Un sello de menos de dos centímetros de diámetro
Hasta ahora, sólo se contaba con menciones en las Sagradas Escrituras
Por primera vez en la historia de la arqueología, se
descubrió una prueba concreta de la existencia de la ciudad de Belén en
la Antigüedad.
Tras tener referencias de Belén en la época bíblica
únicamente a través de las citas aparecidas en el texto mismo de la
Biblia, en las que se menciona a la ciudad, un sello de cerámica hallado
por arqueólogos israelíes muestra claramente, en letras de hebreo
antiguo, el nombre de Belén.
Se trata de un sello utilizado en la época del Primer
Templo (siglos VII a VIII a.C. y quizás incluso antes) como parte del
sistema administrativo fiscal del Reino de Judea, al parecer para cerrar
y proteger envíos especiales hasta que llegaran a destino.
En algún momento, en la época del Primer Templo, alguien hizo un
envío desde Belén, dirigido al rey en Jerusalén. Cabe suponer que era
algo destinado a ingresar al fisco del rey, dado que Belén era parte del
Reino de Judea.
El sello en cuestión, de tan sólo 1,5 cm de ancho, es
pequeño, pero su significado, a ojos del arqueólogo Eli Shukrun, es
enorme.
Shukrun encabeza desde 1995 las excavaciones en la
ciudad de David, en el casco antiguo de Jerusalén, como profesional de
la Autoridad de Antigüedades de Israel, y en ese marco se ha topado con
no pocos hallazgos de importancia. Pero no por eso deja de emocionarse.
Una pieza de alto contenido
"Por supuesto que uno se emociona. No es algo que uno
encuentre todos los días. Es algo de alto significado histórico y para
mí es un gran motivo de emoción", dice a LA NACION.
Shukrun destaca el significado de Belén para el mundo
entero y señala que cuando algo sirve como primera prueba arqueológica,
tiene una gran importancia.
"Esta es la primera prueba de la existencia de Belén en
aquellos tiempos, fuera de las citas bíblicas. Hasta ahora teníamos
sólo citas de la Biblia, menciones en los libros de Josué, Samuel I y
otros, ya que Belén está mencionada en las Escrituras algo más de 40
veces", recalca.
"Pero nunca habíamos llegado a un objeto palpable que
pudiera confirmarnos la existencia de Belén en los tiempos del Primer
Templo. Y acá tenemos el sello, en el que se ven claramente las letras
que dicen «Beit Lejem», o sea, Belén en hebreo, claro, exacto, sin dar
lugar a interpretaciones."
Este ya experimentado arqueólogo señala que "es la
primera vez que el nombre de Belén aparece fuera de la Biblia en una
inscripción del período del Primer Templo, lo cual demuestra que Belén
era en efecto una ciudad en el Reino de Judea y posiblemente ya antes de
ello".
El mundo todo, al oír sobre Belén, pensará seguramente
en la ciudad de Jesús. Shukrun destaca que eso ya justifica lo histórico
del hallazgo, pero recuerda también otra dimensión de su significado,
anterior a su nacimiento.
"La familia del rey David, hijo de Isai, fue de Belén. Parece que él mismo nació en Belén y allí lo ungieron rey", destaca.
Recuerda que también las figuras bíblicas de Ruth y Boaz anduvieron, según está escrito, "por los campos de Belén".
Ellos son antepasados directos del rey David. Según la Biblia, el Mesías, cuando llegara, sería de la familia de David.
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