeros y colaboradores. El imperio[20]
llegó a tener, en su expansión, más de 80 provincias, viéndose en la necesidad
de incorporar a la nobleza muchos integrantes de las regiones aliadas como
gobernadores, así surgieron los Incas de
privilegio, parientes ficticios del soberano con los mismos privilegios que
los nobles de sangre.
Por debajo de los orejones, una gran
cantidad de funcionarios de distinta jerarquía controlaban y supervisaban que
se cumplieran las disposiciones del gobierno: encargados de depósitos
estatales, guardianes de puentes, censistas, contadores, etc.
Los sacerdotes también constituían un
estamento social privilegiado. A la cabeza de ellos se hallaba el Ruillac-umu, generalmente un tío o
hermano del Inca.
Las obligaciones del trabajo productivo
recaían sobre el sector de los puric,
o sea, los hombres adultos que tenían a su cargo el cultivo de la tierra, el
cuidado del ganado y las tareas industriales.
En una escala inferior al puric se hallaban los yanaconas, clase hereditaria de
sirvientes, muy próximos a los esclavos, integrada por descendientes de pueblos
rebeldes y por individuos reducidos a ese estado por algún delito grave.
No conocieron la moneda ni los impuestos
pero toda la producción era entregada al Estado. Los puric cultivaban, junto con
sus hijos, una parcela de tierra para mantener a la familia, pero estaban
obligados igualmente a -en días y tiempos señalados- a cultivar las tierras del
Sol y del Inca; además de estar sujetos a la mita. La producción agrícola era
recogida en los almacenes del Estado para ser redistribuida. Una parte era para
el Inca y la nobleza; otra destinada al mantenimiento del culto; otra servía al
sostenimiento de viudas, huérfanos e impedidos y el resto se entregaba al
pueblo.
Las características del terreno obligaron, por parte del Estado incaico
a la construcción de terrazas cultivables y/o andenes de cultivo que permitían
ampliar los terrenos disponibles, y a emprender obras de riego de asombrosa
eficacia y perfección, para controlar la distribución de agua, evitar que la
lluvia arrastrara la tierra fértil y mantener la humedad; algunos de ellos aún
se usan luego de 600 años y todavía hoy pueden observarse el trazado de canales
a lo largo de muchos kilómetros.
El imperio inca
El comienzo del Estado incaico es difícil
de determinar con exactitud. Dado que los incas no desarrollaron la escritura,
el conocimiento que se tiene sobre ellos no deriva de documentos o registros
del propio pueblo, sino de la información que se puede obtener estudiando su
arquitectura, su cerámica, sus tejidos, su religión, y las crónicas de los
españoles y los mestizos (hijos de incas y españoles).
Se
sabe que los incas eran una de las etnias que, hacía el siglo XIII (trece),
habitaban los Andes centrales, en la zona de Cuzco. Estas etnias andinas eran
grupos establecidos en un territorio, que poseían una lengua y una cultura en
común.
Los historiadores presumen que, alrededor
del año 1200, los incas comenzaron un proceso de expansión y de conquista de
los pueblos vecinos; dominaron primero las zonas cercanas a su asentamiento.
Como eran un pueblo guerrero, con un ejército fuerte y poderoso, los incas
lograron extenderse rápidamente por la costa del océano Pacífico. La conquista
se iniciaba por medio de la guerra, pero no tenía el objetivo de destruir a los
pueblos vencidos, sino el de incorporarlos. Las autoridades de las etnias
conquistadas eran, así, agregadas al sistema de gobierno del Estado incaico.
Para dominar una región, los incas
ofrecían a los pobladores, primeramente, la anexión al imperio. Les respetaban
sus creencias y sus autoridades locales, pero les exigían aceptar y obedecer la
máxima autoridad del Inca, rendir culto al dios Sol (que era la religión
oficial) y cumplir con la mita, es decir, realizar trabajos para el Estado
incaico. Si aceptaban, los curacas o caciques eran gratificados con regalos
(ropas, joyas, tierras, inclusive mujeres), y, sus hijos varones eran
trasladados al Cuzco para ser educados[21]
en la cultura dominante estatal y ser asimilados a sus grupos dirigentes. Si la
población no aceptaba la anexión (o dominación), eran incluidos al Tawantisuyu
en forma violenta, guerra mediante. Se
imponía un nuevo curaca leal al Estado y si la conflictividad continuaba,
trasladaban a los grupos rebeldes a otras regiones[22]
e introducían poblaciones leales dentro de los territorios hostiles.
Hacia 1460, los incas habían formado un
enorme Estado, sometiendo a gran variedad de pueblos, lenguas y culturas, y se
habían convertido en la sociedad estatal más grande y desarrollada de América
antes de la llegada de los españoles. El
extenso territorio gobernado por los incas, dividido en cuatro provincias o suyus, se extendía desde el sur de lo
que hoy es Colombia hasta el centro del actual Chile. En el territorio de la
actual Argentina, llegaron hasta las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y
Catamarca.
Después de la irrupción de los españoles,
alrededor del año 1532, finalizó el período de dominación incaica en la región
andina.
Practicas religiosas: las huacas y la religión estatal
En materia de religión, también se
mantuvieron antiguas estructuras. Los incas, también eran politeístas. El grupo
de divinidades que los incas imponían a las etnias conquistadas permitió que
cada comunidad siguiera venerando a sus propios dioses y manteniendo sus
propios cultos locales. Entre estos últimos, el culto de los espíritus y los
antepasados era fundamental. La adoración de las huacas[23] era, justamente, la adoración a
ciertos lugares -piedras, colinas, cuevas, tumbas-, considerados sagrados por
sus características de residencia de aquellos espíritus.
Al mismo tiempo que tomaban estas
creencias religiosas locales, los incas impusieron el respeto y la adoración de
sus propias divinidades, que pasaron a convertirse en la religión del Estado,
Dada la vinculación de los incas con la naturaleza, no es de extrañar que sus dioses estuviesen asociados a
elementos naturales. Así, una de las figuras religiosas más importantes Inti, el Sol, era una deidad central:
los incas creían que su poder y sus rayos alimentaban la tierra y a los seres
humanos. Los incas impusieron a Inti, el Sol, como dios principal, pero en el
Tawantisuyu había también dioses regionales, locales, familiares y hasta
personales. Otra figura era Viracocha,
el Creador, considerado padre y madre de los otros dioses, se asociaba con el
agua y el lago Titicaca
Actividad:
1)- ¿En que
consiste el mito fundacional incaico?
2)- ¿En que reside
el carácter de Estado centralizado de los incas?
3)- Defina:
Curaca-Ayllu-Mita
4)- Describa la
estructura política (de gobierno) y social (los grupos sociales) de la cultura
inca.
5)- ¿Por qué se
dice que los incas no conocieron los impuestos?
6)- ¿Cuál era el
destino de la producción agrícola?
7)- ¿Qué tipo de
obras realizaba el Estado incaico para favorecer la producción agrícola?
8)- ¿Cuál era la
forma y condiciones de dominación del imperio inca?
9)- ¿Con que
finalidad eran trasladados al Cuzco, los hijos de los caciques recientemente
anexados al imperio?
10)-
Características de la religión y las prácticas religiosas incaicas.
[1] Consideraban que la autoridad de sus jefes o gobernantes provenía de
los dioses.
[2] Tributo,
Contribución o impuesto recaudado por el grupo dirigente o el Estado, que podía ser pagado en especies (granos,
cueros, oro, etc.) o con trabajo (reparación de acequias, construcción de
templos, etc.).
[3] como ser, el inicio y fin de las estaciones del año, su duración, y,
por ende, los períodos de lluvias, sequías, etc.
[4] El cambio climático producto del fenómeno de “El niño” sobre la costa
del Pacífico, por ese entonces, aparentemente complicó la disposición de
recursos para la subsistencia, obligando a estos pueblos a perfeccionar la
organización de sus Estados y complejizar la dirección técnica de las obras de
riego y almacenamiento de agua (pozos, acueductos subterráneos, canales, etc.),
tendientes a mejorar el rendimiento de los cultivos. Estas circunstancias
acentuaron el carácter jerárquico de sus sociedades y extremó el concepto de
autoridad entre gobernantes y gobernados.
[5] La escritura maya, hoy día, solo fue descifrada parcialmente. Además
la sociedad maya tuvo una lengua propia -aunque variaba de acuerdo a cada
región- configurando dialectos, como el tzotzil y el quiché.
[6] Junto con otras como la degradación del ambiente que ocupaban, el descenso de la natalidad y
la violencia que caracterizaba las relaciones entre grupos sociales y las
ciudades.
[7] “Ciudad de los dioses”.
[8] Azteca: de Aztlán, “Lugar
de las Garzas”.
[9] Náhuatl: lengua hablada por
los pueblos originarios del norte de México que se establecieron en oleadas
sucesivas en la altiplanicie mexicana. Los primeros en llegar fueron los
toltecas; luego arribaron los chichimecas y, finalmente, los aztecas.
[10] Originariamente los aztecas desconocían la propiedad privada, que
surge posteriormente como consecuencia de las sucesivas guerras de expansión.
[11] Utilizaban avanzadas técnicas agrícolas. En las orillas de los lagos
construían chinampas (o “islas flotantes”), mediante la
acumulación de ramas, estacas, barro y plantas enlazadas por medio de las
raíces de los árboles. Se aprovechaba la humedad de estas islas para realizar
diversos cultivos, especialmente hortalizas.
[12] También se lo conoce con la denominación Huey Tlatoani (“Gran Orador”), incluso se lo indica como Tlacatecuhtli (“el jefe de los hombres”).
[13] Por debajo del Tlatoani; co-gobierna su representante y consejero, el Cihuacóatl (“mujer serpiente”, aunque el poseedor del cargo fuera siempre un
hombre), en ausencia del Tlatoani, dirigía la ciudad y era el encargado de la
recolección y almacenado de los tributos.
[14] Los encargados de recolectar el tributo se denominaban calpixquis (“guardianes de la casa”) o recaudadores de tributos, residían en
cada provincia conquistada. En total, 371 ciudades pagaban tributos.
[15] El comercio era otra de las actividades principales de la economía
azteca: en grandes mercados se vendían una amplia variedad de productos (telas
de algodón, oro, plata, piedras preciosas, obsidiana, mantas y esclavos).
Desconocían la moneda, el trueque era la modalidad de intercambio; o utilizaban
el grano de cacao y ciertos tipos de mantas a modo de moneda. Existían
comerciantes profesionales llamados pochtecas,
que comerciando a nombre del Tlatoani (y/o propio), podían actuar como
embajadores, llevando regalos a otros gobernantes y como espías. El
conquistador español Bernal Díaz de Castillo ha dejado una interesante
descripción de uno de los mercados más famosos, de Tlatelolco, ciudad
incorporada a Tenochtitlán.
[16] Quetzalcoatl, “Serpiente Emplumada”, dios benéfico.
[17] Los incas contaban que ellos habían sido elegidos para su glorioso
destino muchos años antes de Pachacuti (el noveno Inca, considerado
el verdadero fundador de la organización imperial). Decían que el dios Sol,
compadecido por la miseria y la ignorancia de los hombres, había enviado a sus
hijos Manco Capac y Mama Ocllo para que construyeran una
gran civilización. Debían partir desde el lago Titicaca con un bastón de oro y
establecerse en el lugar donde aquél se hundiera sin esfuerzo. Ese lugar fue el
Cuzco, donde levantaron una ciudad y comenzó la historia de los incas, hijos
del Sol.
[18] Que quiere decir: “Dominio de las cuatro regiones”.
[19] Podía tener hasta 700 esposas secundarias, que eran seleccionadas
entre mujeres de la nobleza o entre hijas de los principales curacas.
[20] Imperio,
hace referencia a la organización política de un pueblo cuando extiende su
poder sobre otros. Un imperio es una unidad política. El término imperio ha
sido utilizado para designar un sistema político que comprende amplios
territorios centralizados por una región determinada. A veces la persona del
emperador o las instituciones políticas centrales representaron su autoridad y
su fuerza.
[21] Los educadores o sabios acerca de la cultura incaica se llamaban amautas.
[22] La gente desplazada de un lugar a otro recibía el nombre de mitimae
[23] Las huacas podían ser tanto
un lugar sagrado (lago manantial, cerro, volcán), como un antepasado
generalmente el fundador del ayllu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario