viernes, 4 de octubre de 2013

Conquista y colonización de América



Unidad temática Nro. 4: CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA

Trabajo Práctico Nº  21 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: La conquista de América.

La empresa española
     La acción conquistadora y colonizadora emprendida por España comenzó siendo una empresa privada controlada por el Estado. Los beneficios iniciales no fueron muchos pero las grandes perspectivas abiertas a partir de los sucesivos  descubrimientos obligaron a la Corona a intervenir cada vez más directamente en los asuntos indianos. En 1508, el rey Fernando de Aragón (el Católico), reunió en Burgos a una junta de astrónomos, cosmógrafos y marinos de gran prestigio, como Américo Vespucio, Juan de la Cosa, Vicente Yáñez Pinzón y Juan Días de Solís. Además crearon los cargos de piloto del reino -que desempeñaron Juan de la Cosa, Pinzón y Solís- y piloto mayor, para el cual se designó a Vespucio.
     La Junta proyectó también un padrón real en el que se anotarían todos los descubrimientos realizados. Al mismo tiempo, se fijó como meta la búsqueda de una ruta hacia la tierra de las especias; con ese objeto, en 1508, Pinzón y Solís realizaron infructuosas expediciones.
     Luego de los primeros descubrimientos, la empresa conquistadora sufrió una transformación, [1]pues la monarquía hispana -sobre todo en le época de Carlos I- orientó la mayor parte de sus recursos económicos y militares hacia los asuntos europeos. La conquista de las tierras americanas fue confiada a particulares, con quienes la Corona firmaba contratos especiales denominados capitulaciones. En las capitulaciones  constaban con claridad los derechos y obligaciones de las partes contratantes: las sanciones ante el incumplimiento del contrato; el porcentaje que correspondía a la Corona (generalmente la quinta parte) sobre el total de las riquezas halladas, etc. El título máximo otorgado por el rey en las capitulaciones  era el de adelantado. El adelantazgo, era una institución de origen medieval que se adaptó para resolver el problema que creaba el costo y los riesgos de las empresas de conquista. El Rey firmaba un contrato (capitulación) con un particular y le concedía el título de adelantado y el gobierno de la región que conquistase. El adelantado recibía también amplios privilegios: participación en las ganancias y rentas del territorio, poder para nombrar autoridades locales y para distribuir tierras y encomiendas de indios entre los pobladores; también tenía facultades para administrar justicia[2].
     A cambio de esas concesiones, el adelantado se hacía cargo de todos los gastos de la empresa, de armar los barcos y reclutar la gente.    
     El adelantazgo, como institución americana, nace y muere en el siglo XVI (dieciséis). Las leyendas tejidas en torno de las Indias impulsaron a muchos hombres - a veces con la financiación de comerciantes- a arriesgar grandes fortunas en empresas que, además de peligrosas, solía resultar improductivas. Útiles instrumentos para la Corona en la primera etapa de la conquista, los adelantados fueron vistos como una amenaza para el podes real cuando se consolidó el dominio español en las nuevas tierras. Los conquistadores dotados de amplios poderes, a menudo, actuaron por su cuenta, llegando, en algunos casos, a desafiar a la autoridad metropolitana (española) y convertirse en caudillos autoritarios de sus partidarios y/o reclutados. En la segunda mitad del siglo XVI (dieciséis) se suprimió paulatinamente el sistema y se reemplazó a los adelantados por funcionarios a sueldo, con mandatos limitados en el tiempo y poderes restringidos.
    
 El conquistador español: un arquetipo de su tiempo
     Típico hombre de su tiempo, el conquistador buscó en la peligrosa aventura, el botín que lo enriqueciera. Tenaz, indisciplinado, valiente y orgulloso, llegó a América con las experiencias adquiridas en su patria en la lucha contra los moros o en las campañas o en las campañas militares en Italia, las cuales le dieron la suficiente preparación militar asentada en un inocultable culto al valor personal. Cumplía con dos condiciones: era un cristiano fervoroso, alentado en ocasiones por un espíritu de cruzada, y un respetuoso súbdito de la monarquía, ambos aspectos conformaban el símbolo de la nacionalidad española de los primeros siglos de la Edad Moderna. No recibía salario; pero se le aseguraba la participación en los beneficios o en el botín.

La conquista europea de América
     A lo largo del siglo XVI (dieciséis), la expansión europea por los mares del mundo llegó a las costas americanas y se internó en el continente. Este proceso tuvo fundamentales consecuencias para los pobladores originales de América., para la sociedad europea de la época y para las relaciones económicas a nivel mundial.
     El choque de estas dos civilizaciones produjo grandes sufrimientos para los americanos. Tras una primera etapa en la que el contacto se caracterizó por la hostilidad y la guerra abierta, los europeos resultaron vencedores. A partir de entonces, se desarrollaron nuevos modos de organización mediante los cuales los americanos serían explotados por sus vencedores. Se impusieron las ideas europeas y la religión cristiana sobre las formas de las civilizaciones americanas de entender el mundo. Los originales dueños de la región fueron sometidos a las formas de organización política europeas.
     En los dos siglos que siguieron a la conquista, toneladas de bienes y metales preciosos realizaron el viaje de America a Europa. Este desplazamiento no siempre era producto del intercambio: en el caso de los metales preciosos, buena parte de la exportación llegaba a Europa como tributo de las sociedades ahora dominadas por los europeos. En cualquier caso, esto modificó también las costumbres europeas introduciendo nuevos hábitos como el consumo de tabaco y papa.
     Es necesario explicar por qué pequeños grupos de hombres que no conocían el territorio vencieron a grandes civilizaciones que por siglos dominaron la región. En primer lugar, los europeos contaban con una gran superioridad militar, gracias a las armas de fuego, el uso del caballo y a la estrategia[3]. En segundo lugar, los europeos eran portadores de enfermedades desconocidas en América que diezmaron a la población. Finalmente, los europeos tenían otra ventaja cultural importante: eran ellos quienes habían provocado el contacto y dominaban estrategias para aparecer ante los americanos como más fuertes de lo que eran. Utilizaron en beneficio propio las leyendas y supersticiones de los indígenas y contaron con el apoyo de algunas tribus que consideraron que los españoles, eran un buen medio para liberarse de los imperios locales que los sometían hasta entonces; incluso las luchas internas que padecían los propios imperios indígenas o sus aliados, también fueron utilizadas estratégicamente por los invasores europeos en su favor.

La conquista de México
     La conquista de México fue organizada por el gobernador Diego Velazquez. El 10 de febrero de 1519 partió una expedición desde la isla al mando de Hernán Cortés, antiguo secretario de Velazquez e integrante de las tropas que habían participado de la conquista de Santo Domingo y Cuba. Los españoles conocían la existencia de la civilización azteca y se propusieron llegar hasta su capital. Luego de recorrer las costas de Yucatán y de someter a un grupo de indígenas que intentó impedir el avance de las fuerzas expedicionarias, Cortés fundó una ciudad, que denominó Villa Rica de la Veracruz. Inmediatamente estableció un cabildo y se hizo nombrar capitán general y justicia. Con ello desafió la autoridad de Velazquez, quién no le había confiado tales atribuciones. 

Pintura realizada hacia fines del siglo XVIII en la que se representa eñ primer encuentro entre Cortés y los enviados del emperador azteca Moctezuma en Veracruz

 

 

A medida que Cortés avanzaba hacia Tenochtitlán estableció alianzas con pueblos enemigos de los aztecas, que le brindaron alimentos para su tropa y le proporcionaron fuerzas militares. Finalmente, el 8 de noviembre de 1519 el ejército conquistador entró en Tenochtitlán. Los españoles, asombrados por la belleza y la riqueza de la ciudad, fueron recibidos por el gobernador Moctezuma, quién los hizo partícipes de un importante ceremonial. El gobernante azteca ofreció alojamiento a Cortés y lo trató amistosamente, pero éste no tardó en tomarlo prisionero al advertir la veneración religiosa de la que era objeto por su pueblo y poder utilizarla a favor de la conquista. 

 

 Hernán Cortés  (1485-1547)

 

      Diego Velazquez -molesto con Cortés porque éste había tomado decisiones sin su aprobación- mandó fuerzas militares con el fin de detenerlo. Para enfrentar a las tropas, Cortés debió abandonar por un corto tiempo Tenochtitlán. El combate fue muy breve y terminó con la victoria de Cortés, que regresó a Tenochtitlán. Allí comprobó que en su ausencia se habían producido algunos cambios: los aztecas estaban dispuestos a expulsar a los españoles y, además, habían desplazado a Moctezuma y habían elegido a un primo de éste como jefe. Como resultado de un primer enfrentamiento, Moctezuma fue muerto de una pedrada. En la noche del 30 de junio de 1520, recordada posteriormente como la “noche triste”, Cortés ordenó la retirada de la ciudad de las fuerzas expedicionarias, en medio del ataque de los indígenas. Tras sufrir muchas pérdidas humanas dentro de su ejército, el jefe español se refugió en Tlaxcala, donde preparó un plan para reconquistar Tenochtitlán. Luego de disciplinar a su tropa y tras construir unos bergantines[4] que le permitieron rodear en núcleo urbano de la capital azteca, Cortés inició el sitio de la ciudad. Los indígenas resistieron varios días, a pesar de que los españoles les cortaron el suministro de agua y los atacaron repetidas veces. Finalmente, el 13 de agosto de 1521 Tenochtitlán se rindió a los invasores. Cortés tomó prisionero a Cuauhtécmoc, último gobernante azteca, y, posteriormente, el emperador Carlos I lo nombró gobernador y capitán general de la Nueva España. La antigua capital del imperio azteca fue la base de nuevas expediciones de conquista y asentamiento.

     El botín que los españoles obtuvieron de la conquista del imperio azteca  no bastó para cumplir las expectativas de los soldados españoles. Con este primer ejemplo de conquista, quedó claro que no habría oro suficiente en América para satisfacer las ambiciones de España y de los conquistadores, y que iba a ser necesario extraer las riquezas de América de otra manera: ocupando territorios y explotando la fuerza de trabajo aborigen.
La conquista del Perú
     La conquista del Perú estuvo dirigida y organizada por Francisco Pizarro desde Panamá. Las tropas partieron en 1530. Al llegar a tierra firme, Pizarro decidió dirigirse hacia Cajamarca, dónde se encontraba el Inca Atahualpa. Este último había ascendido al trono hacía muy poco, luego de una violenta disputa sucesoria frente a su hermano Huáscar.



 Francisco Pizarro González  (1478-1541)

    Atahualpa accedió a entrevistarse con los conquistadores en Cajamarca, pero fue tomado prisionero. Para garantizar su vida y su libertad, les ofreció un rescate en oro y plata. A pesar de que el inca cumplió con lo acordado, fue ejecutado brutalmente por los españoles, que saquearon Cajamarca. Pizarro nombró entonces como nuevo Inca a Túpac Hualpa, y prosiguió su camino hacia Cuzco. Sin embargo, en ausencia de Pizarro, el recién llegado al trono fue asesinado, supuestamente por seguidores de Atahualpa. En su lugar, Pizarro designó a Manco Inca.
     Una vez en Cuzco, el jefe de la expedición española organizó la gobernación de Nueva Castilla y fundó su capital en Lima, sobre la costa del Perú. Cuando Manco Inca se enteró de los proyectos de los conquistadores, se rebeló contra ellos. Organizó un ejército con la ayuda de los curacas aliados y sitió la ciudad de Cuzco. Pero este cerco no pudo ser mantenido por mucho tiempo. Los españoles lograron consolidar su poder en Lima y, más tarde, dominar nuevamente la ciudad de Cuzco. Manco Inca se retiró a Vilcabamba, desde donde mantuvo una fuerte resistencia.
     En 1542, la Corona española sancionó las Leyes Nuevas, por las que se creó el Virreinato del Perú, y así logró garantizar el control de la región. De este modo, se eliminaron las antiguas gobernaciones y se buscó limitar las prerrogativas de los españoles llamados encomenderos, que tenían a su cargo un grupo de indígenas a los que les cobraban tributos. Ello suscitó enfrentamientos, que llevaron a la muerte a muchos peninsulares y nativos. Finalmente, en 1554 la Corona española logró imponerse sobre los conquistadores.

La conquista del territorio argentino
     Mientras Hernán Cortés concretaba la conquista de los aztecas, enviados de la corona, como Fernando de Magallanes y Juan Díaz de Solís, comenzaban a tomar contacto con el que luego sería el territorio argentino: buscaban un paso que comunicara al océano Atlántico con el océano Pacífico. En 1536, una expedición encabezada por Pedro de Mendoza fundó la ciudad de Buenos Aires. El objetivo principal era la búsqueda de riquezas similares a las encontradas en México y Perú. Surgió un mito según el cual avanzando desde el Río de la Plata hacia el norte se llegaría a una “sierra de la plata” de una riqueza insospechada. Además, se buscaba contener el avance portugués desde Brasil sobre el territorio americano. La ciudad fundada por Mendoza duró poco, puesto que la hostilidad indígena hizo más tentadora la ocupación de Asunción (Paraguay). Solo en 1580 Juan de Garay refundó la ciudad, que pronto sería una de las más importantes de América del Sur durante la colonia. A partir de entonces, se concentrarían tres líneas principales de la conquista y colonización del territorio interior: una que avanzaba desde Chile y a partir de la cual se fundaron las ciudades cuyanas (Mendoza, Sn Luis y San Juan); otra que provenía del Perú y que dio lugar a la fundación de las ciudades del noroeste (Salta, Santiago del Estero, La Rioja, entre otras), y finalmente la surgida desde Buenos Aires (Asunción, Corrientes, entre otras).   

Segunda fundación el 11 de junio de 1580 por Juan de Garay.

 

    En la primera fundación Pedro de Mendoza llamó al lugar Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana y de la que él era miembro. En la segunda fundación, Juan de Garay le da al nuevo asentamiento el nombre de Ciudad de la Trinidad. La razón sería que la festividad más importante cercana a la fecha había sido la de la Trinidad o, según algunos historiadores, porque la nave ancló el día de dicha festividad. Pero al puerto le dio el nombre de Puerto de Santa María de los Buenos Ayres.

La primera economía colonial
     La búsqueda de metales preciosos fue el gran incentivo que llevó a los colonizadores españoles a explorar en el territorio americano. La intención de los monarcas era conseguir una fuente de riquezas continua. Sin embargo, aunque la plata y el oro americanos fluyeron hacia España en inmensas cantidades, pronto se advirtió que no eran recursos inagotables; en pocos años la obtención de estos recursos requirió de más esfuerzo y cantidad de mano de obra. Este hecho desembocó en la explotación del trabajo indígena en diversas actividades. Se lo utilizó para obtener metales preciosos de diversos yacimientos y para la realización de actividades agrícolas cuyos productos eran destinados, principalmente, al consumo de los españoles asentados en tierras americanas.




Actividad:
1)- ¿Qué carácter poseía la empresa conquistadora y colonizadora española?
2)- ¿En contexto surge la institución del adelantazgo y qué características adoptaba la misma? ¿Por que dejó de aplicarse y por que tipo de organización fue reemplazada?
3)- ¿Qué tipo de bienes americanos fueron hacia Europa en los siglos XVI y XVII, como se obtuvieron y que consecuencias produjeron en el viejo continente?
4)- ¿Qué diferentes recursos utilizaron los españoles para someter a los imperios indígenas, a pesar de la importante desventaja numérica?
5)- Construya tres breves relatos con: los hechos más importantes, protagonistas, lugares y consecuencias de la conquista de México, Perú y el Río de la Plata
6) ¿Cuál fue la principal motivación que llevó a los conquistadores a explorar el territorio americano?




Trabajo Práctico Nº  22 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  
Tema: El holocausto indígena

La catástrofe demográfica
     La conquista de América transformó por completo las formas de vida de los aborígenes y reorganizó el espacio americano en términos políticos, económicos, sociales y ambientales. Además, fue la causa del exterminio de millones de americanos. Una situación de estas características, en que la población se reduce drásticamente en muy poco tempo, se conoce como catástrofe demográfica.
     En la actualidad, la magnitud de las pérdidas humanas es motivo de discusiones debido a que no existen datos fiables para estimar cuantos habitantes había en América antes de la llegada de Colón. Los cálculos más cautelosos indican que la población americana alcanzó un máximo de entre 10 y 20 millones  de habitantes hacia fines del siglo XV (quince). Otros estudios señalan que, en esa época, había alrededor de 120 millones de americanos; para la mayoría de los historiadores actuales, esa cifra es exagerada. Es probable que el cálculo más realista sea el que considera que había alrededor de 60 millones de indígenas americanos.    
     El impacto de la conquista sobre las sociedades indígenas fue bruta: hacia fines del siglo XVI (dieciséis), cien años después de la llegada de los españoles, la población autóctona americana se había reducido alrededor de 80% y muchas etnias se habían extinguido.

Causas de la mortalidad
     Las causas del colapso demográfico fueron varias. Sin duda, el principal motivo fue la entrada en el continente de enfermedades que provocan grandes epidemias. El paludismo, la viruela, el cólera, el sarampión, el tifus, la malaria, la gripe, entre otras, eran enfermedades desconocidas en América. El sistema inmunológico de los indígenas, que habían vivido en aislamiento respecto de los otros continentes, no estaba preparado para defenderse de las enfermedades.
     Las epidemias se propagaron rápidamente; en ocasiones, cuando los ejércitos españoles llegaban a un nuevo poblado, este ya había sido desvastado por las enfermedades. Una de las que más incidencia tuvo fue la viruela, que llegó a matar hasta a la mitad de la población en algunas etnias, en especial en regiones tropicales y subtropicales.
     Otros factores contribuyeron a la catástrofe demográfica. Muchos indígenas murieron en las batallas contra los españoles o por exceso del trabajo en las minas o en la producción agrícola. Además, la destrucción de los sistemas económicos de los nativos provocó una deficiencia alimentaria severa. Finalmente, como suele ocurrir ante cualquier catástrofe, la conquista provocó que descendiera la natalidad entre los aborígenes.
     A la destrucción física por la violencia, los trabajos forzados y las nuevas enfermedades, se agregaba la ruptura de la estructura social a la que los indígenas estaban acostumbrados y consideraban propia: sus prácticas culturales, sus formas religiosas y, en general, el modo en el que se concebían el tiempo y la vida.
     La destrucción del orden social indígena fue seguida, a su vez, por la liquidación psicológica. El dominio impuesto por los blancos, dejaba muy poco lugar para la práctica de aquel modo de vida propio, reprimido por los europeos, y para la esperanza de un retorno a los tiempos antiguos, con el que los indígenas soñaron, en vano, largamente luego de la conquista.

Situación social de los indígenas: encomienda, mita  y yanaconazgo
     Desde su llegada a América, Cristóbal Colón pensó en aprovechar a los indios como mano de obra servil. Sin embargo, los Reyes Católicos prohibieron que se los sometiera a la esclavitud; se los consideró sometidos a una situación legal similar a la de “menores de edad”, tutelados por las autoridades, y solo se autorizó la esclavitud en caso de “guerra justa”. Las guerras emprendidas por monarcas cristianos contra miembros de otras confesiones religiosas (llamados “infieles” en el lenguaje de la época) eran consideradas “Guerras Justas[5]. Se consideraba como tal a la emprendida contra las tribus que, una vez instadas a acatar lo que los españoles consideraban autoridades legítimas, no aceptaran ese mandato. En 1512 el jurista Juan López de Palacios Rubios redactó un documento para ser leído y traducido a la lengua de los naturales de Indias, conocido como Requerimiento que, precisamente, requería de los indios su sumisión a la Corona y la aceptación de la Fe católica[6]. Si los indígenas no aceptaban los términos del Requerimiento, se los amenazaba con la guerra justa que los sujetaría a la obediencia de los conquistadores.
     Este procedimiento -generalmente no comprendido por los indígenas- dio pie a diversos abusos y muchos, como los eclesiásticos Antonio de Montesinos y Bartolomé de las Casas, se alzaron en denuncias contra él. El sistema cayó en desuso al promediar el siglo XVI (dieciséis), imponiéndose una legislación protectora, aun cuando en la práctica siguió subsistiendo la acción dominante del colonizador europeo.
     La necesidad de utilizar a los indios para el trabajo impulsó su repartimiento en encomiendas:
     La encomienda fue una institución nacida en las Antillas en los primeros tiempos de la conquista; se entregaban a los colonos españoles grupos de indígenas y, a cambio de su trabajo manual, debían cumplir con la obligación de alimentarlos, vestirlos e instruirlos en la fe católica, preocupación constante de la Corona española.  
     En la práctica, las obligaciones del régimen de encomiendas fijadas por la legislación no fueron cumplidas, pues, en los hechos, muchas veces se impuso la autoridad arbitraria del encomendero.
     La evangelización de los indios fue concretada a través de la acción de numerosos misioneros, pertenecientes a diferentes órdenes religiosas, y la acción del clero en tal sentido, fue apoyada y sostenida por las autoridades. Al mismo tiempo, la Corona española se preocupó por evitar la introducción de otros cultos religiosos -protestantes- en sus dominios americanos. Los españoles también adoptaron otros sistemas, además del de la encomienda, para obtener de los indios la prestación de determinados servicios; tal el caso de la mita y el yanaconazgo.
     La mita (palabra de origen quechua que significa “turno”) era una institución de origen incaico adoptada por los españoles. Existieron mitas pastoriles, de correos, de transporte, de labores rurales, etc.; pero la más importante -y la que imponía más duras condiciones de trabajo - era la mita minera que debía cumplirse  durante 10 meses. Los indígenas eran sorteados para cumplir un turno de obligaciones  en las minas, lo que provocó gran mortandad de indios. El yanaconazgo afectaba a los indígenas que habían opuesto resistencia a la acción de los españoles. En general sus tareas eran agrícolas y quien lo padecía estaba sujeto a la tierra que trabajaba, según un régimen muy parecido al del siervo feudal.
     En los primeros tiempos de la colonia el mestizaje era frecuente, con el tiempo la Corona desalentó los matrimonios mixtos -españoles e indias- y procuró en muchas regiones separar a los indios del contacto con los pobladores blancos, evitando influencias que las autoridades consideraban dañosas para su moral.
     En la sociedad estratificada de la época colonial, el indio y el mestizo de indio y blanco ocupaban un lugar subalterno con los blancos.

Minas y haciendas
     En 1573, el virrey del Perú, Toledo, decidió continuar utilizando la mita inca para proveer de trabajadores a los nuevos centros mineros, en particular, las minas del cerro de Potosí.
     Según lo dispuesto por el virrey, los poblados indígenas del Alto Perú debían enviar la séptima parte de todos los varones de entre 18 y 50 años a trabajar a la mina por un período de un año. De acuerdo con la organización prevista, los mitayos que llegaban a la mina trabajaban una semana y descansaban dos, en turnos rotativos. En la práctica, los administradores y mineros españoles abusaban de este sistema de trabajo y no respetaron los períodos de descanso indicados[7].
     Entre los incas, antes de la llegada del español, los turnos de trabajo rotativos de los mitayos contribuían al sistema de redistribución que beneficiaba a toda la comunidad. En cambio, luego de la conquista, la mita española se realizó en provecho exclusivo de los conquistadores españoles. Esta pesada carga laboral, realizada en condiciones de trabajo insalubres, provocó la muerte de miles de aborígenes y la huída de muchos otros.
     La puesta en producción de un centro minero generaba un gran movimiento de recursos económicos, tanto en la propia mina como en otras zonas periféricas vecinas. La producción de plata consistía en la extracción del mineral, y luego, en el refinamiento del metal. Este proceso productivo requería inversión de capitales para la compra de maquinarias y la construcción de obras hidráulicas, la movilización de gran número de trabajadores y la provisión de materias primas y alimentos para todos los que vivían en el centro minero.
     Hacia 1570, en Potosí vivían alrededor de 120 mil personas. Esta importante concentración de población, muy superior a la de casi todas las ciudades europeas de la época, requirió la organización de centros de producción agrícola y ganadera para su abastecimiento. Los alimentos, vestimentas, materiales de construcción y animales de carga que se utilizaban en Potosí provenían, en su mayor parte, de las estancias[8] o haciendas[9] situadas en el Tucumán, nombre con el que se designaba a los territorios situados en el noroeste del actual territorio argentino, desde Córdoba hasta Jujuy.
     Los hacendados y/o estancieros combinaron diferentes sistemas de trabajo en el interior de las unidades productivas. Cuando los propietarios de una hacienda o una estancia eran, además, encomenderos[10].
     Desde fines del siglo XVI (dieciséis), la creciente mortandad registrada entre la población indígena obligó a los españoles propietarios de estancias y de permisos para explotar una mina a emplear, cada vez más, trabajadores asalariados y esclavos importados de África.
    Hacia 1650, la producción de plata del cerro de Potosí comenzó a decaer y, en consecuencia, el sistema económico existente se desorganizó. Desde entonces, la producción agrícola tuvo cada vez más importancia y la propiedad de la tierra se convirtió en la principal fuente de riqueza. 

Tráfico de esclavos africanos: La población negra
     La escasez o la disminución de la población indígena -según las diferentes regiones- y la necesidad de mano de obra para el trabajo de las plantaciones y las minas movió a los colonos (tanto en las posesiones españolas como en las de las otras potencias europeas colonizadoras) a introducir en América un nuevo elemento humano: el negro africano.
     Fue esta una migración forzada, efectuada principalmente desde las posesiones y factorías portuguesas de la costa africana. La Trata de Negros subsistió durante todo el período de la colonización. Se traían grandes grupos de negros en condición de esclavos[11], comercio legalizado en todas las monarquías conquistadoras. En las colonias españolas, la primera licencia para la introducción de esclavos africanos data de 1518 y en los siglos siguientes fue frecuente la concesión de asientos o monopolios negreros a diversas compañías extranjeras. Más resistente que el indio, el negro no fue protegido por la misma legislación que había evitado la esclavitud de aquél. Al final de la época colonial el número total de esclavos negros importados superaba largamente los dos millones de personas, incluso se dice que teniendo en cuenta las entradas legales y las producidas a través del contrabando, no parece exagerado decir que en el período colonial fueron introducidos en Hispanoamérica alrededor de tres millones de esclavos negros.
     En la sociedad colonial el negro ocupó el último escalón, después del mestizo y el indio. En cuanto al trato recibido, variaba según las regiones.



 
Actividad:
1)- ¿A qué se denominó “catástrofe demográfica” en América, que cifras involucra  y cuales fueron sus causas?
2)- Explique el concepto de liquidación psicológica aplicado al caso de la población originaria en América.
3)- Explique las diferentes consecuencias de la conquista en el aspecto demográfico que afectaron a las poblaciones indígenas locales.
4)- ¿Cuál era la situación legal de los indígenas según los Reyes Católicos y en que casos perdían dicho condición?
5)- ¿A fue el requerimiento, que efectos buscaba, y cuales se dieron de hecho? 
6)- ¿Qué fue la encomienda, cuáles fueron sus características y cómo se relaciona a la temática de la evangelización de los indígenas?
7)- ¿Qué fueron la mita, la mita minera y el yanaconazgo?
8)- ¿En cuanto al destino de la producción, en que se diferenciaba la mita incaica de la española?
9)- Defina Haciendas y Estancias ¿hacia qué ámbitos se orientaba lo que producían?
10)- Luego del agotamiento de recursos minerales de Potosí, ¿Qué tipo de actividades económicas y recursos fueron los más importantes como fuentes de riqueza?
11)- ¿Qué causas obligaron a la introducción del negro africano en América?
12)- ¿A qué se denominó Trata de negros?
13)- ¿Qué trato legal tenía el negro respecto al indígena y cuál fue su posición social  y trato en la sociedad cowlonial?




Trabajo Práctico Nº  23 de Historia y Geografía del 2do Ciclo  

Tema: El sistema de instituciones políticas coloniales y el sistema comercial en América

Autoridades en España
     La principal institución de gobierno indiano en España era el Consejo de Indias. Este organismo elaboraba las leyes para las colonias., designaba a los funcionarios civiles y religiosos que se enviaban a América, controlaba su gestión y organizaba la defensa militar de los territorios. El Consejo, que estaba radicado en Sevilla, era la máxima autoridad judicial y estaba integrado por un presidente y cinco funcionarios.
     Otra institución metropolitana fue la Casa de Contratación, que se ocupaba de los asuntos comerciales, de navegación y de población. En materia comercial, la Casa de Contratación otorgaba permisos, recaudaba impuestos y resolvía litigios comerciales. Respecto de las cuestiones de navegación. La institución establecía cuándo debían partir las flotas comerciales de España y de América. También cobraba la avería, una especie de impuesto o seguro marítimo que los navíos mercantes debían pagar a cambio de protección armada brindada por los galeones de guerra. Por último, respecto de la población colonial, la Casa decidía, por ejemplo, cuántos españoles podían emigrar anualmente hacia América. La Casa de Contratación también residió en Sevilla y fue la encargada de recibir y custodiar el oro y la plata provenientes de América.
     En 1543, algunas funciones de la Casa de Contratación, como el cobro de la avería o la resolución de litigios comerciales, fueron absorbidas por una nueva institución: el Consulado de Mercaderes.

Autoridades en América
     El representante del Rey de mayor jerarquía en las colonias era el virrey. Ejercía el gobierno de un vasto territorio denominado virreinato.
     En América existieron cuatro virreinatos: dos creados en el siglo XVI -dieciséis-: los de Nueva España o México y el del Perú; y otros dos instalados en el siglo XVII -diecisiete-: los de Nueva Granada y el Río de la Plata. Este último fue establecido en 1776 e incluía al actual territorio argentino junto con los de Bolivia, Paraguay, Uruguay y partes de Brasil y de Chile; su capital era la ciudad de Buenos Aires[12]
     Como dijimos al principio, las principales autoridades políticas y militares en América fueron los virreyes, quienes ejercieron el gobierno virreinal y nombraron a los gobernadores y otros funcionarios menores. Los virreyes debían ser disciplinados y tenían prohibido realizar negocios, pero la mayoría incumplió esas normas, ya que gobernaron arbitrariamente y se enriquecieron con el comercio o la apropiación de tierras[13].
     En las gobernaciones, el gobernador o adelantado (en principio, luego reemplazado por el gobernador),  funcionario a sueldo de la Corona, propuestos por un período relativamente fijo de cinco años, no firmaba capitulaciones ni tenía privilegios especiales. Su nombramiento era a través del Consejo de Indias, con aprobación del rey. Era la máxima autoridad provincial en cuestiones judiciales, administrativas y militares: controlaba la entrada y salida de mercaderías en los puertos, ordenaba la realización de obras públicas, otorgaba mercedes reales[14], reprimía a los contrabandistas, etc.
     A los gobernadores se subordinaban los corregidores, quienes constituían una institución típicamente castellana que se trasplantó a la Indias en la primera mitad del siglo XVI (dieciséis).El título completo de su oficio era corregidor y justicia mayor. En Castilla (España), los corregidores eran funcionarios de la monarquía, encargados de ejercer el gobierno y la justicia en las ciudades. En América tenían atribuciones políticas y judiciales, recaudaban impuestos y debían proteger a los indígenas. Muy pocos corregidores cumplieron esta última tarea; en general acapararon un gran poder local o regional debido a que controlaron la recaudación de impuestos; concentraron tierras y lograron influir en la elección de funcionarios municipales.
     Los tenientes se nombraban tanto en las gobernaciones como en los corregimientos. Con una jerarquía administrativa inferior cumplían mandatos específicos dictados por el gobernador o el corregidor.
     El gobierno municipal estaba a cargo del cabildo, integrado por dos alcaldes, entre seis y diez regidores, un alférez real, un alguacil mayor -una especie de jefe de policía-, un depositario general y un escribano. Entre muchas otras funciones, el cabildo tenía a su cargo el gobierno de la ciudad, y de sus alrededores, debía realizar obras públicas, llevar registros comerciales y censos, cobrar impuestos, mantener hospitales, las cárceles y las calles, reclutar la milicia urbana.
     La Real Audiencia era la máxima institución judicial en el ámbito virreinal. Además, tenía funciones gubernativas y consultivas para ejercer el gobierno virreinal en ausencia del virrey y a pedido de la Corona. En la época colonial, hubo 13 audiencias de diversa jerarquía; las principales fueron las de Santo Domingo -en la primera etapa colonial-, Lima, México y Charcas[15]. La Audiencia estaba compuesta por un presidente -que, en las capitales virreinales, podía ser el virrey- , cinco jueces -denominados oidores-, dos fiscales, alcaldes, un alguacil, un escribano y un canciller. Su principal tarea era impartir justicia en asuntos civiles y criminales.
     Los consulados eran tribunales encargados de intervenir en los pleitos entablados entre los comerciantes. 

El sistema monopólico comercial español
     La Corona española decidió establecer un sistema comercial especial para los intercambios entre sus colonias y Europa. El Estado diseñó un estricto monopolio comercial entre España y América, por el cual todo vínculo económico quedaba regulado por la administración española. Desde 1561, dos grandes flotas partían anualmente desde Sevilla y Cádiz, autorizadas para atracar en tres puertos en América: Veracruz, Cartagena de Indias y Portobelo.
     Además, en una primera etapa, el transporte de los bienes debía realizarse mediante un sistema de flotas, que eran enviadas solo dos veces al año, escoltadas por galeones, buques de guerra que intentaban resguardarlas de la piratería. Estas flotas llegaban al Caribe y desde allí partían hacia México y Panamá., los dos centros comerciales más importantes desde los que se distribuían los productos importados al resto de las colonias. Se estima que, anualmente, llegaban a América entre 120 y 150 navíos provenientes de España.
     El monopolio comercial español tenía diversos objetivos, claramente establecidos. El principal era evitar que otros países europeos -como Inglaterra, Holanda y Francia- participaran en el comercio colonial, de modo que los beneficios del intercambio fueran exclusivamente españoles. Además, con este sistema se intentaba proteger a los buques mercantes españoles de los ataques de piratas y corsarios de diverso origen.
     El sistema se encontró, sin embargo, con algunos obstáculos, fundamentalmente los permanentes intentos de comerciantes de otros países de ignorar el monopolio y crear un vínculo directo con las colonias españolas, procedimiento que las leyes españolas castigaban como contrabando.

Mapa

Actividad:
1)- Realice un esquema en el que aparezcan las autoridades (unipersonales y colegiadas) españolas en la península y las españolas americanas, con sus respectivos nombres y funciones específicas.
2)- Explique los objetivos, la instrumentación, las consecuencias y obstáculos de la organización comercial monopólica impuesta por España a sus dominios coloniales en América.


[1] Frecuentemente esas concesiones se hacían con gran imprecisión geográfica, dado el desconocimiento que existía sobre las nuevas tierras.  
[2] Estos amplios poderes eran concebidos en forma vitalicia y, a veces, hereditaria (“por dos vidas”).
[3] Por ejemplo, la excelencia de las armas blancas, dagas, hachas, en especial la espada y las armas de fuego eran desconocidas para los nativos y eso los aterrorizaba: disparar al aire u obligar a los caballos a pararse en dos patas paralizaba a sus enemigos.
[4] Buques de dos palos y vela cuadra o redonda.
[5] Al emprender la conquista de América, la Corona española comenzó a plantearse si los enfrentamientos que se producían entre los expedicionarios y algunos indígenas, constituían, o no (luego de la guerra de expulsión de los moros de España), una nueva Guerra Justa. En los círculos del pensamiento ligados a la Corona, no existía un consenso firme al respecto. Finalmente, la Corona determinó como hechos justificadores de una legítima acción hostil hacia los indios (Guerra Justa), además de la legítima defensa, 1) La negativa a aceptar el señorío de la Corona española sobre los territorios conquistados; 2) La obstrucción a la difusión de la doctrina cristiana.
[6] En él se intentaba explicar a los indígenas los principios teológicos de la creación del mundo, así como la soberanía de los reyes españoles.
[7] Cada mitayo tenía la obligación, además, de entregar entre 20 y 25 kilos de mineral por día.
[8] Eran unidades de producción que se dedicaban principalmente a la ganadería.
[9] Propiedades y/o unidades de producción especializadas en la producción agrícola - ganadera, para abastecer a las ciudades y centros mineros.
[10] En otros casos, los terratenientes emplearon a indígenas que no integraban una comunidad repartida en encomienda, llamados naboría o yanaconas, y también, a españoles pobres, que ofrecían sus servicios a cambio del pago de un salario. En algunos otros, el sistema de la mita también fue utilizado en la producción agrícola.
[11] Distintos testimonios de la época muestran las características de este tráfico. Las travesías eran inhumanas: los negros hacinados en las bodegas de los barcos eran presa de todo tipo de enfermedades. Según los cálculos más autorizados el número de negros introducidos anualmente llegaban a 100.000, de los cuales un 15% moría en el viaje y un 30% en el período de aclimatación. Estas pérdidas obligaron a los negreros a mejorar las condiciones de trato  y transporte. Las zonas de mayor afluencia de esclavos fueron las regiones tropicales, en especial el Caribe y el litoral atlántico, en las que se desarrollaron determinados cultivos (tabaco, algodón, caña de azúcar) y explotaciones mineras.
[12] El 11 de junio de 1580, Juan de Garay fundó la Ciudad de La Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre, con 76 de colonos y 200 familias guaraníes asignadas, en un sitio presumiblemente cercano al fallido intento de Pedro de Mendoza. El motivo de esta fundación queda explicado por las palabras de Juan de Matienzo, oidor de la Audiencia de Charcas, quien en 1566 mencionó la necesidad de abrir una puerta a la tierra, es decir, darle una salida al Atlántico a todo el territorio que existía desde Potosí hacia el sur.
[13] Al abandonar sus cargos, los virreyes debían rendir cuentas de su gestión ante el Consejo de Indias, mediante un proceso denominado juicio de residencia.

[14] Mercedes reales: Una de las formas de ceder parcelas de tierras a los particulares. Se trataba de una extensión que la Corona española le otorgaba a un español, con la condición de que la cultivara.
[15] La primera Audiencia se creó en 1511 en Santo Domingo. La Real Audiencia de Buenos Aires existió entre 1661 y 1771, sendo reestablecida en 1783.

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